Julio Lizarte Calandria

Por Pedro Lizarte y Diego Juan Jiménez

El Maestro Lizarte

Nace el 11 de abril del 1931, en plena Semana Santa y tres días antes de proclamarse la II República en España. Es el mayor de cuatro hermanos. Su infancia es como la de cualquier otro niño de clase baja, no siendo escolarizado y pasando las penurias típicas de la época.

Al estallar la guerra civil en 1936 se traslada, junto con su familia, a un cortijo en la localidad de Antas, en donde pasa varios meses. De regreso a Cantoria, sus padres, Julio y Clotilde regentan una panadería. Pero esta circunstancia, a pesar del sacrificio que necesita este tipo de negocio, conllevó que no pasaran hambre en una época de grandes carencias para la población. -"¡Cuanta hambre me quitó la Clotilde!"- se le podía oír a mucha gente. También cuentan los que lo vivieron, que con el calor del horno evitó la muerte de algún que otro niño, dándole cobijo en los duros inviernos cantorianos.

Conforme pasan los años y se va haciendo adolescente, tiene que ayudar a su padre, conocido como el Julio el Ventas en las tareas agrícolas y ganaderas, con lo que la etapa escolar pasa de refilón por su vida. Incluso cuenta a veces que cuando la gente pudiente le preguntaba a su padre que cómo era el niño, este le respondía –“muy bueno, y además ya las guarda mejor que yo”- se refería a las cabras. Y el pudiente apostillaba: -“eso, eso, hay que enseñarlos desde bien pequeños”-.

Este episodio es importante en la vida de Julio porque de cierta manera le hizo rebelarse contra lo establecido en la época, y le marcó tanto que, aunque no tenga un título académico, aprendió a leer y escribir por su cuenta para no se un analfabeto. Y lo consiguió, gracias a su gran fuerza de voluntad y fe ciega en sus ideales que le han marcado a fuego durante toda su vida.

Es en esta etapa es cuando empieza a sentir atracción por la música y tiene un primer acercamiento a la banda que entonces existía. Estamos hablando de los años cuarenta cuando D. Miguel Rodríguez Pérez estaba al frente de la misma. En el 45 comienza a dar clases de solfeo a la que asisten gran cantidad de alumnos. Julio contaba con 14 años.

Pasa el tiempo y llega el momento de realizar el servicio militar obligatorio. De esta etapa destacan algunos aspectos poco conocidos por los habitantes de Cantoria; se alista en la Legión Española, y pasa varios años en un Campamento del Sahara Occidental, antigua colonia española, concretamente en Villa Cisneros, en donde ingresa en la Banda de Música de la Legión, siendo la trompeta el instrumento elegido para tocar con ella. Pero aún mas sorprendente es su aislamiento en la Legión Francesa, en la que también estuvo varios años. Aquí se libró por muy poco de ser enviado a Indochina, una colonia que estaba en guerra con Francia en ese momento (1945-1954). Siempre que relata a sus conocidos esta etapa de su vida, se refiere a la música como su “salvadora”, no en vano siempre estará en deuda con ella.

Su periplo por Francia es consecuencia de la situación de carencias que vivía el país y que forzó la salida de miles de españoles fuera de España a buscarse la vida. El carácter aventurero de Julio le hace viajar por infinidad de lugares geográficos: el Valle de Arán y Barcelona en España, Francia, Alemania, etc. Incluso estuvo tocando la trompeta en un circo con el que estuvo de gira por Europa. En una de esas actuaciones se encontró con un cantoriano emigrante, Antonio Gilabert el conejo.

En 1957 muere su madre a los 54 años de edad, y se ve obligado a regresar a su tierra. Al poco tiempo conoce a Dolores García, la que será su mujer a partir de 1965. De este matrimonio nacerán seis hijos, que actualmente están muy implicados en la vida social, musical y cultural de Cantoria.

Son años donde Julio enfoca su vida profesional hacia el mármol, abriendo varios talleres de transformación de este material, y dando empleo a varios trabajadores. Instala su pequeño taller en las Mateas, paraje a la entrada de Cantoria donde también tiene su vivienda familiar. Son años difíciles para el negocio con altibajos económicos notables, pero saliendo a flote como buenamente podía. Sin embargo, en el otoño del 89, con 58 años es sometido a una operación quirúrgica de urgencia donde se le extrae uno de los riñones, circunstancia que no le ha impedido hacer una vida normal en estas dos últimas décadas. Al jubilarse obligatoriamente su dedicación plena va dirigida completamente a la música.

En los años anteriores a la transición política de nuestro país, Julio enfoca su vida al mundo de la política, claro está que en la clandestinidad, ya que militó activamente en el Partido Comunista de España, que era ilegal y perseguido por la dictadura.

En varias ocasiones, y ya con la democracia, se presenta a las elecciones municipales, e incluso al Senado, no logrando nunca salir elegido pese a haber luchado mas que nadie “jugándose la vida” en mas de una ocasión contra la dictadura, como a él le gustaba decir y a favor de la democracia. Un dato que corrobora lo que acabamos de expresar es que el 23 de Febrero del 81, cuando se produce el intento de golpe de estado, en esa noche y durante toda la madrugada, el domicilio de la familia Lizarte fue vigilado permanentemente por un vehículo de la Guardia Civil. Con los años, nuestro protagonista sabría por confesión de cierta persona que tanto él como sus hijos varones habrían desaparecido esa noche si hubiera triunfado el golpe. Evidentemente eso no ocurrió.

Sin embargo, si por algo hay que recordar a Julio en el pueblo de Cantoria, es por haber logrado formar una banda de música que lleva funcionando ininterrumpidamente desde el año 1972, cuando se hizo cargo de las clases de música, hasta la actualidad. Recordemos y repasemos este hecho detalladamente:

Como bien es sabido, Julio era habitual de las tertulias y reuniones en distintos bares del pueblo a las que también acudían Juan Tijeras, el párroco Francisco Serrano, Miguel Aránega, Baltasar Fernández, etc. En ellas de vez en cuando salía el tema de la música, y como Julio tocaba la trompeta y tenía conocimientos musicales gracias a su etapa en la banda de la legión, le animan y proponen que se haga cargo de crear una banda de música, ya que los intentos de la década anterior (años 60) no habían fructificado. El caso es que acepta y en 1972 comienzan las clases de solfeo en el Convento de la “Divina Infantita”, hoy desaparecido en cuyo solar se encuentra el hogar de la tercera edad. A las clases asisten antiguos músicos y también niños que poco a poco van aprendiendo solfeo y a tocar un instrumento.

De ahí se trasladan a la Sacristía vieja de la Iglesia, donde se reanudan los ensayos y las clases. Con el esfuerzo y tesón de todos se crea la Agrupación Musical de Cantoria, empezando con músicos de los que aún hoy continúan en activo o lo han estado hasta hace poco. Han pasado músicos como Baltasar Fernández, José Granero Joselito, Pedro el chinel, Luis el boticario, Julio Rodríguez el marmolista, Antonio Gea el calores, Rafael Águila,…. Y entre los jóvenes que empezaron, Diego Juan Jiménez, Juan Arán, Manuel Lillo, Juan Pallarés, José y Pedro Águila, etc…. (los que no se nombran que perdonen la omisión pero se haría eterno nombrarlos a todos).

Esta banda llamada “de la democracia” porque nació en esta etapa histórica se va consolidando poco a poco, incorporando nuevos músicos en los años siguientes, incluidos sus propios hijos, Julio y Pedro en los años 1978 y 1979 respectivamente.

Se puede afirmar que han sido muchos los músicos que han pertenecido a la banda en algún momento de su vida, o al menos han iniciado sus estudios musicales ya que desde 1994 hasta hoy han sido 305 los niños y niñas que lo han hecho. Este dato se certifica porque existe un control de las matriculaciones a la Escuela Municipal de Música desde ese año. Sin embargo desde 1972 y 1994 han debido ser también muchos los que han sido músicos, pero desconocemos el número exacto.

Como prueba del buen hacer del Maestro Lizarte al frente de la banda, destacar que fue contratado por el municipio de Macael, para intentar relanzar la banda de música de este pueblo creada en 1979 por D. Antonio Torres el rubito. Algunos de los músicos de Macael que entonces se iniciaron con Julio siguen actualmente en activo, formando parte de agrupaciones tan destacadas como la Banda Municipal de Almería, La Orquesta Ciudad de Almería, Banda Sinfónica Provincial, etc. (Ver apartado Agrupación Musical Maestro Lizarte)

Pasan los años, la banda se va consolidando y creciendo, alcanzando en la década de los noventa con la cifra de 50 músicos, cifra que mantendrá durante muchos años, pero que no será su techo ni mucho menos. Son años donde la banda muestra su gran nivel musical en los diferentes festivales provinciales a los que acude así como en las procesiones de Semana Santa en donde es contratada: Almería, Sorbas, Santa María del Águila, Vera, Oria, Albox, Cantoria, etc.

Irremediablemente el paso del tiempo va haciendo merma en las personas y, Julio decide en 2001 que ha llegado el momento de ceder la batuta a sus hijos aunque nunca ha dejado de estar pendiente de ella hasta el dia de su muerte, e incluso aprendió a utilizar el ordenador para seguir componiendo música. Hasta pocos dias de su fallecimiento, en febrero de 2020 a los 88 años, siguió componiendo.

Pero el trabajo ya estaba hecho. La gruesa herencia musical que deja a sus espaldas para disfrute de Cantoria en estos 30 años, y en ese momento una banda con 63 músicos y 35 en formación.

Durante todos estos años la banda de música ha tenido por nombre oficial “Agrupación Musical de Cantoria”, pero desde 2009 el nuevo nombre de la misma es del “Agrupación Musical Maestro Lizarte” de Cantoria, estando inscrita como asociación oficialmente en el registro de Asociaciones de Andalucía. Que menos que dar su nombre a algo tan maravilloso como es una banda de música, que además la creó él, y por supuesto hacerlo en vida como reconocimiento merecido a su labor.

GRACIAS MAESTRO.

Agrupación Musical en el Parque Alfonso Lozano en 1982

En el Campamento Militar de Villa Cisneros. Colección: Familia Lizarte

Campamento Militar en Villa Cisneros en el Sáhara Occidental. Colección: Familia Lizarte

Banda de la Legión en Villa Cisneros, en el Sáhara Occidental cuando era colonia española.Colección: Familia Lizarte

Familia de Julio Lizarte. Colección: Familia Lizarte

Homenaje a Julio por parte de la Asociación de Carretilleros en la procesión del Carretillero de 2019. En la imagen lo acompaña su hijo Ivan. Colección: Decarrillo

Julio con su nieto Antonio. Colección: Familia Lizarte

Con su nieta Sara. Colección: Familia Lizarte

El sábado 1 de abril de 2023 se inaguró la obra "Nota Semilla" de la artista Clara Cuéllar en honor a Julio, situada en la Plaza que ya lleva su nombre junto a la Iglesia. Colección: Decarrillo

A LA MÚSICA

Yo soy borracho. Me seduce el vino

luminoso y azul de la Quimera

que pone una explosión de Primavera

sobre mi corazón y mi destino.

Tengo el alma hecha ritmo y armonía;

todo en mi ser es música y es canto,

desde el réquiem tristísimo de llanto

hasta el ritmo triunfal de la alegría.


Y no porque la vida mi alma muerda

ha de rimar su ritmo mi alma loca:

aún mas que por la mano que la toca

la cuerda vibra y canta porque es cuerda.

Así, cuando la negra y dura zarpa

de la muerte destroce el pecho mio,

mi espíritu ha de ser en el vacio

cual la postrera vibración de un arpa.

Y ya de nuevo en el astral camino

concentrará sus ansias de armonía

en la casada de una sinfonía,

o en la alegría musical de un trino.

Nicolás Guillén