Configuración actual de Almanzora

Por Antonio Berbel Fernández

La gran expansión de los años 60 - 70

En los primeros años de la década de los 60 ejercía como alcalde Presidente del Exmo. Ayuntamiento de Cantoria Don Cristino María Sánchez, quien al ver la escasez de terreno urbanizable en Almanzora y una vez de acuerdo con Pedro Alonso Sánchez, propietario de todos los terrenos existentes entre en la parte alta de la línea del ferrocarril y el monte conocido como el cerro del tío Adolfo, una extensa planicie plantada de almendros y la que sólo existía una vaquería y un cortijo de pastores. Don Cristino, con el correspondiente permiso del propietario, procede a la urbanización de los mismos. Para realizar el proyecto se lo encarga a una empresa especializada, se fotografían los terrenos mediante un helicóptero, con el resultado de tres amplias y larga avenidas que parten desde la carretera de Albox a la Estación, con un ancho de 12,50 m y 250 m de largo, las calles trasversales que parten de la ladera del monte, dirección a la línea del ferrocarril, repartidas en grupos de cuatro viviendas, con una anchura de 9,50 m formando unas parcelas para cuatro viviendas, cada una con una medida de 240 metros cuadrados y con vista a dos calles.

vista aérea del palacio de Almanzora. Colección: Steve Brockett

Expansión de Almanzora a la otra orilla de las vías del ferrocarril

Almanzora empieza a tener una identidad propia, como podríamos decir, comienza una vez que Don Antonio Abellán Peñuela consigue el titulo de Marqués y compra todos estos terrenos que después conoceríamos como el Marquesado de Almanzora. Entre ellos había una casa solariega, que una vez pasa a ser propiedad de Don Antonio, la reforma convirtiéndola en un palacio, el “El Palacio de Almanzora”. A unos cien metros, ya existía desde muchos años atrás, un edificio que realizaba las funciones de posada, pero que su cometido cuando se construyo fue el de almacén de grano para lo recaudado por los diezmos y primicias. ¡La décima parte de la cosecha obtenida en grano que los agricultores tenían que entregar a la Iglesia Católica!. Nada más y nada menos.

Otras tres o cuatro viviendas circundaban las inmediaciones de la casa solariega y poco más. Hablamos del siglo XIX.

Tiempo después el Marqués construye una hilera de nueve o diez viviendas paralelas a la plaza de palacio, con destino a albergar algunos de sus colonos, todas ellas de planta baja y con el mismo tipo de construcción, excepto la destinada al Administrador, que igualmente constaba de planta baja, mas un compartimento central de gran altura y con cristaleras que dejan pasar la luz a todo el recinto de la casa, estado que conserva en la actualidad.

En esta situación permaneció Almanzora durante un largo periodo de años, hasta la llegada del ferrocarril en el año 1890. Una vez que se construye la estación férrea, el trayecto que conduce desde ese punto hasta la plaza de Palacio, en los años 1.920-1.936 se construye en ambos lados un considerable numero de viviendas, formando lo que en la actualidad se conoce como calle de la Estación, sobre el antiguo camino real que unía ya en época árabe las poblaciones que iban desde Baza hasta Antas. 

A pesar de tener estación de ferrocarril y ser de las mas importantes de toda la línea, no dejaba de ser un pequeño núcleo. Por entonces las propiedades fueron adquiridas por los propios colonos que las trabajaban, pero los precarios beneficios obtenidos sólo daban para poder pagar la cuota establecida, correspondiente al importe del coste de la propiedad comprada.

Llegado el año 1964 y una vez que nuestras fronteras se abren para los españoles, empieza la emigración y con ella, la entrada a nuestro país de gran cantidad de divisas, siendo Almanzora una de las zonas con mayor numero de emigrantes. Los destinos eran, primero a Francia y más tarde a Alemania y Suiza. Esto se hizo notar en las familias de los emigrantes, sobretodo en aquellas que vivían en alguna de las cortijadas ya citadas, que no tardaron en hacerse de alguna pequeña parcela para construirse su propia vivienda, lo que hizo que pronto escasease el terreno donde poder construir.

El día 17 de Octubre de 1.959 se inaugura el servicio eléctrico de Almanzora, realizado por la empresa Eléctricas  Pastor, bajo dirección técnica de Antonio Berbel Fernández. Después, en años sucesivos, se electrificaron las cortijadas de Badil, Los Colorados. Gachasmigas, Pulpito, Casicas, Los Garcias, Paletones y Barrio de las Zorras. El precio de alumbrado y usos domésticos por vivienda era de 16, 35 pesetas. En 1971 el precio a pagar por vivienda ascendía a 34,65 pesetas (0,21 Euro).

Cuatro años después, en 1963 se instala el primer alumbrado público, pero sólo en el núcleo de Almanzora.

En 1978  se dota de agua potable a todas las viviendas, agua procedente de un sondeo en el Cerro de la Santa Cruz, propiedad de D. Francisco Alonso López. En 1982 se realiza una nueva perforación a unos ciento cincuenta metros de la anterior, subvencionada por La Junta de Andalucía, pasando a esta el servicio de abastecimiento de todas las viviendas de Almanzora y cortijadas limítrofes, servicio y que continúa prestado hasta esta fecha.

En los primeros años de la década de los 60 ejercía como alcalde Presidente del Exmo. Ayuntamiento de Cantoria Don Cristino María Sánchez, quien al ver la escasez de terreno urbanizable en Almanzora y una vez de acuerdo con Pedro Alonso Sánchez, propietario de todos los terrenos existentes entre en la parte alta de la línea del ferrocarril y el monte conocido como el cerro del tío Adolfo, una extensa planicie plantada de almendros en la que sólo existía una vaquería y un cortijo de pastores. Don Cristino, con el correspondiente permiso del propietario, procede a la urbanización de los mismos. Para realizar el proyecto se lo encarga a una empresa especializada, se fotografían los terrenos mediante un helicóptero, con el resultado de tres amplias y larga avenidas que parten desde la carretera de Albox a la Estación, con un ancho de 12,50 m y 250 m de largo, las calles trasversales que parten de la ladera del monte, dirección a la línea del ferrocarril, repartidas en  grupos de cuatro viviendas, con una anchura de 9,50 m formando unas parcelas para cuatro viviendas, cada una con una medida de 240 metros cuadrados y con vista a dos calles.

Una vez realizada la urbanización y puestas en venta las parcelas, es Juan Pedro Mellado Melllado, quien en Julio del año 1964 adquiere la primera parcela por un importe de 18.000 pesetas (equivalente a 108,18 euros de la moneda actual).

En apenas una década se vende casi la totalidad del terreno, e igualmente se empiezan a construir con un ritmo sorprendente, y valga como dato, citar que en la actualidad hay construidas 152 amplias viviendas. En estos terrenos tan solo existía una vivienda, que daba cobijo a pastores y como majada de ganado, en la actualidad se pueden ver restos de sus muros formados por tierra prensada o tapiales.

El nuevo barrio, conocido con el nombre de Santa Cruz, cuenta en la actualidad con grandes y amplias avenidas, parque infantil para disfrute de los niños, un lujoso y moderno alumbrado publico y su propia capilla donde se venera La Santa Cruz cada tres de Mayo, además de los imprescindibles servicios que la actual época nos impone.

Tercio o Llanos del Perillo: en 1968, se ponen a la venta estos terrenos como solares para construcción, anteriormente tierras de cultivo de cereales, especialmente cebada. Se divide en parcelas con igual medida a las anteriores, 240 metros cuadrados a un precio de 25.000 pesetas por parcela (150,25 Euros). Como nota anecdótica, citar que por el efecto de la tan popular crisis que esta azotando a Europa conocido como “EL BUS DEL LADRLLO”, en esta urbanización se han quedado totalmente terminadas y dispuestas para su venta un grupo 17  viviendas, pero al no haber compradores, la empresa no ha podido pagar a proveedores  y están siendo saqueadas y desvalijadas.  

Barrio, Llanos de Silverio: en el año 1969 el Ayuntamiento adquiere una parte de estos terrenos, donde tan sólo existían un reducido numero de almendros, se arrancan estos y se allana el terreno donde se construye el primero y actual Grupo Escolar, la Oficina de Correos, Centro medico, Biblioteca Pública, Escuela de Adultos y Centro de Mujeres de Almanzora. Mas tarde se seguiría construyendo, formando en la actualidad un pequeño barrio de unas veinte viviendas de moderna construcción, el precio de coste de cada una de estas parcelas de 240 metros cuadrados era de 250.000 pesetas (1.502,53 Euros).

El total de viviendas ubicadas en Almanzora en la actualidad asciende a 160 aproximadamente, más las 17 que han quedado sin habitar, a las que ya se hace mención anteriormente.

En el año 1967 solo había 52 viviendas según datos aportados por Rogelio Berbel Fernández.

Merece hacer mención en este artículo el final de las viviendas cortijos donde anteriormente residían las familias venidas a Almanzora. Estas casas cortijos en un noventa por ciento pasaron a propiedad de inmigrantes venidos de Inglaterra principalmente, que fueron restauradas a su uso y costumbre, empleando para ello materiales de segunda mano y realizando ellos los trabajos de albañilería, fontanería electricidad y cuanto les fuese posible, dando escasos beneficios a la mano de obra española.

Como partes negativas:

Tiempo después y ya formadas todas las calles en el citado Barrio Santa Cuz, lamentablemente decir que alguna de las calles trasversales han sido cortadas al edificar en su espacio.

El cierre del ferrocarril, el último convoy que circulo por esta línea fue el tren Correo Granada- Alicante con llegada a las 13.37 y salida a las 13.40 a la estación de Almanzora el día 31 de Diciembre de 1984.

El estado de ruina abandono y peligrosidad, en el que se halla el Palacio de los Marqueses de Almanzora.

Barrio y ermita de la Santa Cruz.

Barrio Llanos del Silverio

Barrio del Tercio o Llanos del Perillo

Plaza del Palacio de Almanzora