Broma pesada
Broma Pesada
Hay bromas pesadas entre amigos que pueden acabar en el juzgado, como ocurrión en Cantoria en 1924. Esto les ocurrió a Luis Salvador, Ángel Aragón y José Fernández, que quizás por el aburrimiento o por la calor del inicio de la temporada estival, no se les ocurrió otra cosa que gastarle una broma a su colega Antonio Cirera.
Este último iba andando por el paraje de las Piedras cuando se encontró con José Fernández. Juntos fueron caminando un trecho más, hasta que les salió al paso dos encapuchados, amenazándolos y exigiéndoles que les diesen todo el dinero que llevaran.
Lo ataron fuertemente a un árbol y lo obligaron a pasar noche. Antes de irse del lugar, se dieron a conocer y le entregaron lo robado, aunque no lo soltaron ante las súplicas de Cirera.
Fue a la mañana siguiente cuando lo soltaron y una vez en libertad, se personó a interponer la correspondiente denuncia ante el Juez Municipal, que en ese momento era Pedro Llamas Martínez.
Diario de Almería. 11 de junio de 1924