Palabras relacionadas con el riego

Por Lázaro López Cazorla

Introducción

Siempre que escribo un artículo suelo dejar claro en la introducción que no soy yo la persona que más sabe del tema sobre el que me he propuesto escribir. Que mi atrevimiento es fruto de mi inquietud por recoger asuntos que a mi me parecen interesantes y en poner la primera piedra para que otras personas con mayores conocimientos amplíen esos temas y los mejoren.

Más en este caso, que voy a hablar de palabras relacionadas con el riego cuando yo nunca he sido agricultor.  Pero creo de interés aprovechar la oportunidad que me ofrecen desde la revista Piedra Yllora para recoger muchas de esas palabras tan bonitas y tan entrañables que durante muchos siglos se han utilizado y acompañado a nuestros mayores, pero que la modernidad, el riego por goteo y los adelantos de la técnica, está haciendo que prácticamente ya no se oigan. Lógicamente, como no podía ser de otra forma, me he reunido con amigos, agricultores de toda la vida, que son los que me han ido comentando cada una las palabras y la utilización que de ellas se hace o se hacía. Algunas ya no se utilizan.

Aunque la cuenca del río Almanzora tiene una longitud de apenas cien kilómetros, existen diferencias en algunas de las herramientas que se utilizan para una misma faena en una u otra localidad, el sistema de medidas puede no coincidir y hasta es posible que un mismo objeto pueda recibir nombre diferentes en pueblos vecinos.

Por ejemplo, en Almanzora un celemín de tierra de regadío tiene 196 m2 y en Arboleas, que es localidad próxima, tiene 251 m2.

Puede ocurrir, por ello, que el significado de las palabras que aparecen en este artículo, que está tomado del hablar de Almanzora, una aldea situada justo en el corazón del Valle del rio Almanzora a igual distancia de su nacimiento en Alcóntar que de su desembocadura en Villaricos, no sea coincidente con el significado que se tengan alguna de esas palabras en otros puntos del Valle.

Bancales por debajo de la cortijada de las Gachasmigas. Colección: Steve Brockett

Antecedentes históricos

Se sabe que la agricultura se inicia en España durante la colonización de los fenicios, lo que nos hace suponer, aunque no hay evidencias de ello, que también se iniciara en esa época el correspondiente desarrollo hidráulico.  

Sin embargo, las primeras conducciones de agua que se conocen fueron realizadas por los romanos, que las realizaron principalmente para el abastecimiento de núcleos de población  aunque también, en memos medida, para labores agrícolas.  Por eso,  aunque no fueran los romanos los introductores del regadío en la Península (Hispánia) si fueron sus grandes impulsores aprovechando los mayores medios técnicos constructivos de que disponían.

El riego se desarrollaba en planas aluviales inmediatas a los cauces de los que se captaba el agua, construyéndose para las conducciones canales excavados en la tierra de poca longitud que no han perdurado hasta nuestros días. El abastecimiento, en cambio, se suministraba generalmente a mayor distancia a través de conducciones revestidas que se han conservado mucho mejor, encontrándose actualmente muchas muestras de estas obras, destacando de entre ellas, por su popularidad, el Acueducto de Segovia.

La época de los visigodos (siglos IV al VII), periodo comprendido entre el fin de la dominación romana y la invasión de los musulmanes, se caracteriza, en consonancia con las costumbres de los pueblos del Norte y Centro de Europa, por el auge del pastoreo y la regresión de la agricultura. Por tanto, los visigodos abandonan la construcción de infraestructuras hidráulicas y se limitaron, en todo caso, a aprovechar las recibidas de los romanos.

Los ocho siglos de presencia musulmana (del VII al XVI) se caracterizan por el gran desarrollo de las técnicas de manejo del agua, el refinamiento de sus usos y una muy significativa expansión de la superficie regada. Su objetivo era el aprovechamiento local mediante multitud de actuaciones de pequeña entidad que servían para aprovechar los caudales cerca de su origen, utilizándolos en su lugar natural sin realizar grandes obras de conducción. Perfeccionaron extraordinariamente las redes de distribución para riegos, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días y se encuentran en plena funcionalidad.

De esta época musulmana proliferan los azudes de derivación para riego de las zonas aledañas a las vegas de los ríos, pozos, galerías de captación, norias para elevar el agua, pequeños canales y acequias, y sobre todo, se perfeccionan las técnicas de riego desde el punto de vista agrícola. Los regadíos de origen netamente islámicos son de pequeña escala, ubicados generalmente a la periferia de los ya existentes.

Durante la Reconquista, en los territorios que iban pasando a ser de dominio cristiano, en general, se mantenían las infraestructuras y costumbres árabes en lo que a actividad hidráulica se refiere, si bien habitualmente no se incrementaban. O bien se conservaban las infraestructuras existentes o bien se abandonaban pero, salvo excepciones, no se construían nuevas. El mantenimiento o abandono dependía de las relaciones establecidas entre las poblaciones cristianas y musulmanas en los territorios conquistados.

En conclusión, en la comarca del río Almanzora, aunque se han encontrado infraestructuras romanas, la expansión de las zonas de regadío,  el diseño de las acequias, el sistemas de captación de aguas y las técnicas y organización de los riegos procede de la época musulmana y se mantiene prácticamente invariable, aunque modernizadas, en algunos casos, con la aplicación de nuevas técnicas para  la captación de aguas subterráneas y la implantación del riego por goteo. 

Vista del río Almanzora con Cantoria al fondo, realizada desde las Mateas. Colección: Paqui Rodríguez

Textos con palabras relacionadas con el riego

Aunque el significado de las palabras que hemos recogido se han organizado por orden alfabético, tal y como se han venido pronunciando, nos ha parecido que sería más  cercano introducir uno texto donde aparezcan varias de esas palabras en el contexto en el que se utilizaban, señalando en negrita aquellas cuyo significado se incluye en el punto 4.-     

“Cuando se oían las caracolas era que había salido el río. Pronto aparecían grupos de mujeres y niños que iban a  ver la punta y los caballos que se formaban. Los hombres, azás y espuertas al hombro, se dirigían  a la presa de las boqueras para meter agua del río y entarquinar sus bancales.

El agua venía marrón oscuro de la cantidad de tierras que traía en suspensión. Se encauzaba ese agua tarquinosa a zonas previamente preparadas y allí se embalsaban para que esas tierras se fueran depositando y, riada a riada, ir conformando nuevos  bancales. También se utilizaban las aguas tarquinosas para abonar los bancales por la  gran cantidad de materia orgánica que contenían  procedente de las sierras donde  había descargado la nube.

Las presas, como los comunes, se construían  acumulando piedras, grava, arena y algún que otro jorro, que se acercaban utilizando angarillas, trajillas, serones, espuertas y palas al lugar donde era necesaria su construcción para encauzar el agua a las boqueras.

El riego tradicional todavía se hace utilizando el agua de la cimbra de la que cada pago es propietario y se organiza por tandas de 15 o 21 días  correspondiendo a cada bancal una cantidad de tiempo de riego  por tanda según su celula. El requerior controla los tiempos y calcula los cortes. Si hay sobrantes se aprovechan otros bancales que no pertenecen al pago y que, por ello, no tienen agua en propiedad. Muchas veces, porque hay abundancia, el agua va  a riego libre y no se controlan los tiempos.

Los cimbres, las cequias, las boqueras, y en general todos los cauces, se han de limpiar periódicamente de las plantas y raíces que se van acumulando y  facilitar así la circulación del agua. Cada propietario ha de realizar en exclusiva  la limpieza de su brazal, la  de la frontera de su cequia y  la parte proporcionar, en función  de las horas de agua que posee,  del cimbre y de las  partes comunes… La limpieza se organiza en jornales pero si el trabajo se hace a tarea se pueden apuntar más de un jornal en un día. El propietario que no participa en la limpieza ha de abonar los jornales que no ha echado para pagar los jornales echados de más por otros. La limpieza más difícil y delicada por lo incomodo y el peligro que encierra es la de los cimbres. Quien va delante, en cuclillas, siega y arranca las raíces que salen de los huecos de las armaeras y coverteras y las echa para detrás para que otros las retiren y las saquen al exterior por las lumbreras.

El riego de un bancal se organiza en función de la pendiente del terreno, de su dimensión  y de la variedad de sus plantaciones. Desde el más elemental riego a mata al riego por regaeras previa división del terreno en eras y tablas mediante caballones. El objetivo debe de ser que el agua cubra todo el bancal y no se queden cornijales sin regar”

Cortijo de las Bodegas, donde podemos apreciar el sistema de terrazas sujetas por pedrizas. Colección: Herminio Lucena

Palabras utilizadas en el riego y su significado

Aguaderas.- Artilugio de pleita que colocado sobre una caballería conformaban cuatro senos invertidos que servían para el transporte de cantaros y otros objetos.

Agua tarquinosa.- Agua de avenidas del río que arrastra tierras de los cerros donde ha descargado la nube (tarquin).

Ajorrar la pará.- Cuando una pará se rompe y deja pasar el agua. Deriva de la palabra jorro.

Angarillas.- Dispositivo que consistía en dos tablas de madera unidas por cuatro cuerdas que colocado sobre caballerías se utilizaba para transportar piedras.

Armaeras.- Piedras que conforman las paredes laterales de los cimbres que dejan huecos entre sí para la captación del agua. Sirven de apoyo a las Coberteras.

Astil.- Mango, generalmente de madera, que se coloca a las azadas, hachas, picos, etc.

Atajar el agua.- Poner impedimentos al paso del agua.

Azá.- Herramienta utilizada generalmente en agricultura, aunque también en otros tipos de obras, formada por una lámina metálica con el borde frontal relativamente cortante por un lado y un mango de madera, astil, para sujetarlo y manejarlo.     

Baldoma.- Maleza vegetal formada por hojas, tallos y raíces que va arrastrando la punta del agua cuando pasa después de un tiempo por un cauce. Cuando se trata de una cequia hay que quitarla con la hazá para que no la atranque.

Balsa.- Estanque que se construía cerca de aquellas fuentes que echaban poco agua para acumularla y facilitar el riego.

Bancal.- Superficie horizontal en terrenos con inclinación, allanado por el esfuerzo humano para ser utilizado en labores agrícolas. Pueden ser en abancalado por escalonamiento, con talud conformado por piedras (pedrizas), propio de la agricultura de montaña y en abancalado por talud, en el que el sostenimiento de los rellanos cultivables se realiza mediante taludes herbáceos.

Boquera.- Canal de riego de grandes dimensiones por donde se canaliza el agua  fangosa de las avenidas del río para entarquinar los bancales. El nombre deriva de su parte inicial, donde capta el agua: La boca.

Brazal.- Canal que sale desde una acequia principal para conducir el agua a los bancales que no lindan con ella.

Caballo.- Lomo de agua que se aprecia sobre la superficie del río, cuando sale, como consecuencia del choque violento del agua contra las piedras del cauce.

Caballón.- Lomo de tierra entre dos surcos que se levanta con la azá para formar y dividir las eras de las huertas y dirigir y contener el agua cuando se riega.

Calicanto.- Obras hidráulicas realizadas de mampostería: cal y canto. Se utilizaba fundamentalmente para encauzar el agua a un molino.

Canal.- En general son conducciones de agua realizadas por el hombre para llevar el agua a zonas necesitadas. También se suele llamar canal a una pieza prefabricada de cemento, en forma de u, que se utiliza para cementar las cequias.

Cántaro.- Vasija de barro de unos diez litros de capacidad que se utilizaba para el transporte y almacenamiento del agua. Su forma permitía ser transportados en aguaderas sobre caballerías. En épocas de mucha escasez a los árboles se les aliviaba la sed a cántaros. Cuando llueve mucho se dice que llueve a cántaros.

Caracola.- Concha de caracoles marinos a las que se hacía un orificio en su parte aguda y, a modo de trompeta, se hacía sonar cuando salía el río para prevenir a  agricultores y transeúntes.

Cauce.- Lecho por donde circula o ha circulado el agua.

Cedula.- Relación de todos los propietarios del agua de una fuente con indicación de la hora y minuto que ha de tomar y dejar el agua en cada tanda.

Cequia- Canal que partiendo de una cimbra sirve para llevar  el agua al pago que riega. Las aguas circulan por gravedad por lo que las acequias van de mayor a menor nivel y atraviesan los pagos por su parte alta. Las cequias  y los brazales que de ellas salen de ella terminan en el río para poder salida a las aguas sobrantes.

Cimbra.- La boca por donde sale al exterior el agua captada por un cimbre. También se llama fuente.

Cimbre.- Estructura hidráulica construida sobre las arcillas que conforman el lecho de los ríos, por debajo de las arenas, para captar las aguas que circulan sobre esa capa impermeable. Suelen tener varios kilómetros de longitud, siguiendo el cauce del rió a contracorriente, unos 50 cms. de ancho menos un metro de alto. Se conforma con piedras laterales, armaeras, y se cubren con losas grandes, coberteras, que evitan que la arena los entierre. Cada 200/300 metros se le coloca una boca de registro y limpieza que se llaman lumbreras.

Cobertera.- Losa grande de piedra que se coloca de techo de los cimbres, sobre las armaeras, y que con ellas conforman el túnel del cimbre.

Común.- Muro de arena que se hace en los ríos para que el agua de una cequia pase de uno a otro lado. El muro se conformaba con arena que se arrastraba por trajillas tiradas por parejas de mulas o vacas. También recibe el nombre de encaeno.

Cornijal.- El ángulo o esquina de un bancal.

Corte.- Cantidad de agua con la que se puede regar cequia abajo una vez que se corta el agua en esa dirección. Se mide en tiempo.

Crecida.- Aumento considerablemente del caudal de un río como consecuencia de la descarga de una nube en su cuenca.

Echar agua.- Afloramiento del agua de las fuentes.

Echar el agua.- Dirigir el agua hacia un bancal.

Encaeno.- También llamado común, es el muro de arena que se hace en el río para que el agua de una cequia pase de uno a otro lado.

Encementar.- Acción de revestir con hormigón una cequia o canal de riego.  Con ello se consigue evitar pérdidas de agua por filtraciones y el nacimiento de hierbas y cañas en el cauce que dificultan el paso del agua y obliga a su limpieza periódica.

Entarquinar.- Echar tarquín a los bancales para su construcción o para renovar el limo. Cuando sale el río se encauza parte de sus aguas a las boqueras para llevarlas a zonas previamente preparada para la construcción de bancales. Al evaporarse el agua la tierra que transportaba, de una gran fertilidad, se deposita en el suelo y poco a poco, riada a riada, el bancal se va conformando. Actualmente esta operación no es posible allí donde las aguas arrastran polvo del mármol que es muy perjudicial para los cultivos.

Era.- Divisiones que con caballones se hacer en un bancal para facilitar el riego y que a veces  se suele aprovechar para separar plantaciones diferentes. Con las eras se va reteniendo el agua de riego que de otra forma se iría a la parte baja del bancal por la inclinación del terreno. Era de planta (pimientos). A las eras de papas se les suele llamar tablar.

Espuerta.- Cesto de pleita con dos asas que se utiliza para mover tierra.

Fanega.- Unidad para la medida de la superficie de un terreno. Consta de doce celemines y cada celemín de cuatro cuartillos. Su equivalencia en metros cuadrados varia si se trata de tierra de regadío o tierra de secano, puede variar de un municipio a otro y hasta de uno a otro pago. En Almanzora, como cada celemín de regadío tiene 196 m2, la fanega de esta tierra tiene 2.352 m2.

Frontera.- Trozo de cequia que coincide con la periferia de un bancal. El propietario del bancal es el responsable de mantener su frontera limpia y en perfectas condiciones para el paso del agua.

Fuente.- Manantial de agua que procedente del lecho de un río se recoge en un cimbre y sale al exterior por la cimbra. A las fuentes de agua que no proceden de ríos o ramblas se le llama pozas.

Hilo.- Se dice de un caballón plantado. Hilo de tomateras. También se suele decir para indicar que las fuentes echan poco agua: un hilo de agua.

Huerta.- Bancal de riego dedicado generalmente a la plantación de hortalizas.

Jornales.- Número de jornadas de trabajo que debe de echar, o pagar, un propietario de tierra en limpiar el cimbre y la cequia que les da el servicio de riego.

Jorro.- Matojos que a veces se ponían para retener la tierra con la que se hacía una pará.

Legón.- Azadón en que la pala termina en un tubo curvado por el que se une al astil

Limpieza.- Operación de desbroce que se realiza periódicamente en las cequias, cimbres, zanjas, etc. para que circule el agua sin dificultad.

Lumbrera.- Abertura que comunica un cimbre o una mina con el exterior y que es utilizada durante la limpieza del cauce como ventilación, para sacar los escombros y para salir o entrar los hombres que realizan la limpieza.

Llevar el agua.- Volver y cerrar las parás que sean necesarias para encauzar el agua a un bancal.

Meter el agua.- Encauzar el agua a una boquera cuando salía el río.

Mina.- Trozo de cequia que va cubierta por que está atravesando un montículo, pasa por debajo un camino o que, en general, ha de ir cubierta para salvar un obstáculo.

Noria.-  Dispositivo hidráulico utilizado para elevar el agua. En nuestra comarca se utilizaban las llamadas Norias de sangre para sacar agua de los pozos que se hacían en las orillas del río para captar las aguas que discurren por las arenas. Una bestia, a la que se tapaban los ojos para que no se mareara, se ataba a un palo largo y se hacía girar horizontalmente para que a su vez girara, verticalmente,  una rueda de madera que tiraba de unas cuerdas a las que iban cogidos unos recipientes cóncavos. Al pasar los recipientes por el fondo del pozo cogían el agua y la soltaban en el exterior al hacer el giro en la parte superior de la rueda. El agua se recogía en una cequia y se atizaba para regar.

Pala.- Herramienta de mano de uso individual que sirve para mover tierras.

Pará.- Impedimento que se le pone al agua de riego para que no pase a un terreno.

Volver la Pará es la operación de apertura para posibilitar el paso del agua. Cerrar la Pará es la operación de cierre de esa pará abierta.

Pedriza. Muro de piedra seca que se construye en zonas montañosas para sujetar la tierra con la que se conforma un bancal. También se llama tochá.

Portillo.- En general se llama portillo a la abertura que se hace en los bancales para dar salida al agua, aunque también se llama portillo al desperfecto que se forma en la parte baja de un bancal por el arrastre de tierra que se origina como consecuencia de exista un ratonero.

Poza.- Afloración de agua que no procede de cauces de río o rambla. Se suele recoger en una “poza” para el consumo domiciliario.

Pozo.- Hasta mediado del siglo XX un pozo era un sondeo hecho a mano hasta llegar al agua, con una profundidad que raramente pasaba de los diez metros.  Se sacaba el agua con un cubo del que se tiraba con una cuerda y se utilizaba prácticamente en el consumo domiciliario y para riegos de poca monta. En muy pocos casos la extracción del agua se hacía con una noria. Modernamente los pozos se han tecnificado en su construcción y el la extracción del agua, llegándose a profundidades que pueden superar los doscientos metros y dedicando el agua extraída a riegos y al abastecimiento de poblaciones.

Punta.- Cuando se abre una pará, se llama punta al agua que va abriendo camino para el riego. Igualmente cuando sale el río la punta es el agua que va delante.

Ratonero.- Fallo de compactación que se produce en la superficie de un bancal, originado por la acción de los topos, que va a producir una vía de agua de riego. Si el ratonero se hace muy grande, al ir arrastrando tierra el agua en su fuga, el ratonero se convierte en un portillo.

Regaera.- Canal que se realiza dentro de un bancal para llevar el agua a las eras que, mediante caballones, se han construido para facilitar el riego.

Requerior.- Persona encargada de controlar el tiempo que ha de regar cada uno de los propietarios de un pago cuando se riega en tanda. También se le suele llamar relojero.

Riada.- Cuando sale el río con mucha cantidad de agua y se producen destrozos en propiedades.

Ribazo.- Caballón permanente que divide dos bancales. Sirve para sujetar las tierras y el agua en el bancal superior y suele tener declive hacia el bancal inferior.

Riego.- Acción de echar agua a los bancales para humedecer la tierra y que los vegetales tengan el suministro de agua que necesitan para favorecer su crecimiento.

Riego a manta.- Cuando se echa el agua a un bancal sin obligarle a circular en una dirección determinada.

Riego forzado.- Cuando se prepara el bancal mediante caballones para obligar a que el agua riegue siguiendo un orden establecido.

Riego en tanda.- Cuando se sigue un control estricto del tiempo que corresponde el agua de la cequia a cada uno de los propietarios del pago. Se utiliza en épocas de escasez de agua y cada tanda suele tener una duración de quince o veintiún día. El control lo lleva el requerior, también llamado relojero.

Riego libre.- Cuando por haber abundancia de agua no se aplica el control que establece el Riego en tanda, regando cada propietario en función de cuando solicita el agua a quien está regando. Si la totalidad del agua no se riega en su pago sigue cequia abajo como sobrante y si no se utiliza termina en el río que es donde finalizan todas las cequias.

Riego por goteo.- Sistema moderno de riego que mediante una compleja instalación de gomas y temporizadores se proporciona a cada planta el agua que necesita.

Riego tradicional.- El que se realiza de forma prácticamente invariable desde nuestros antepasados.

Rio.- Aunque implícitamente se está pensando en el Río Almanzora, la palabra río se utiliza también en este informe como sinónimo de rambla o de arroyo.

Salir el río.- Se dice cuando estando el río seco se produce una gran avenida de agua como consecuencia de que descargara una tormenta en su cabecera o en la cabecera de alguna de las ramblas o arroyos que en el río desembocan. Vecinos de los pueblos de la ribera tocaban caracolas para dar el aviso.

Sangraor.- Piedras o refuerzos que se colocan en los saltos de nivel de las acequias y otros conducciones en tierra para evitar que el agua al caer arrastre la tierra del cauce.

Serón.- Depósito de pleita que colocado sobre una caballería conformaba dos senos invertidos para transportar arena.

Sifón.-  Obra hidráulica que se hace para salvar de forma subterránea un obstáculo o depresión en la trayectoria de una cequia o conducción de agua (atravesar una carretera, una rambla, una vaguada, etc.). Se trata de construir un tubo en forma de U que por el “principio de los vasos comunicantes” el agua que entra por uno de sus brazo aparece por el otro.

Sobrante.- Agua de una cimbra que no es utilizada por el pago propietario y que pasa a regar otros pagos o que, si no hay necesidad de ella, termina en el río.  

Tablar.- Partes en que se divide una era cuando el desnivel del terreno así lo requiere por ser tierra dispareja. También se suele dividir una era en tablares para hacer plantaciones diferentes. Se llama tablar, también, a una era plantada de patatas.

Tablón.- Pieza rígida, de piedra, madera o chapa, que se utiliza para cerrar las parás.

Tanda.- Ciclo de riego de un pago. Las tandas suelen ser de quince o veintiún días, de forma que empiezan siempre el mismo día de la semana a la misma hora y cada propietario sabe así cuando le toca el agua en cada tanda. Si hay abundancia de agua en lugar de riego en tanda se suele dejar a riego libre, sin control previo.

Tarquín.- Lodos que dejan en los campos las aguas estancadas procedentes de las riadas.

Tierra de regadío.- Bancales que se riegan de forma sistemática por estar asociado a la propiedad de agua de una fuente.

Tierra de secano.- Bancales que no tienen riego garantizado y solo reciben el agua de lluvia y, esporádicamente, algún riego complementario.

Tierra dispareja.- Superficie de un bancal cuando es desnivel es mayor de lo habitual.

Titulo.- Documento justificativo de las horas de agua que de cada tanda tiene cada propietario.

Tochá.- Muro de piedra seca que se construye en zonas montañosas para sujetar la tierra con la que se conforma un bancal. También se llama pedriza.

Trajilla.- Aparato de uso agrícola que arrastrado por animales sirve para transportar tierras y se utiliza para allanar terrenos, para hacer comunes, etc.

Tubo.- En agricultura se llama tubo un objeto hueco abierto por sus extremos por el que circula el agua. Antiguamente se conformaban con piedra y cal y se utilizaban principalmente para la construcción de sifones.

Volver la pará.- Abrir el paso del agua hacia un bancal quitando el sistema de cierre (pará) que lo impide.

Zanja.- Excavación que se realiza en el terreno para llegar a  un cimbre y poder coger agua con cantaros para el uso doméstico.

Agua Tarquinosa después de una salida del rio. Colección: Decarrillo

Ramal de la acequia del Prao que alimentaba la fábrica de mármol de Capanas. Colección: Decarrillo

Salida de la Cimbra del Púlpito. Colección: Decarrillo

Coberteras de la Cimbra del Púlpito, que solían ser grandes losas de piedra que se colocan en el techo de las mismas. Colección: Decarrillo

Pequeño acueducto conocido como "la Canal" en la Hojilla, para salvar el desnivel de la rambla. Colección: Decarrillo

Acequia. Colección: Decarrillo

Balsa de riego en la Morerica. Colección: Decarrillo

Boquera del Marchal. Coleccion: Herminio Lucena

La zanja que riega parte del pago de la Punchona en el Flax. Colección: Decarrillo

Pedriza o Tochá que divide los bancales de diferentes alturas. Colección: Decarrillo

Río Almanzora a su paso por Capanas y el Pago de Cantoria. Colección: Decarrillo

Pará. Colección: Decarrillo

Mina. Colección: Decarrillo

Brazal o Canal de agua que va desde la cequia principal hasta el bancal. Colección: Decarrillo

Noria de Sangre

Restos de un antiguo pozo con noria en el barranco del Caño. Colección: Decarrillo

Uno de los tres pozos de la época árabe que existen en el barranco del Caño. Colección: Decarrillo

Sistema de riego por inmersión o tradicional. Colección: Lázaro López

Bancales de naranjos en Tomácar. Colección: Decarrillo

Hilos de tomateras

La era de un bancal

Plantación en caballones

Azá

Niños de la familia de los Genovevos subidos en una burra con sus aguaderas y cántaros en la puerta de su casa. Colección: Genovevos

Espuerta de esparto

Preciosa imagen antigua donde las amigas Mari Carmen Fuentes y Lola Granero la Curra posan para la cámara en la acequia del Prao a su paso por Capanas. Colección: Mari Carmen Fuentes

Fuentes (Cimbras) que se encuentran en Cantoria

Con captación de agua del Rio Almanzora:

Con captación de agua en el Arroyo de Albanchez

Con captación de agua de la Rambla de Albox

Salida a la cequia de las aguas de la cimbra del Púlpito, que recoge sus aguas del Almanzora. Colección: Decarrillo

Despedida

Una vez terminado este artículo, a mí, lo que es a mí, me ha parecido muy interesante aunque mejorable. Tanto es así que para la próxima revista, si me invitan a participar, también voy a dedicar parte de mi tiempo en complementar las palabras ahora recogidas con otras también relacionadas con las faenas agrícolas (labranza, siega, trilla…) con los aperos del campo (araos, trillos…) y palabras relacionadas con la molienda.

Como es seguro que habrá lectores que conocen palabras que deberían de aparecer en la próxima revista, para, en lo posible, evitar que desaparezcan, abro desde ya  la posibilidad de recogerlas y dejo aquí mi dirección de Email para que, si a bien lo tienen, me las indiquen: lazaro45@hotmail.es.

Estructura en hierro que se contruyó para canalizar la acequia por encima de las vías del ferrocarril, entre los pagos de Tomácar y Laolí. Colección: Decarrillo