Leonardo López Miras

Párroco y gran impulsor de la terminación de la Iglesia Parroquial

Fue su tio don Agustín María López Muñoz, que al bautizarlo el 1 de diciembre de 1835, un día después de su nacimiento, le impuso los nombres de Leonardo Andrés Ramón. 

Hijo de Antonio López Muñoz y de Isabel Miras, naturales de Zurgena y que se dedicaban a las labores propias del campo. Sus abuelos paternos, don Leonardo López que era maestro de primeras letras y don Leonarda Muñoz, ambos también naturales de Zurgena. Los abuenos maternos, eran Pedro de Miras Castellanos, molinero de Arboleas y Ramona Segura.

De familia devota y muy religiosa, salió un niño piadoso y aplicado, siempre bajo la atenta mirada de su tio, el cura de la iglesia de Olula del Río. Desde 1845 a 1851 fue acólito, destacándose por su devoción y fervor. En 1851 ya era estudiante del Seminario de San Indalecio de Almería y así aparece así hasta 1857. En 1858 era clérigo tonsurado; en 1859 ejerce de diácono; en diciembre de ese mismo año ya es presbítero con vecindad en Olula.

El primer cargo después de su ordenación sacerdotal fue de cura ecónomo de Armuña en 1860, tres años después y hasta 1873 como cura rector. De Armuña pasa a Lúcar, donde debido a su espíritu emprendedor y activo, unido a su juventud, reparó con gran eficacia la iglesia de ese pueblo. Y tanto le gustó las obras realizadas en esta iglesia, que el obispo Orberá lo destina en 1878 a Cantoria donde la iglesia estaba todavía en contrucción. Las obras las comenzó el párroco don Teodoro López y cuando llegó a edad avanzada, con los achaques propios y la falta de dinero, habían quedado totalmente paralizadas. Se consigue terminar la iglesia cuya primera misa fue el 16 de julio de 1885, en la festividad de la Virgen del Carmen.

D. Leonardo se dedicó a la obra con gran entusiasmo, pidiendo y buscando subvenciones por todas partes. También el obispo de Almería don José María Orberá y Carrión, consiguió del Ministerio de Gracia y Justicia gran apoyo económico, consiguiendo la cantidad de 88.000 duros, unido a la herencia de los padres de don Leonardo y la aportación de la Marquesa de Almanzora.

También los vecinos de la villa contribuyeron generosamente con dinero y esfuerzo personal, acarreando ladrillos, arena, piedras, etc.

Cuando don Leonardo se hizo cargo de la parroquia de Cantoria, esta sólo tenía techadas, que no tejadas, las capillas de la entrada, faltaba por contruir parte de la nave central y cubrirla, no estaban echas las sacristías, ni el coro, ni las torres y faltaba por enlucir toda la parte interior del templo e infinidad de detalles.

Viajaba continuamente a Madrid para, a través de sus amistades, conseguir subvenciones, siendo su mayores valedores la familia Cañabate, donde algunos de sus miembros ocupaban buenos puestos en el Ministerio de Gracia y Justicia. Cada vez que regresaba de la corte, traía donaciones para su parroquia, como cálices, ornamentos sagrados, imágenes, verjas, cuadros, etc.

Adornó el interior del templo con cuadros del Prado disperso, cedidos por el Obispo Orberá para tal fin. Colocó una hermosa talla del Sagrado Corazón de Jesús. Compró por 3000 pts una imagen de la Virgen del Carmen a la que tenía gran devoción. Plantó una gran cruz en la cima del monte, al lado de la ermita de los patronos una vez finalizadas las obras de las iglesia para exalzar la devoción en Cristo. A don Leonardo también le sonrió la suerte tocándole en la lotería Nacional la suma de tres mil duros, que empleó totalmente para finalizar las obras del templo.

Hasta medió para que el proyecto incial del ferrocarril se mofificara y que pasara por Cantoria, teniéndo como el principal apoyo a los marqueses de Almanzora. 

Se cuenta que en una de las visitas que realizó el Obispo de Almería, Fray Bernardo Martínez Noval en los años 20 del pasado siglo, contemplando la magnificencia del templo dijo que "era digno de que se consagrasen en el Obispos". 

Continuó en Cantoria hasta 1902 como cura rector en el que fue sustituido por don Francisco Soler. De aquí fue trasladado a Cuevas del Almanzora, que a pesar de que su corazón ya andaba debilitado, quizás por tanto trabajo y tan titanico que había llevado a sus espaldas. Esto no le impidió participar de manera activa enla vida social y cultural de su nuevo destino, como lo demuestra su participación en la fundación del Círculo Católico, al que pertenecía lo mas selecto de aquella ciudad en 1910 y en las mejoras que realizó en la iglesia Nra. Sra. de la Encarnación, cosiguiendo grandes sumas del gobierno de la nación, los mismos que donaron para la de Cantoria décadas anteriores.

Cuando se agudizó su enfermedad, el obispo Vicente Casanova y Marzol permitió que volviera a Cantoria, bajo la sombra bondadosa de D. Luis Aliaga, párroco que llegó a Cantoria como rector de la iglesia de Cantoria en 1912. 

Uno de sus últimos oficios en la iglesia de Cuevas fue el entierro del ilustre General Fernándo Álvarez de Sotomayor en 1912 y a los pocos días ya se traslada definitivamente a Cantoria. 

Tanto D. Luis como los feligreses lo colmaron de atenciones durante el año escaso que estuvo de nuevo en Cantoria. Vivió en la calle Romero donde D. Luis le llevaba la comunión y lo acompañaba continuamente, y en mas de una ocasión, celebró la misa en su misma casa acudiendo gran número de vecinos comulgando con don Leonardo.

Murió en Cantoria en mayo de 1913 a los 77 años y a pesar de las gestiones realizadas, no pudo ser enterrado en la iglesia, como era el deseo de sus feligreses. 

Para su memoria y perpetuo recuerdo, queda una obra, que mas que iglesia, tiene planta de Catedral, para admiración de propios y visitantes.

Nombramiento de Leonardo López Miras como párroco de Cantoria en septiembre de 1878. Crónica Meridional del 11 de octubre de 1878

A los pocos dias de inagurar la iglesia, el Cólera Morbo atacó de manera indiscriminada a la población del Valle del Almanzora. Los médicos de Cantoria y el párroco no abandonaron sus puestos, a pesar de que el padre de don Leonardo murió víctima de la pandemia. Crónica Meridional del 12 de agosto de 1885.

Intento de extorsión de dos vecinos de Cuevas a D. Leonardo cuando este era cura en esa ciudad. Crónica Meridional del 28 de febrero de 1908.

Diario la Independencia del 27 de mayo de 1913

Luis Aliaga Navarro fue hijo del célebre maestro Juan Aliaga Serrano, a quien se le tributó un homenaje en los años 20, en María. Fue canónigo de la catedral de Almería. Entre 8 de marzo de 1941-febrero de 1943, fue párroco por falta de clero. La parroquia estaba en las Claras. Colección: Revista Velezana

Bibliografía

ASENSIO ROMERO, José Antonio. El medio natural y social de Cantoria. Ayuntamiento de Cantoria. 1995.

MARTÍNEZ DE MORETÍN, Luis A. Presbísteros al sevicio de Olula del Río. En edición.

ESPINOSA PEÑUELA, Jorge J. Iglesia Nra Señora del Carmen. 138 años de explendor neoclásico. Revista Piedra Yllora, nº 3. Año 2008.