El Peñón del Lugar Viejo
Por Andrés Carrillo Miras
Por Andrés Carrillo Miras
Escudo de armas del X Marqués que se encontraba en la antigua Almazara. Colección: Decarrillo
En lo alto de un cerro estratégico, a orillas del río Almanzora, se alzan los restos del Castillo Nazarí de Cantoría, también conocido como el Castillo Piedra del Lugar Viejo. Esta fortaleza, construida entre los siglos X y XI durante el periodo andalusí, fue clave en el control militar, agrícola y defensivo del valle. Aunque su envergadura no alcanzó la de otras fortalezas del Reino Nazarí de Granada, su función como torre vigía, punto de refugio y núcleo organizador del territorio fue crucial para las comunidades rurales del entorno.
El castillo controlaba visualmente las ramblas de Capana y Torrobra, y su estructura incluía murallas, torreones y aljibes, además de vincularse con otros sistemas de defensa como la cercana torre de vigilancia de Torrobra. Los restos aún visibles evidencian la importancia de esta red de protección y administración sobre un territorio fértil, intensamente cultivado y poblado.
Uno de los testimonios más fascinantes que nos conecta con aquel pasado nazarí lo encontramos en el libro "Almería, Base Naval, Económica y Cultural de Al-Andalus". En él se recoge un pasaje del cantoriano Jalid Al-Balawi, viajero del siglo XIV, que narra su retorno a su tierra natal:
"El 24 de mayo de 1340 embarqué desde Tremecén en el puerto de Hunayn en dirección a Almería, pero un gran temporal desvió el barco al puerto de Mojácar, arribando el 28 de mayo de 1340. Tras pernoctar allí, a la mañana siguiente salí para mi pueblo natal, Cantoría, donde llegué ese mismo día por la tarde."
Este breve pero valioso fragmento no solo testimonia la existencia del puerto de Mojácar como refugio marítimo en la Edad Media, sino también la vitalidad de los caminos y vínculos entre la costa y el interior almeriense. La conexión entre Mojácar y Cantoria, aún hoy perceptible, se remonta a tiempos en los que la tierra y el mar eran ejes inseparables de la vida en Al-Andalus
El Castillo de Cantoria, aunque hoy se encuentra en estado ruinoso, permanece como un emblema de aquel pasado andalusí, guardián del valle y testigo silencioso de historias que cruzaban mares, puertos y montañas hasta llegar a su cumbre.
El libro "Almería, base naval, económica y cultural de al-Ándalus" fue escrito por Jorge Lirola Delgado y publicado en 2022 por la Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, El autor, Jorge Lirola Delgado, nacido en Dalías en 1963, es un reconocido académico especializado en estudios árabes y andalusíes.
Samuel Edgard Cook es un escritor inglés que visitó España en el año 1829 y que ha descrito los itinerarios que seguía con datos históricos y detalles que antes no se habían descrito y que sorprendían por la investigación previa que requerían. El texto que transcribimos sobre Almanzora, escrito por este autor, está extraído del libro "Almería Dorada" editado por la Junta de Andalucía.
"Al día siguiente ascendí por el Almanzora a través de una zona de arenales bastante desprovista de árboles, salvo una estrecha franja a lo largo del río con el cual toda la zona podría convertirse en un vergel. Pasamos algunos pueblecillos situados en los más bellos parajes. El camino era principalmente por el ancho y guijarroso lecho del río. Al mediodía llegué a Almanzora, lugar de uno de los palacios preferidos por los reyes de Granada. Se encuentra sobre un pequeño montículo o loma, cuya falda está bañada por el río. El lugar se encuentra en la actualidad ocupado por un gran cortijo o casa de campo con labriegos, construido en el siglo pasado, sin que quede ni un solo vestigio árabe. Se han quitado cuidadosamente todos los árboles y ahora se encuentra en medio del desierto" y no es la primera vez que he leído de la existencia de un palacio árabe en Almanzora, de hecho entre los monumentos árabes del Al-Andalus se encuentra el Alcazar de Al-Manssura, pero nunca le había dado mayor importancia hasta la lectura de lo escrito por Samuel Edgar Cook.
Los árabes llamaban "alcazabas" a las fortificaciones defensivas que construían generalmente en lo alto de montañas, que se utilizaban para resguardarse de los ataques enemigos, y llamaban "alcázares" a los palacios señoriales, siempre con muchos jardines y con muchas fuentes de agua, que las familias poderosas construían para vivir o como casas de recreo.
Quiere decirse que si Almanzora tenía su fortificación (alcazaba) en el cerro de Los Aljibes, detrás de las Gachasmigas, también tenía su Alcázar (palacio) que se encontraba en el mismo lugar donde después, una vez destruido todo vestigio árabe y convertidos sus jardines en un desierto, se construyó un gran cortijo y es la zona donde actualmente está el Palacio.
¿Cómo sería el Palacio árabe para ser uno de los preferidos de los Reyes de Granada?.
Cerro Castillo donde se encontraba una torre vigía para controlar los puntos muertos del Peñón del Lugar Viejo
Cerro de las Gachasmigas donde se encontraba la antigua población de Almanzora. Colección: Decarrillo
VVAA. Almería Dorada. Junta de Andalucía. Año 2009