Casa Marqués de los Vélez

También conocida como casa del marqués de la Romana

Se conoce como “casa del Marqués de la Romana”, pues pasó a este por herencia que había tenido su esposa, Mª Tomasa Álvarez de Toledo y Palafox, de su padre, Francisco Álvarez de Toledo y Gonzaga, XII marqués de los Vélez, cuya familia de los Vélez era propietaria desde tiempo inmemorial de dicha casa. El hijo de Pedro y Mª Tomasa, Pedro Caro y Álvarez de Toledo, le pasó la propiedad en 1870 a Eduardo Giménez Molina, ilustre abogado de Cantoria.

Edificio de dos plantas, de estilo neoclásico, construido a finales del siglo XVIII y principios del XIX. La fachada principal presenta tres puertas de desigual altura y dos ventanas con rejas, todas ellas vanos rectangulares y sin molduras, y en la lateral una puerta, una ventana y una entrada de vehículos de las mismas características ya descritas. En la planta de arriba hay nueve balcones cuyas bases son rectangulares, alternando unas más salientes que otras. Todos los vanos son rectangulares, algo abocinados y llevan barandilla de hierro muy sencilla. La fachada se remata con gruesa y resaltada cornisa, apoyada en canecillos. La cubierta es de tejas y forma un alero.

Sobre el balcón central de la fachada principal hay un escudo de piedra en relieve finamente cincelado, enmarcado en un rectángulo. El escudo es de José Álvarez de Toledo, Córdoba y Guzmán, XI marqués de los Vélez, duque de Medina-Sidonia y marqués de Villafranca del Bierzo. Este mismo escudo, con más volumen de talla, se repite en la escalera del Ayuntamiento, donde se colocó no hace muchos años, procedente de la antigua y hoy derruida almazara llamada del Marqués, la más grande del marquesado y de todo el obispado de Almería, con siete piedras y siete prensas de viga.