En 1972 el diario La Línea de Murcia publica un artículo sobre el tipo de emigración de los hijos de Cantoria. Alaba su tesón, constancia, su espíritu de renuncia, capacidad de sacrificio y el amor a su tierra. Que no temen a la aventura de la emigración a pesar de que todos se pueden ganar el pan aquí, resaltando que lo que buscan es un futuro. Y para ello necesitan trabajar duro para conseguir el dinero necesario para instalarse aquí, ya sea montando un taller de mármol o poniendo en marcha una plantación agrícola.

Estos hombres son los que están trayendo el progreso a estas tierras, consiguiendo que Cantoria avance ampliándose el abanico de posibilidades. Bien es verdad que las divisas que mandaban empezó a genera mucho trabajo. Se empezaron a construir viviendas, esas naves para sus negocios, compraron tierras, nuevos comercios, etc.

También comenta el artículo la curiosidad de la banda de música, que afirma que la dirigía el cura párroco don Francisco Serrano y en la que participaba hasta el boticario. A pesar de no ser ambos del pueblo, si amaban a la música por encima de todo. El resto de los integrantes tenían cada uno sus profesiones de las que vivían y ensayaban cuando podían. Y no lo hacían nada mal…