Origen del nombre de los pueblos de Almería

Texto: Pedro Lozano Blesa. Imágenes: Decarrillo

Una huella lingüstica del pasado

La palabra topónimo es un término de origen griego compuesto de las voces: Topo “Lugar” y onoma “Nombre”, es decir, “nombre del lugar”. Es palabra reciente, acaso no anterior al siglo XX. Su estudio es parte de la onomatología o estudio de los nombres propios y es disciplina rigurosa que tiene que ver no ya con la Historia, sino también con la evolución lingüística.

La toponimia es una huella lingüística del pasado que marca y preside en el espectro la filiación cambiante de los hablantes, y queda como testimonio mudo y perenne de los nombres de los pueblos, de los montes, de los valles, ríos, etc... En este sentido, la toponimia española es ibérica, fenicia, griega, celta, romana, visigoda, bereber y árabe.

Los nombres de los lugares han llegado a consolidarse de la misma manera que se consolida el significado de una palabra: por el uso y el consenso de los habitantes, ya que los topónimos describen una realidad geográfica.

Escribe Galdamés de Fuentes, que desde tiempos muy antiguos, cuya duración es mayor que la de la lengua en que se nombró. Esta perdurabilidad, incluso cuando la lengua utilizada ha desaparecido ya hace siglos, hace que los topónimos se tornen opacos y ofrecen resistencia a su interpretación.

Siempre se ha dado por supuesto que los topónimos fueron surgiendo a lo largo de los siglos como consecuencia de diversas e imprescindibles pero, en todo caso, significadoras características físicas particulares del terreno; herencia del nombre de sus fundadores, ocupantes, propietarios o conquistadores; piadosas adscripciones a los apelativos de las divinidades que estos veneraban, etc. Luego aquellos viejos nombres quedaron sujetos a las leyes de la evolución fonética y se fueron modificando hasta llegar a su consolidación actual.

En el siguiente artículo pasamos a describir nombres de los pueblos de la Provincia de Almería.

ALMERÍA

Se deriva de la voz árabe al-mariyya, “atalaya”, “torre vigía”. Es decir, “lugar desde donde se descubre mucho mar y tierra”. También los árabes la llamaron al-bahrí, “espejo del mar”.

El escritor árabe al-Idrisí la describe como “una atalaya sobre el mar que yace en tal lugar que no puede por la mar venir cosa grande ni pequeña para España que desde ella no se vean”.

ABLA

Se ha escrito que podía ser la antigua Abula, pero, en realidad se traba Alba, que era una de las mansiones de la calzada de Guadix a Málaga.

De Acci (Guadix) a Alba hay una distancia de XXXII millas, de Alba a Urci XXXIV millas y de ésta a Turaniana (Aguadulce) XVI millas.

Escribe Madoz que “examinando las indicadas antigüedades de esta villa, alguno, poco conocedor de la geografía antigua, ha traído a ella la ciudad de Abula, que Ptolomeo nombra entre las primeras de los bastitanos tarraconenses, en el mediterráneo de la región; pero además de la doctrina de este geógrafo, el itinerario de Antonio hace indudable la reducción exacta, designando en su lugar la mansión Alba de cuyo nombre es una metátesis (1) el actual, no aféresis (2) de Abula como también se ha querido”.

(1) Metaplasmo consistente en alterar el orden de las letras de un vocablo.

(2)Supresión de letras en principio de voz Alba es voz latina y significa “blanca”.

ABRUCENA

Los escribanos castellanos recogen diversas formas de este topónimo: La Urucena, la Brucena y Lauricena, que parece ser la forma que mejor refleje su primitivo nombre: Auracena, la “villa de Auricius”.

Ha sido corriente el paso de la /U/ a la /V/ y este a /B/, el caso más típico es el de Cantabria que se llamaba Cantauria y los literatos latinos la convirtieron en Cantabria.

ADRA

Es la Abdera fenicia, según Strabón. Abdrath es el nombre que dan loas monedas fenicias encontradas, pero ese mismo nombre también se encuentra en las inscripciones púnicas de Calama, en Mauritania.

Con el nombre de Abdera la citan Ptolomeo, Pomponio Mela y algún otro. Su fundación fue en la segunda mitad del siglo VIII a. C. por navegantes fenicios, posteriormente se convirtió en una factoría comercial púnica, pero antes, quizás, fuera una colonia griega. Se cree que Abdera significa “fortaleza”.

ALBANCHEZ

Aunque este nombre lleva el artículo árabe “al”, pudiera tratarse de un topónimo latino, que pudiera derivarse de la voz man-nxa, “tierra seca”, pero más seguro podría ser del latín “Macula”, que regularmente en fecha antigua se propagó la nasalidad de la “M” resultando Mangla o Mancla, que regularmente dio “mancha”, por lo que pudiera referirse a “pedazo de terreno que se distingue de os inmediatos por alguna cualidad” o sea “conjunto de plantas que pueblan algún terreno diferenciándolo de los colindantes”.

A la palabra Mancha se le antepone el artículo árabe “al” y da almancha y en prural da almanchas.

Francisco Javier Simonet en su Glosario de voces ibéricas y latinas usadas entre los mozárabes, indica un cambio de /M/ por /B/ y pone los ejemplos de Mulleus en Bulluc y Vumen en Viden. También se dio este cambio entre Medmar y Bedmar, como se le conoce hoy.

Albanchez, “terreno que se distingue de los colindantes por su vegetación”.

ALBOLODUY

De al-Buldud. Este topónimo es de origen árabe. Simonet cita la voz árabe al-boluth, “la encina”. P. de Alcalá da Bolluti-in, “el belloteros o los belloteros”. La voz Alboloduy debe ser plural por lo que el significado del topónimo sería “las encinas”. Esta es un árbol achaparrado, de tal longevidad que puede alcanzar más de cien años y muchos más, ya que se adapta a cualquier suelo o clima.

ALBOX

Procede de la voz árabe andalusí “Burj” y este lo toma del árabe clásico Burj y este del griego (en castellano Pyrgos), “torre defensiva”.

Su origen está en la voz indoeuropea Bhergh, “alto”

y pasó, entre otras lenguas, al germano en la forma de Burgs, “fortaleza”

Del germano pasó por un lado: al griego en la forma (Pyrgos), “torre” y de éste al árabe en la forma de Burj, Burch, “torre defensiva”, “torre de fuerte” o “edificio algo para defenderse o defender un plaza desde él”.

Por otro lado pasó del germano al latín tardío, adoptando en esta lengua la forma de Burgus, “arrabal”, “barrio”, y de este pasó al castellano en la forma de Burgo, “arrabal”, “barrio” (Edward A. Roberts y Bárbara Pastor. Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española).

ALCOLEA

Es la voz árabe al-Qulay’a, “el castillejo”, diminutivo de al-Qal’at, “el castillo”.

Además de este pueblo de la provincia de Almería, existen otros pueblos con este mismo nombre: en Ciudad Real (Alcolea de Calatrava), en Huesca (Alcolea de Cinca), en Guadalajara (Alcolea de las Peñas y Alcolea del Pinar), en Toledo (Alcolea del Tajo) y en Sevilla (Alcolea del Río).

ALCÓNTAR

Este topónimo se deriva de la voz árabe al-Qunaytar, “el puentecillo”, diminuto de al-Qantara, “el puente”. Existe en la provincia de Cuenca otro pueblo llamado Alconetar, que también significa “el puentecillo”.

ALCUDIA

Se deriva de la voz árabe al-kudya, “el cerro”, “el otero”, “la loma”. En 1850 se llamaba Alcudia de Baza y hoy se le conoce por Alcudia de Monteagudo, del latín monte (ablativo de mons-tis, “monte” y del ablativo de acutus-a-um, “en punta”. En árabe se pronunciaba “acuth”. Con este nombre se distinguía de la provincia de Almería de las otras.

ALHABIA

Este topónimo procede de la voz árabe al-Hawiyya, “el estanque”. Idrisi, cronista del siglo XII menciona el lago que se formaba en este lugar entre los ríos Nacimiento y Andarax.

ALHAMA

Como el topónimo anterior, es voz árabe, al-Hamman, “la fuente termal”, “Baños termales”, “Fuente de agua caliente”.

En un cerro llamado Oitano existe una caverna en donde nacen dos fuentes termales. Se le llamó por los árabes Alhama Gajajar, que quiere decir Alhama la Seca, mas tarde tomó el nombre de Alhama de Salmerón por haber nacido en ella el político D. Nicolás Salmerón, y hoy, para distinguirla de las otras Alhamas, se le nombra, Alhama de Almería.

ALICÚN

ALICÚN: aunque Asín Palacios incluye este topónimo en la lista de topónimos probables o seguramente arábigos no descifrados todavía, su topónimo es latino, pero modificado por la lengua árabe. Consta del artículo árabe “al” y la voz latina “lacuna” (en ablativo), formando al-Lacuna. Pierde una /L/ y la última vocal /A/ y por la imela granadina pasó a llamarse Alicún.

Dice Madoz que tiene “en un extremo una gran balsa o alberca cuadrilonga de 1800 varas cuadradas y 3 de profundidad en cuyo fondo nacen infinidad de veneros, unos llevan el agua muy caliente y otros muy fría, que producen saludables efectos para los dolores reumáticos”.

ALMÓCITA

Su topónimo es árabe y se deriva de al-Mowsita, “la de en medio”, “la mediana”.

ALSODUX

Procede de la voz árabe al-Sudus, “el Sexto”. Se trata de una voz dialectar andalusí y hace referencia al lugar numérico que ocupaba este pueblo en la taha de Marchena.

ANTAS

Se ha escrito que su nombre se deriva del latín antas, “basamento”, “pillar”, posiblemente por la existencia de dólmenes y piedras gigantescas en su zona.

Mas cierto es que pudiera tratarse de la voz prerromana Andrach o Andrax, “cueva”, “espelunca”. Esta voz pasó al griego en la forma de antron y al latín como antium, “cueva”, “caverna”, “gruta”, “antro”.

Andrax, tras perder la /R/ se convierte en antas, los árabes denominaron a un lugar muy próximo Algar, “cueva”, y dio lugar a la Cultura Argaica por los yacimientos encontrados en este lugar.

ARBOLEAS

La Bula de 1505 la llama Alvoreas; Bernardez, Valera y Palencia, dan Alboreas; Pérez de Hita y Mármol de Carvajal, Alboreas y Alboleas; la Farda de 1514 la cita como Alboreyax, situándola entre Albox y Albanchera. Asín Palacios la traduce por las “torrecillas”, lo que induce a pensar en varias torres pequeñas, cuando sería más lógico en una torre pequeña para la defensa y amparo de la no muy numerosa población que debió tener en época árabe.

El topónimo Alboreas –que es como figura en el Libro de Apeos de Cantoria- es el diminutivo de la voz árabe Burx o Burj, “torre”, pues este lo hace en la forma al-Burayax, “la torrecilla” y con este nombre existen otros pueblos en la geografía de España, tales como Arboreas (Albacete), Alborache (Valencia), Alborax (Albacete), Alboraya (Valencia), etc.

ARMUÑA

Su procedencia es la voz árabe al-Munia, que significa “huerto”, “jardín”, “quinta de recreo”.

Se ha escrito que “la población está situada en un  llano, que fue convertido en huerto, en el extremo de una especie de península circundada por el río Almanzora”.

“En las arenas del río Almanzora –dice E. Saavedra- se descubrieron pepitas de oro en algunos puntos de Armuña, hasta de 8 o 10 gramos…. Y restos de antiguos lavaderos que indican que debió sacarse de allí cantidad grande de oro”, y refiriéndose a los terrenos de Armuña, el ingeniero francés Williams de Rateau, en un informe razonado escrito en 1893, afirma que “su apariencia a la vista y su naturaleza, atentamente examina son las de verdaderos terrenos auríferos de aluvión idénticos a los de California, Australia, Transvaal y otros conocidos”.

BACARES

Ese topónimo, según Torres Balbas, se deriva de albacar, “corral de ganado”. Para Oliver Asín se trata del plural romance, propio del romance africano y, más concretamente, bereber, derivado del latín vaccar, con el significado de “vaqueriza donde se recoge el ganado vacuno”.

El bereber tomó el nombre del Latín Bajo, de los soldados de las legiones romanas, de la voz Vaccarium, “lugar de abundante vacas”, que en la lengua romance Provenzal, vacares era “Dehesa, pastos, lugar donde hay muchas vacas” y al pasar a través del bereber, por carecer la lengua árabe de /V/ se escribió “baqarat” y en prural baqarax o baqarex.

Dice Mardoz que la riqueza de este pueblo es agrícola y ganadera y “en su término se encontraban muchos corrales para encerrar ganado”.

BAYÁRCAL

Este topónimo está formado por dos palabras latinas: Valle, ablativo de Vallis-is, “valle” y arca, ablativo de arca-ae, “arca”, en el sentido de “secreto”, “recóndito”, y el diminutivo ullus-a-um, también en ablativo, por lo que podría ser traducido por “pequeños valles escondidos”.

En realidad se trata de un topónimo latino impuesto a un poblado por los accidentes geográficos de su término y conservado por los conquistadores árabes, aun que con deformaciones.

Para llegar a Bayárcal es necesario adorar loas arrugas del monte, fascinarse por las alturas de los riscos, admirar los abigarrados perfiles de las cumbres, quedar prendados de la profundidad de los hondos barrancos…” (Valeriano Sánchez Ramos. Almería. Pueblo a Pueblo).

BAYARQUE

Lo dicho sobre Bayarcal le es aplicable a Bayarque, menos en el diminutivo –ullus-. Bayarque significa “valle secreto recóndito”.

Dice Madoz que “por la parte Norte se halla la población rodeada de bajas colinas, y por el Sur la circunda la Sierra de Filabres con las cordilleras que de ella se desprenden, de manera que queda escondida entre las desigualdades del terreno”.

BÉDAR

La voz Bedar es árabe que según el léxico árabe analusí de P. de Alcalá, significa “luna”.

Escribe Francisco Romero González en Almería. Pueblo a pueblo que en Bédar “el pasado musulmán está presente en sus callejuelas, son retorcidas y angulosas y la naturaleza las designa: Mar, Luna, Almendro, Clavel, Parra, son algunos de sus nombres”.

Una de estas calles tiene el nombre de luna por la configuración del terreno y es por lo que los árabes dieron a este pueblo el nombre de Bédar “Luna”.

BEIRES

Para unos ese topónimo procede del Bajo Latín Baria o Barea. A través del mozárabe y significa “margen”, “orilla”, posiblemente por su situación a orilla del río Ohanes, que se une al Andarax.

Para otros, procede de la voz árabe Beir, “pozo”, posiblemente por las minas de hierro que hay en su término.

BENAHADUX

Tras la caída del califato, se construyeron magníficas casas de campo a cuyo alrededor se levantaron magníficas casas de campo a cuyo alrededor se levantaron las de los colonos, jornaleros y esclavos, y el conjunto forma un pequeño caserío que recibe el nombre del propietario o de algunas características del lugar.

Así nacieron los poblados que hoy llevan el prefijo bena, “casa de…” o beni o banu, “propiedad de los hijos de….” Expresando a continuación el nombre del propietario.

Benahadux, “la casa de Hasux”. Todo lo indicado en este topónimo es aplicable a los cuatro siguientes.

BENÍNAR

“Los hijos de Nar” o “la familia de Nar”.

BENITAGLA

Propiedad de los hijos de Tagla” o “Propiedad de la familia de Tagla”. Es como los anteriores y los dos posteriores, un antropónimo árabe.

BENIZALÓN

Los descendientes o hijos de Sahlun”.

BENTARIQUE

Del árabe Ibn Tariq, “propiedad de los hijos de Tariq”.

BERJA

Los árabe la llamaron Barya, su castillo o hisn pertenecía al Iqlin Busarrat Beni Hassan. A sus habitantes se les llama “virgitanos”, por ello, su topónimco bien pudiera ser una adaptación árabe de la antigua Vergi romana.

CANJÁYAR

Los árabes la llamaron Cansayar. Pedro de Alcalá da la voz árabe conjayra, “perra podenca”, es decir, de caza de conejos y por extensión a perros conejeros. Bien pudiera referirse a “lugar de muchas conejeras”, como consecuencia de las cuevas o minas estrechas y largas.

Dice Madoz, refiriéndose a su término, que en él, “no hay palmo de tierra que no esté agujereado con pozos y excavaciones”.

CANTORIA

Su topónimo es celtíbero, impuesto por el pueblo oretano. Consta de dos elementos: Kant, voz celta, que significa “la brillante”, “la resplandeciente” y Uria, de Ur, voz íbera, que significa “agua”.

En realidad, se trata de un teónimo, nombre de una diosa, pues el agua aparece en relación con la fertilidad y por tanto con la subsistencia. No habrá cosecha si no hay lluvia en cantidad adecuada. ¿Quién se encargará de enviar el suficiente líquido? Los seres sobrenaturales, por supuesto. El celta es, con diferencia, uno de los hombres más religiosos de la antigüedad conocida, si exceptuamos al egipcio de las primeras dinastías. No es extraño, que la máxima divinidad celta tuviera forma de mujer. No se puede decir que en esto fueran tampoco muy originales. El culto a una diosa creadora por encima de todos los demás dioses es muy común entre las culturas más antiguas, se llama esta Gran Diosa Madre, Isis o Astarte. El agua también es un símbolo femenino, así que no nos debe extrañar que la responsable última de su poder sea siempre una mujer. Las leyendas muestran que los seres sobrenaturales, con los que hay que relacionarse mas a menudo de lo que a los propios celtas les gustaría, viven en lugares de nombres sugerentes y de alguna forma relacionados con el agua e islas, por lo común (los mitos celtas).

Lo que primero vieron al llegar a Cantoria los oretanos fue un terreno donde brillaba el agua y el barro, este estaba en la balsa, ya que esta no existía como tal, sino que brotaba el agua de la tierra y se fue extendiendo a través de los siglos por una zona bastante amplia y como brillaba se le puso al lugar Canturia, “el lugar brillante agua”, Kant, “brillante”, Ur, “agua”, y ia “lugar”.

CARBONERAS

El idrisí decía que “desde allí (cerro Monroy) a la isla nombrada Qarbunira (Carboneras) hay doce millas” (20 Kilómetros).

El diccionario da para el vocablo carbonera el significado de “pila de leña, cubierta de arcilla preparada a manera de horno para hacer carbón”. A esta isla se le llama hoy la Isleta, y el nombre de Carboneras ha quedado para la población de tierra firme. En su término según Madoz “abunda la leña de monte bajo que es la que se surte el pueblo”.

CASTRO DE FILABRES

Esta voz se deriva del ablativo de la palabra latina Castrum, que significa “recinto fortificado” y es de la época romana, y para distinguirlo de los demás pueblos con este mismo nombre se le añadió el nombre de la sierra donde está enclavado “Filabres”.

CÓBDAR

Para Nieto Ballester se trata del étimo latino capitale, derivado de capita, en el sentido de “loma”, “cerro”. José María Albaigés también lo deriva de capitale, “cabeza”, en el mismo sentido de “loma” y “cerro”. En cambio, para Martínez López, José Miguel y Esteban Segura, Beatriz, los orígenes de Cóbdar son árabes.

Su nombre procede de la voz árabe Qawda, que significa “pico elevado de montaña”, haciendo alusión a la “piedra o cerro elevado de mármol bajo el que se asienta el pueblo”.

Su topónimo, en realidad, proviene de la voz árabe Qubtal, “codo” y esta del latín cubitu (ablativo locativo de cubitus o cubitum, “codo” y mas concretamente del participio latino cubitate “forma de codo”. De una piedra de mármol que tiene forma de codo le viene el nombre y está junto al mismo pueblo.

CUEVAS DEL ALMANZORA

Su nombre deriva del latín cova, “cueva”, “hueco”, en plural y tomó este nombre por la existencia de cuevas en sus proximidades y que fueron excavadas por el hombre por la facilidad del terreno para ello, para habitarlas.

Primero se llamó del Marqués de los Vélez, por haber pertenecido al marquesado de los Vélez, mas tarde Cuevas de Vera y posteriormente Cuevas del Almanzora, por pasar dicho río por ella.

CHERCOS

Procede su nombre del latín quercus, “encina”, con la palatización de /CH/ por /Q/ por la influencia mozábare.

CHIRIVEL

Se deriva esta palabra de la voz latina silva, “selva”, “bosque”, más la terminación latina del diminutivo –ella- y da silvela, “selva pequeña” y por la conversión del árabe de la /S/ en /J/ y la palatinación de esta en /CH/ por el habla mozábare.

DALÍAS

Su topónimo se deriva de la voz árabe daliya, que significa “la vid”.

DARRÍCAL

Su nombre se deriva de la voz árabe darach, que según el léxico árabe andalusí de P. de Alcalá significa “escalón, grada para subir”. Se trata de una característica especial que los primeros pobladores vieron en su aspecto geográfico.

Madoz dice que está situada en el “declive de un cerro de 28 grados de inclinación” y el informador del Diccionario Geográfico de Tomás López dice “su suelo es tan áspero y tan pendiente que para subir algunas calles es necesario e indispensable el asirse a las piedras” y “las referidas tierras divididas en un sin fin de marjales en figura de anfiteatro”.

EL EJIDO

Este topónimo se deriva del supino latino exitus, “terreno continuo a un pueblo, que se destina a eras y donde pueden estar también los ganados de todos los vecinos”.

ENIX

Se deriva este nombre de la voz árabe aaniz, plural aanizin, “cabras”.

FELIX

Este topónimo se deriva de la voz árabe felliz “pollo”. Tanto este nombre como el anterior debieron de tratarse de la existencia de granjas con estos animales.

FINES

El nombre de esta villa es de clara filiación latina pues procede de la voz latina finis-is, “frontera”, “límite”, por lo que algunos han identificado a este lugar como límite de dos provincias. Esta es también la opinión de García Ramos, cuando afirma que “aunque no está claro, sin embargo, la razón de este topónimo, es indudable que la villa de Fines debió de estar en el límite de algunas de las divisiones territoriales establecidas en tiempo de la dominación romana o posterior a ella. D. Aureliano Fernández-Guerra, quizás guiándose por su topónimo, afirma que la divisoria de la Tarraconense y la Bética pasaba por Fines.

Pero si Fines por su topónimo es considerada límite entre dos provincias y no lo fue entre la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior, si pudo serlo y lo fue entre Cora de Jaén y la Cora de Tudmir, como consecuencia del Pacto o Capitulación entre Teodomiro, duque de Auriola (hoy Orihuela) y Abdelaziz (hijo de Muza), jefe de las fuerzas árabes que invadieron España, firmando el 5 de abril de 713. Cantoria era el último pueblo de la Cora de Tudmir, pues Fines y Olula no existían y Purchena lo era de la Cora de Jaén.

Hubo poblaciones con el nombre de Fines, especialmente en la frontera entre la Bética y la Lusitania.

FIÑANA

También este topónimo es latino. Su nombre es Finiana, que significa “la fronteriza”.


FONDÓN

Significa “lugar profundo, rodeado de barrancos más altos” y se deriva de la voz del bajo latín fundus, que pasó al dialecto mozárabe en la forma de Fondón, alfondón y al-hondon. Existen varios nombres geográficos con este mismo nombre.

Simonet dice que se trata de un nombre geográfico usado en los territorios dominados por los moros, y que por su forma expresiva de circunstancias locales, bastan por si solas par acreditar la existencia del romance hispano-latino “el fondón, el hondón”, pues a la aljamía mozárabe pertenecieron muchos vocablos que hoy o se usan con distintas formas o no aparecen de modo alguno en otros hablados dentro o fuera de la Península, tales, entre ellos, en encuentra Fondón.

Dice Madoz que el pueblo almeriense de Fondón, “está situado en un valle de 1 y ½ legua de extensión, que se forma entre el cerro de Sanfandila que se desprende de Sierra de Gádor y una cordillera de la Nevada”.

GÁDOR

Asín Palacios incluye este topónimo en la lista de topónimos probables o seguramente arábigos, no descifrados todavía. Los romanos denominaron a la Sierra de Gádor y demás montes de la Alpujarra, Illipula Montes y los árabes la llamaron Gormita de Heb, “cueva de oro”, por la abundancia del mineral que encierra.

En realidad, su nombre pudiera derivarse de la raíz trilitera (raiz de tres letras) semítica, ADR, “ciudad murada”, del fenicio GDR. Escribe Díaz Ramos, Antonio, “que del siglo III se encuentran en su término un conjunto de instalaciones megalíticas, tanto en los Millares, parte de cuyas defensas exteriores se sitúan en Gádor como en otros lugares del término municipal” y para Delgado significa “abrigo para hato de ganado”, y “lugar rodeado de muros, cercado de tapias”.



GARRUCHA

El profesor Torres Fontes situa en Garrucha en el año 1327, como población costera nazarí de Almoraic, lugar ubicado a medio camino entre Vera y Mojácar, a una legua de ésta última.

Cita José María Albaigés, el topónimo La Grarrotxa, en la comarca situada en la parte meridional de la depresión central catalana, provincia de Lérida. El étimo de este topónimo es muy discutido, podría proceder de la raiz árabe Hurug, “el prominente”, en alusión del terreno, muy montañoso.

También se ha hablado de que este topónimo pudiera derivarse de la voz latina Cáriceus, de Carex-icis, “carrizo”, evolucionando con los mozárabes a capricho o carricha, pasando al castellano en la forma de garrucha. Pero en árabe carrizo se pronuncia carrich.

En la provincia de Murcia existe el topónimo Garruchal, Esta voz lleva el sufijo –al, característico de las formas colectivas de plantas, pero se desconoce a que plantas se refiere.

Pabón considera la palabra garrucha de origen latino derivada de garruchana, topónimo que se derivaría del gentilicio Garrucius, pero “por los algarrobos que había en su contorno, se convirtió en la Garrofera, pasando con el tiempo en Garrucha (la)”.

En realidad, Garrucha debe derivarse de garrofa (fruto del algarroba, árbol leguminosos, propio de las regiones marítimas templadas). De garrufa, pasó a garruxa y de esta a garrucha, pues conocida es la tendencia del romance al ensordecimiento de la consonante final /J/, /X/ en /CH/. Por lo que se traduciría Garrucha por “lugar donde hay algarrobos”. Pero la palabra garrofa, también es árabe y se traduce por “sitio en la orilla del mar donde se amontonan la piedra, grava, arena, después de los oleajes”.

GÉRGAL

Los árabes la llamaron Xergal, el historiador Mármol, Jergal y ha prevalecido Gérgal, que es como se la conoce en la actualidad.

Simonet escribe Xergal y la considera, probablemente, “lugar abundante en seda”, del adejetivo del bajo Latín sericalis-e, de sercum, “seda” y opina que se debió llamar así (Gérgal) por abundar allí la cría de gusano, como la fabricación de seda, y en escrituas antiguas se lee “…y seda de Xergal).

Los árabes a la voz serica, “seda”, la convirtieron en xergal mediante el cambio de /S/ latina en /X/ o /J/ y la /C/ en /G/ y la pérdida de la /I/ entre consonantes y la terminación /L/ o /R/ que hace /al/ o /ar/ es propia muchos pueblos de Andalucía y es muy dado cuando se trata de un colectivo (retamar o retamal, lugar donde abundan las retamas, por ejemplo).

HUÉCIJA

Los árabes la llamaban Wasiya. Desconocemos el origen del topónimo, aunque pudiera ser árabe, pues en la época musulmana este lugar también era llamado Güecixa o Güecija y posteriormente se llamó Huecija, por una disposición estatal de que los pueblos cuyo nombre empezara por Gue se escribiera Hue.

HUÉRCAL DE ALMERÍA

Elena Pizzi, profesora de árabe, aclara que la garfía árabe se corresponde con la transcripción fonética habitual para el árabe hispano que figura en la denominación adjudicada a Huercal de Almería en el siglo XVIII como Guercal, donde aparece la representación normal de Wau árabe por el sonodo /GU/, la /H/ debió adoptarse después, traída por la formación del distongo /EU/ y parte de la raiz árabe WRQ, relacionándola con la vegetación, de la voz Waraq, “verdor”, se llega fácilmente a una variante vulgar Warkal o Warcal, que podria sr utilizada para el topónimo expresado por Warkal, “Huércal”.

Para Menéndez Pidal y García de Diego el nombre de Huércal se deriva de la voz celta Orcus o Orca; Corominas da tora voz celta, Olca, “huelga, vega, campo feraz junto a un río”. Aunque considera esta hipótesis menos probable por ser en la zona de Almería. Nieto Ballester dice que su origen puede ser la voz celta Olca, “campo fértil, jardín, huerta”, pero, igual que Corominas, dice “que la presencia de este topónimo en territorio de Almería platea problemas”.

HUÉRCAL OVERA

El es aplicable parte de lo dicho para Huércal de Almería, con la salvedad de que este topónimo pudiera tratase de una voz celta, ya que los oretanos, pueblo celtíbero, pasaron por el río Almanzora y fundaron Oria, Cantoria, Serón y Vera, pues Huércal está a unos dos Kilómetros del río.

Overa: para Elena Pizzi, el topónimo Overa podría proceder del nombre de la tribu bereber establecida en España, la Hawwara, procedente del grupo de los Lawata.

Pero en época árabe se llamaba Aber arrataba. La voz Aber es la pronunciación mozárabe de Iber, pues así se le llamaba antiguamente al río Almanzora y ar-Rataba equivale a “portazgo” (derecho que se pagaba por el paso de un sitio o paraje”, en realidad, era un impuesto que se pagaba por pasar el ganado a través del río, en el camino de Almería a Lorca.

Los historiadores ar-Rataba en los Pozos de la Cuesta pues no se han equivocado nada menos que en dos Kilómetros, pues creían que la voz se derivaba de Bir “pozo”.

ÍLLAR

Se trata de la voz árabe, Hajar, en singular, e Hijar, en plural, “canto, piedra grande”. La /J/ se p pronuncia como la /J/ francesa /Y/, de ahí la pronunciación Illar.

Dice Madoz que el pueblo está situado “en forma de anfiteatro en la falda de un cerro des mismo nombre”. Illar, “piedra”.

INSTINCIÓN

Los árabes la llamaban “Estancihum”, y es la voz latina Instintio-onis, “Parada, descanso”. Debió de tratarse de estación o lugar de parada en la calzada que iba de Guadix a Málaga.


LAROYA

Se deriva de Harsiat, diminutivo de la voz árabe Harat, “Barrio”, precedida del artículo –al, da al-haraiat y pasó a llamarse Laroya, “barrio pequeño” o “el pequeño barrio”.

La palabra barrio, Harat tenía en el árabe una significación muy amplia. No solo se llamaba así a zonas, más o menos extensas de la ciudad sino a lugares lejanos como alcarias, cortijadas y pequeñas aldeas.

LAUJAR DEL ANDARAX

Se deriva este topónimo de la lauxa, “losa”. Para Nieto Ballester se trata de “un préstamo mozárabe al dialecto hispano-árabe, derivado de un término prerromano, Lausa o Lausia. Para Simonet, Lauxa equivale al latín, lapis, “piedra”, Para R. Martín, lauxa equivale al latín, lapis, “piedra”. Para R. Martín, lauxa es “losa para losar”, e igual para P. de Alcalá.

En realidad la voz lauxa se deriva de la celtolatina lausis, “piedra grande y plana”, como las que se ponen en los sepulcros o las que se emplean para pavimentar. La vocal primera se convierte en /au/ y la consonante /S/ se pronuncia en árabe /X/ o /J/, por lo que lauxar y lauchar, colectivo, en árabe andalusí, se le da el significado de “terreno copioso de lonchas y losas”, parecida a la voz castellana lanchar, “cantera de donde se sacan lanchas o pizarras”. ANDARX, “caverna”, “cueva”, ver Antas.

LÍJAR

En la Bula de Erección la cita con el nombre de Lixar y el Censo Real de 1594, al referirse a las ciudades, villas y lugares del Reino de Granada la cita como Dixar. Oliver Asín hace derivar este topónimo de la voz árabe ad-Dixar, que según él tiene varios significados: “propiedad para pastos”, “Reunión de tierras, caseríos o campos que son propiedad de una reducida colectividad”, “Cortijo o casa de campo”, “Serranía o tierras montañosas”, significado este último que también le da P. de Alcalá.

Las voces ad-dixar (portugués), alijar (castellano), “caseríos, cortijos” y alixar (catalán), “casa de labrador morisco” se derivan del andalusí ad-dixar.

LOS GALLARDOS

Este topónimo es un patronímico, es decir, se aplica el nombre, o mejor dicho, apellido derivado del padre, que le corresponde llevar a los hijos. Por serlo.

Pudiera tratarse, -aunque no se puede afirmar- del capitán Francisco Gallardo, vecino de la ciudad de Vera, que sirvió contra las huestes moriscas de Granada y que prendió en Mesa Redonda (Carboneras) al jefe moriscos Hernando Portocarrero.

Los Gallardos pertenecieron a Bédar hasta septiembre de 1924, fecha en que se segregó.

LUBRÍN

Se deriva de la voz árabe al-Ubrán, que a su vez lo tomó de la latina Umbra, “Umbría” (lugar muy sombreado” o por ejemplo, “un valle, que por su orientación, está siempre a la sombra”.

En esta villa, a una de sus calles, se llama calle del Sol que, curiosamente nunca da el Sol en ella y la plaza es semejante a un anfiteatro por quedar en una hondonada.

Para indicar las zonas donde no daba el Sol los árabes utilizaban las voces Jaufin, Jaufí, Xaufi y Chaupí (lugar de Huércal Overa).

LÚCAR

En las escrituras árabes del siglo XVI figuran escrito Lúcar y Luccar, ambos nombres son sinónimos y proceden del adjetivo latino Lucaris-e, “lo que pertenece a los bosques, especialmente a los sagrados”. En Cicerón se traduciría como “bosque, arboleda, selva sagrada”, por ello habría que traducir Lúcar como “lugar de bosque sagrado”.

Posiblemente, como reminiscencia de ello en 1848, habla Madoz de una tierra perteneciente al Marqués de Valdemediano, la cual “contiene algunos pinos y monte bajo de combustible y carboneo”.

LUCAINENA DE LAS TORRES

Su nombre es latino y procede de Lucainiana, “villa de un Lucanius” (lucano). Por su fonética se ve claramente la influencia mozárabe, ya que conserva el diptongo /ai/.

El otro término, de las Torres, es para distinguirla de la Lucainena de Darrical.

MACAEL

Este nombre se deriva de maculata, ablativo singular del participio maculatus-a-um, “manchada”, del verbo latino maculo, “manchar”, “ensuciar”. Se conocía, entre los romanos, con el nombre de maculata, “la manchada”, a una red que tenían los pastores para cubrir con ella a sus hatos o rebaños con el fin de que ninguna res se uniera a los otros durante la noche. Con el tiempo, este nombre se asoció al de las cabañas de los pastores.

Esta voz, maculata, recibida, especialmente, a través de Cartago, los árabes la transformaron en maguela, pasando después a naguela, “casa pagiza o pobre”. También se le llamó Macaela, según Mármol y Carvajal, cuando escribe “el beneficiado Román cura de la Macaela”.

Pero los moriscos, al apoderarse Alfonso X de Lorca, se llevaron la población a lo que hoy llaman Macael Viejo y como también se llevaron el nombre de Macael para dárselo a este lugar, al lugar que dejaron lo llamaron Aratova “Barrio en lugar rodeado de cerros”, y después de la Reconquista volvieron a él y volvió a llamarse otra vez “Macael”. Macael, “cabaña de pastores”.

MARÍA

Este pueblo nació como una pequeña alquería árabe. Su nombre es idéntico al de Almería, pero sin el artículo /al/, es decir, Mariyya, “torre vigía”.

MOJÁCAR

Su topónimo se deriva del ablativo singular de las voces latinas Monte, de mons-montis, “monte” y de sacra, de sacer-sacra-sacrum, “sagrado”, modificado por la fonética árabe en Mojácar, “Monte Sagrado”.

MOJONERA, LA

Según el Diccionario esta voz indica “lugar donde se ponen los mojones”, “serie de mojones”. Y el diccionario de la Lengua Española, al término mojonera, le da el significado de “lugar o sitio donde se ponen mojones”, y por extensión, “serie de mojones que señalan la confrontación de dos términos o jurisdicciones”.

El 10 de abril de 1984, se aprobó el Decreto de segregación de la barriada de La Mojonera que pertenecía al término municipal de Felix, para constituirse en un nuevo término e independiente municipio con denominación y capitalidad de La Mojonera.



NACIMIENTO

Este población surgió en el año 1750 y tomó el nombre del rio que pasa por el lugar y que es afluente del Andarax y se une  a él en Alhabia.

NÍJAR

El topónimo Nijar es árabe, se deriva de la voz de esta lengua Nasra, “entre peñas”. La /S/ se convierte en /J/, la primera /A/, por la imela granadina se transforma en /I/ y la /R/ para a último lugar.

OHANES

OHANES: se trata, en realidad de un antropónimo romano (nombre propio de persona). Se deriva de Johanes, “Juan”. El paso de la /J/ a /Y/ y su posterior desaparición.

OLULA DE CASTRO

Ver lo que se dice de Olula del Río.

OLULA DEL RÍO

Ibn al-Jatib cita a esta villa con el nombre de Guolula del Rio para distinguir a esta de su homónima Guolula de Castro, pero ambas están realcionadas con Uleila del Campo.

Luis de Mármol da a Olula del Río los nombres de Olula y Ulula, y Pérez de Hita el de Uleyla. Simonet, en su Descripción del Reino de Granada, escribe que hay dos Ululas, Ulula de Castro y Ulula del Río y una Uleila (hoy Uleila del Campo). En la donación de Purchena al duque de Medinaceli se nombre a esta villa con el nombre de Ulula de Fines.

Se ha escrito que su nombre procede de la voz árabe Ulawa, “altura”, “elevación”, de cuya raíz al-ava procede el nombre de Alá.

Desconocemos el significado del topónimo Olula, Ulula y Guolula, pero creemos que pudiera tratarse del nombre de alguna tribu bereber, muy abundantes en los nombres de los pueblos de la Sierra de Filabres. Esta tribu puedo tener el nombre de Beni Guolula, nombre bastante parecido al de la tribu bereber Beni Buhlula, una fracción de ella se localiza al sur de Fez, sobre una montaña que llevaba el nombre de la tribu Buhlula y dio el nombre a Bollullos del Condado y a Bollullos de la Imitación. La tribu que dio el nombre alas villas de Olula del Río y Olula de Castro debió ser una fracción de otra mayor, quizás la de los Fazaras que ocupó el Valle Medio y Alto del río Almanzora, cuyos núcleos mas importantes fueron Purchena, Serón, Oria y Cantoria.

ORIA

Este nombre, como el de Cantoria fue impuesto por el pueblo oretano, de raza celtíbera y se deriva de la voz ibérica Ur, “agua”, es decir, Oria significa “el lugar del agua”.

PADULES

Este nombre se deriva del latín tardío, Padule, ablativo singular de padul-padulis, “pantano”, “charca”, “cienaga”, “tierra pantanosa”.

PARTALOA

Su primitivo nombre fue Cartaloba y se compone de las siguientes palabras, todas ellas árabes: Cariat al oba, que traducido de esta lengua da: Cariat “casa de campo” o “pueblo de poco vecindario”, el artículo /al/ y Oba, palabra turca semejante a Nava y significa “tierra llana rodeada de montañas”.

Cartaloba pudiera traducirse como “casa de campo o pueblo de poco vecindario situado en lugar llano rodeado de cerros”.

Madoz dice que está “situada en un ángulo formado por dos cordilleras de piedra”.

PATERNA DEL RÍO

Su nombre trata de un antropónimo latino, Paternus, nombre del dueño o poseedor de una finca o villa.




PECHINA

La Bayyana musulmana sucedió a la iberromana Urci, wa-madinat Urs wa-hiya Bayya, “y a la ciudad de Urci que es Pechina”.

Pechina fue el centro geográfico de la marca de Sierra Alhamilla y capital administrativa de la jurisdicción que después se llamó “tierra de Almería” y cabeza de la Cora musulmana de Bayyana y fue la única ciudad fundada después de la llegada del Islam.

El nombre de Bayyana, según Torres Baldés, procede de una herencia o fundus de un Baianus.

PULPÍ

Su topónimo se compone de la voz latina Populus más el suflijo –etum, dando Populetum, “los chopos”, “abundancia de chopos”. De populetum pasó a popletu, de esta voz a polpetu y mas tarde a pulpite, pulpit y finalmente a pulpi.

Pulpite es una aldea de Cúllar de Baza y Pulpites es un lugar de la provincia de Murcia.

PURCHENA

Este topónimo se deriva de la voz árabe Bursana, compuesta de Burj o Burx, “torre” y el sufijo –ana, “torre o castillo mío o nuestro”.

Según Diego Hurtado de Mendoza a esta ciudad, “en otro tiempo llamada por los antiguos Illipula grande, a diferencia de otra menos, en la ribera del Guadalquivir”.

RÁGOL

Se ha escrito que acaso fuera voz derivada del latín radius, “linea”, en la aceptación de “limite” o “frontera” y otros consideran que es voz árabe, de raga “lado”, mas la forma diminutiva mozárabe, procedente del latín-ullus.

RIOJA

Este nombre procede de la voz del Bajo Latín riusa, “río”, modificada por el habla mozárabe que hace la /S/ en /J/ y la /U/ en /O/.

ROQUETAS DE MAR

Roquetas, plural de roqueta y esta es diminutivo de roque, “carro de guerra” y procede de la voz árabe andalusí Ruhh, que a su vez lo hace del persa Rah, “carro de guerra”.

Estas roquetas defendían un cuartel de caballería situado en la entrada oriental del pueblo en cual fue construido en tiempos de Carlos III para defensa de la costa.



SANTA CRUZ DE MARCHENA

En 1505 D. Diego de Castilla estableció su señorío en la alquería de Haratalgima, “Barrio de la Mezquita” y en el mismo año fue convertida esta mezquita en templo cristiano con el título de Iglesia de Santa Cruz, por lo uqe tomó este nombre la alquería. Marchena, segundo elemento de este topónimo, por haber pertenecido esta alquería a la taha de Marchena y esta voz procede del latín Marciana, nombre de la propietaria a o la hacienda de Marcius. La fonética de este término acusa una clara influencia mozárabe.

SANTA FÉ DE MONDÚJAR

El hisn de Mondújar, “Castillo del Monte Rojo “, está situado en una colonia de color rojo cerca del rio Andarax, A finales del siglo XV debió de fundarse Santa Fe para acoger a los musulmanes expulsados de Almería, sustituyendo a Mondújar. Hoy hay un caserío llamado Mondújar, anejo de Santa Fe.

SENÉS

También se ha escrito Xenes, su topónimo es árabe y significa “ladera”. Este pueblo se encuentra en forma “escalonada” en las faldas de la Sierra de los Filabres.



SERÓN

Este topónimo es celta y fue dado por el pueblo oretano, celtíbero, que dio también nombre, entre otros, a Oria y Cantoria. Como era costumbre, los celtas pusieron el nombre de una divinidad, Sirona, una forma variante de la “Señora de las aguas, del cielo nocturno y del otro mundo”. Se le solía representar llevando una culebra en el brazo izquierdo (lado fatídico), y un plato con tres huevos en la mano derecha (lado favorable), símbolo de la muerte y la regeneración, ilustrando la enseñanza céltica de que la vida procede de la muerte y la muerte de la vida. De este modo la diosa simboliza ambos aspectos de la Naturaleza. De este modo la diosa simboliza ambos aspectos de la Naturaleza, y se explica la frecuente presencia de aras votivas e imágenes suya cerca de fuentes y manantiales curativos que le estaban consagrados y a los que a menudo daba nombre.

SIERRO

Su nombre procede de la voz del Bajo Latín Serrum, “monte, terreno montañoso”.

SOMONTÍN

Este topónimo se compone de dos elementos: -Sub, prefijo que expresa en primer lugar inferioridad de situación o de categoría. En segundo, la voz hispanolatina montana, modificada por el árabe en montan. -Submontan; “debajo de la montaña” y los árabes lo modificaron por la imela granadina convirtiendo en Somontín.

En los archivos de Simancas aparece con el nombre de Somontielo, “Debajo del Montecillo”.

SORBAS

Su topónimo es árabe y significa “olla de arena”. Dice Madoz que en esta localidad “existen veinticuatro fábricas de alfarería… En algunas partes llaman a las vasijas de estas fábricas ollas de arena, por la tierra arcillosa y refractaria” con que son fabricadas.


SUFLÍ

Para Asín Palacios es voz árabe y significa “bajo”, “inferior”. Antiguamente se le llamaba Serro el Bajo para distinguirlo de Serro, el actual Sierro.


TABERNAS

Precede de la voz latina taberna, cuyo valor primitivo fue: “habitación hecha con tablas” (tabula), “cabaña”, “casuca” (pauperum taberna) y posteriormente pasó a “tienda”, “hospedería” y mas tarde al actual sentido de “taberna”.



TABERNO

Es aplicable todo lo dicho para Tabernas.

TAHAL

Asín Palacios incluye este topónimo en la Lista de topónimos probable o seguramente arábigos no descifrados todavía.

Al individuo natural de este pueblo los moros le llamaban tahalí, “el de Tahal”, pero lo palabra tahalí, según el Diccionario significa “caja de cuero pequeña en la que los soldados moros llevaban oraciones del Corán y los cristianos reliquias y oraciones.

En realidad Tahal se trata de un antropónimo, nombre personal y el topónimo debió ser, como fue en Alicante, Beni Tahal, “los hijos de Tahil”, cosa que no sería extraña, ya que en la sierra de Filabres existieron y existen muchos pueblos con el prefijo Beni, tales como Benitagla, Benitorafe, Benimina, etc.

TERQUE

Podría derivarse de la voz latina tergo, ablativo de Tergum, “espalda”, “al otro lado de”. Pudiera ser a espaldas de Marchena, ya que enfrente de Terque está el cerro de Marchena, donde había una fortaleza antigua, a la otra parte del río Adarax, ya que Marchena existió antes de Terque.

TÍJOLA

Este topónimo procede de la voz presatina, muy probable celta Tagilus, epíteto que se aplicó a Júpiter, “el celestial”, “el puntal del mundo”, y siguiendo los romanos la moda habitual de absorber todas las divinidades anteriores. De aquí proceden los nombres latinos como Tigullinus, jefe de la guardia pretoriana de Nerón.

El nombre de Tajili debió ponerlo los oretanos, que como buenos celtas ponían nombres de divinidades, como ocurrió con Oria, Cantoria y Serón.

TURRE

Se deriva de la voz latina turre, ablativo singular de Turris-is, “torre”.

TURRILLAS

Procede como Turre del ablativo latino Turre, mas el diminutivo –ullus, que da turrilla y mediante la imela granadina se convierte en Turrillas, “torrecillas”.

ULEILA DEL CAMPO

Le es aplicable todo lo dicho para Olula del Río.

URRÁCAL

Se deriva de la voz árabe hurrayqa, “salitre depositado por el agua del mar”, aunque no hay que descartar la voz andalusí al-hurrayqah, “ortiga” y como no es término municipal que linda con el mar, hay que darle a este topónimo el sentido de “agua que deja sal en las piedras” o mas claramente “agua con salitre”, que por la /L/ final en el nombre del pueblo, debió de tratarse de un pequeño manantial. A cinco kilómetros del pueblo existe un anejo llamado Agua Amarga y se trata de una de tantas referencias a la existencia o afloramiento de aguas de distintas cualidades o naturaleza. En nuestra provincia existen los nombres de Agua Amarga en Sorbas, Huércal Overa, además de este en Urrácal. La existencia de este lugar, podría indicar que fue aquí donde primero se asentaron los musulmanes y cuando llegó Alfonso X “el Sabio” a Lorca, se establecieron en un lugar más alto, como el actual.

VELEFIQUE

Los árabes la llamaron Balafiq, pero este topónimo está compuesto de dos voces latinas: - Valle, ablativo de Vallis-is, “valle” y –Fici, genitivo de ficus-i “higuera”. Velefici, “Valle de las higuera”. De esta alquería era originario Abul-Barakat Ibn al-Hayy al-Balafiqi, cadí, historiador, poeta y maestro de Ibn al-Jatib.

VÉLEZ BLANCO

Los árabes la llamaban Velad alabiad, “valle blanco”, por el color de la sierra de su alrededor.

VÉLEZ RUBIO

A este pueblo los árabes le llamaron Velad Alahamar, “Valle Rubio”, también por el color de la sierra de su alrededor.

VERA

Primeramente se llamó Iberia, “Ciudad del Iber”, ya que el nombre primitivo del río Almanzora era Iber, fue fundada, posiblemente por los oretanos, los fenicios llamaron Barea, los romanos Barias, los mozárabes Baira y los árabes, en principio también Baira y más tarde Bira. En todos estos nombres se conservan la /B/, y /R/ y varían las vocales.

Su primer establecimiento estuvo en Villaricos y cuando Alfonso X, “el Sabio”, tomó Lorca, cambió el lugar de emplazamiento y se traslada al lugar que hoy llama el Cerro del Espíritu Santo.

Otra Iberia hubo en la desembocadura del Ebro, la que los romanos llamaron Imposta, “la impuesta”, que posteriormente se llamó Amposta.

VIATOR

Su topónimo es latino y se deriva de Viator-is, “viandante, viajero, mensajero oficial”.

Posiblemente fuera el lugar donde paraban los vehículos que circulaban por la calzada romana de Castulo a Malaca, “Itinerario Antonino”.

VÍCAR

Se deriva de la voz del Bajo Latín Vaccarium-i “lugar abundante de vacas”, que por la imela granadina se pronunció Vicar.

Los lugares de Felix, Enix y Vícar, muy próximos entre si, tomaron nombre de la fauna del lugar, “pollos”, “cabras” y “vacas”.

ZURGENA

Este topónimo es iraní. Se trata de la voz Zurjane, que significa “campamento donde se adiestran la de élite”.

En Cantoria existe el topónimo Maydon, también iraní, cuyo significado es “picadero”, es decir, “lugar donde se adiestran los caballos” y Roquetas deriva su nombre de otra voz iraní, Ruhh, “carro de guerra”. En este caso al ser plural, “carros pequeños de guerra”.

LAS TRES VILLAS

Este municipio está compuesto por las siguientes entidades: Doña María, Ocaña y Escúllar.

El 16 de septiembre de 1976, en Consejo de Ministros se aprobó la fusión voluntaria de los municipios de Escúllar y Doña María-Ocaña en una sola denominación de Las Tres Villas, otorgando la capitalidad al núcleo de población de Doña María-Ocaña- En 1920 Doña María y Ocaña de Alboloduy se habían fusionado en un solo municipio tomando el nombre de Doña María de Ocaña.

El municipio de Abla se componía de tres núcleos de población en 1571: el del propio lugar de Abla y dos barrios distantes, las Adelfas y la Venta de Doña María. La Venta de Doña María era una cortijada situada en el Camino Real de Almería a Guadix, a una legua de Abla y se componía de nueve casas-cortijo, con tierras y ganado propiedad de D. Juan Manuel de Mendoza. A D. María se le conoció también por Casa Bermeja. De Escúllar desconocemos el significado.