Dori Juárez Sánchez

Por Marc Monfort y Antonio Sánchez

Isabel y Dora Tapia con Isabel Sánchez, Juana y Dori. Cantoria 1953.

Sus primeros años

Adoración Juárez, Dori, nació el 16 de diciembre de 1950, hija de Isabel Sánchez Rodríguez y de Francisco Juárez Molina en la casa familiar de la calle Alcalde Cristino, que hace esquina con la Plaza de la Constitución. Fue un bebé muy esperado, después de nueve largos años intentando ser padres. En agosto de 1952 nacería  su hermana Juana.

Durante sus primeros años, debido a que su hermana tuvo una enfermedad infecciosa, permaneció mucho tiempo en casa familiar de su tía Adoración, que hacía poco se había quedado viuda, y que vivía con sus tres hijos solteros, Pepe, Isabel y Dora, que no escatimaban en atenciones y cuidados con la pequeña.

Su padre emprendió diversos negocios y por diversas circunstancias, todos con igual resultado negativo. El último fue reabrir, junto con su cuñado Antonio Sánchez, la fábrica de tejas y ladrillos situada cerca del antiguo cruce con la carretera Baza-Húercal (hoy autovía del Almanzora), que había fundado su suegro. Debido a que se agotó la cantera de arcilla, no le quedó más remedio que cerrarla, produciendo una enorme deuda económica.

De izquierda a derecha: Cruz Sánchez (tía) Cati Gómez (prima) Isidoro Ales (primo) Isabel Sánchez José, Antonio Ales (primo), Dori, Mª de la O Castejón (prima). Años 50.

Isabel con sus hijas en la Feria de Cantoria de 1954.

Primera comunión en Cantoria. Año 1958

Emigración

Ante este panorama, Paco decidió emigrar a las minas de Carbón de Charleroi en Bélgica, que estaban en su máximo apogeo y donde ya estaban asentados un pequeño grupo de paisanos. Gracias a un acuerdo entre Bélgica y España, se facilitaba el viaje y agilizaba la burocracia a los españoles que decidían trasladarse a trabajar a una zona minera sedienta de trabajadores. Hasta 7000 españoles partieron para las cuencas mineras Belgas en los primeros años, y no es para menos, ya que mientras en España se podía ganar unas 14 pesetas diarias por un trabajo similar, en el país de destino podía llegar a las 60. Cifras que lo dicen todo.

En 1955. Cuando Dori apenas contaba con 5 años, junto a su hermana y su madre siguieron los pasos de su padre, partiendo hacia el reencuentro familiar. Aprovecharon que unos jóvenes del pueblo también iban a hacer el mismo recorrido y les podían ayudar con las pequeñas y los 19 bultos que llevaban, entre los suyos y algunos para los cantorianos que vivían por aquella zona. Hasta el colchón de lana de su abuela Cruz y una jaula con una paloma que se les escapó en París. No eligió mal el sitio para escaparse…

Una historia que se repetía con un mismo patrón entre los emigrantes españoles, primero emigra el padre y cuando se estabiliza laboralmente, busca una vivienda para poder traerse a su familia.

El viaje se organizó rápido, para sorpresa de Dori, que cuando se enteró se fue huyendo con una amiga al cortijo de esta, propiedad de Gustavo López (era propietario de la casa en la que actualmente se encuentra la pantalla de cine en la plaza de la Constitución). De pronto toda la familia se puso a buscarla hasta que dieron con ella.

Esta migración de España a Bélgica no se convirtió en un simple desplazamiento físico, sino también un "desplazamiento" de emociones y significados. Así, las sensaciones de salir de un núcleo familiar extenso y unido, junto con la evocación del lugar de origen cuando se encontraron de frente con una sociedad totalmente distinta, con sus barreras idiomáticas, sociales, culturales y hasta climáticas, hizo que siendo tan pequeñas sintieran algo desconocido para ellas hasta el momento, la nostalgia, por lo que se quedaba atrás y que tanta falta les hacía.  Al principio los belgas miraban con reticencia a los inmigrantes españoles, como si su presencia hiciese peligrar su trabajo. Curiosamente esta situación mejoró en 1960 con la boda del rey Balduino con la española Fabiola de Mora y Aragón. Un soberano Belga con una aristócrata española.

Todos se tuvieron que adaptar, gracias al tesón de su padre y a la fuerza de su madre y fueron más allá, convirtiendo el hogar de los Juárez, en el punto de encuentro de la pequeña colonia de cantorianos en Chareroi y de otros emigrantes almerienses que se fueron uniendo.

En estas reuniones, se hablaba del pueblo, se compartían recuerdos y noticias llegadas por carta de todos los paisanos. No faltaba nunca un plato para comer o una cama para recibir aquel o aquella que llegaba buscando trabajo. Las tardes de los sábados y los domingos compartían la merienda, pero sobre todo se cantaba. Unas canciones que se quedaron grabadas a fuego en su memoria y que mas tarde volverían a cantarlas en las noches navideñas que pasaban en Cantoria, cuando se juntaban en el vecino horno de Francisco. 

Isabel, que estando en las mismas condiciones que el resto de españolas, ya que no conocía el idioma, siempre estaba dispuesta a acompañar para cualquier gestión y especialmente cuando era tema de hospitales o centros de salud, donde empezó a ser conocida por el personal sanitario. Hasta tal punto, que cuando fue a dar a luz a su hijo Paco en 1961, le preguntaron que a quién acompañaba, a lo que ella respondió que ahora era ella la que necesitaba las atenciones.

Paco, como tantos otros trabajadores españoles, dejó los pozos carboníferos al cabo de los cinco años que como mínimo exigía el gobierno Belga antes de dar el correspondiente permiso para cambiar de trabajo. La peligrosidad de las explotaciones belgas debido a la presencia de grisú y a la silicosis motivó numerosos cambios de ocupación, siendo la industria metalúrgica de Bruselas el nuevo destino. Hasta allí se trasladó toda la familia, al barrio español de Saint-Gilles. Dejaron la región francófona de Valonia, con una economía menos dinámica y más ruralizada para trasladarse a un ciudad multilingüistica y multiétnica, con dos idiomas oficiales, el francés y el neerlandés, con aproximadamente un millón de habitantes y con una de las rentas per cápita más alta del mundo. Actualmente es la capital de Europa, donde la Unión Europea tiene establecida su sede, tanto la Comisión, el consejo y el Parlamento Europeo.

El resto de familias cantorianas que estaban en Chareroi hicieron lo mismo, a las que se añadieron otras que se fueron viniendo del pueblo al reclamo de un trabajo y una vida mejor. Siguieron teniendo las mismas relaciones afectivas y de hermanamiento, en donde no faltaban las reuniones los fines de semana, y otras fechas significativas como la navidad. Así todos los problemas se compartían y con la ayuda de todos, se intentaban solucionar, o por lo menos aliviar. También contaban los hechos acontecidos en el pueblo que los familiares les narraban en sus cartas.

Paco Juárez en Charleroi. Años 50. 

La familia al completo en Charleroi. Año 1956 

Paco, Juani y Dori con amigos. Charleroi 1959. 

Charleroi. Casa Borras (bar español) un domingo de 1956 con el Chache (Juan Ramón Fiñana).

Sus Veranos en Cantoria

Normalmente volvían de vacaciones cada cinco años, después de un viaje de dos penosos días (con sus noches) de tren: Bruselas, París, Irún, Madrid, Murcia con sus correspondientes transbordos. Era raro que estos viajes los hiciera la familia Juárez solos, ya que era normal que algún paisano o amigo aprovechara para mandar a sus hijos al pueblo. Esta confianza que depositaban en Paco, el cabeza de familia, era todo un orgullo, pero a la vez era una fuente inagotable de estrés durante todo el trayecto. Cambios de trenes a toda prisa con el consiguiente acarreo de niños y bultos, correr para buscar y ocupar todos los asientos correlativos, ya que lo de la reservas de plazas todavía no se estilaba. Todo este proceso bajo las miradas asesinas de los que llegan después.

Venían cargados de chocolate, café para los mayores de la familia y juguetes para los peques. En las maletas también había hueco para traer los detalles de los que se quedaban en Bélgica ese año y querían mandar a sus parientes.

Cuando el tren entraba al valle del Almanzora el nerviosismo empezaba a invadir sus cuerpos unid0 a la impaciencia por llegar cuanto antes. En la estación, toda la familia esperaba impaciente con el oído puesto para escuchar los silbidos del tren que ya desde Tomácar iba avisando de su llegada. Cuando se bajaban del tren, ese momento se convertía en una fiesta de emociones con abrazos interminables, besos sonoros, y lágrimas, muchas lágrimas, pero de una alegría inmensa por saber que durante unas semanas toda la familia estaría junta de nuevo.

Su casa de referencia en vacaciones era la de la abuela Juanita, en donde vivían también su tío Antonio y su tía Dora con sus cuatro hijos. La casa de sus padres en la que nació Dori la tenían alquilada.

Los primeros días la casa familiar era un continuo trasiego de visitas, donde se recibían y daban los encargos, donde todas las madres que tenían hijos en Bruselas se pasaban para recibir noticias de ellos. Bajo el aroma y el sabor de un buen café belga se realizaban unas tertulias interminables en las que se ponían al día de lo ocurrido en el pueblo. Juani y Dori solían participar en ellas en los ratos que no estaban en la calle con sus amigos. Ambas han gozado de la amistad de muchos niños primero y después jóvenes del pueblo. Entre las amistades de Dori cabe destacar a Amparito Uribe, las hermanas Isabel y Carmen García Martínez, etc.

En su juventud acudían a los guateques que se celebraban en el almacén de Antonio el Lalo al principio del paseo, en la tienda de los padres de Emilio Granero el Chochete cuando cerraba al público y que se encontraba frente a la casa de la abuela juanita, o en casa de Diego Linares en la calle Romero.

También solían hacer excursiones con los amigos y los domingos solían ir a la playa de Garrucha, repartidos en los coches de sus tíos Antonio, Pantaleón y Ramón. Dos Seat 600 y un Renault 4.

En las vacaciones del verano de 1969 recibieron una visita inesperada, muy grata para Dori, todo sea dicho, de Marcos Monfort, un muchacho belga al que había conocido en Bruselas en febrero de ese mismo año. Hizo auto-stop hasta Murcia y allí cogió el tren hasta Cantoria. Al mismo tiempo Neil Amstrong pisaba la luna, pero él sabía a donde llegaba, Marcos no. Este verano y los siguientes, participaron, con los entonces jóvenes de la pandilla (Sofia, Pedro, Melodi, Amparo, el Seba, Antonio, Amancio, Josefina…), a la resurrección de las fiestas de verano, las de San Cayetano, bajo la inconfundible música de “Los invasores”.

Él fue el que pintó todas las cintas para la carrera de cintas en bicicleta, y junto con las carrozas, salieron Marcos y Dori disfrazados de mejicanos a lomos de una burra. A partir de entonces, casi nunca han faltado a las fiestas. Tan buena fue la acogida del novio de Dori, que el sintió desde el principio que Cantoria le había regalado una nueva y extensa familia.

Pero el fin de las vacaciones tenía que llegar, y con el las despedidas, donde las lágrimas volvían a las caras de todos, pero esta vez de tristeza. Dori y Juani continuaban llorando todo el camino de vuelta. En casa de la abuela no se ponía ni la radio, ni la televisión después, de la tensión y tristeza que había durante los días posteriores.

Los veranos de su infancia rodeada de toda su familia en la casa de su abuela Juanita, era un oasis de felicidad, que han marcado profundamente tanto a Adora como a su hermana Juana. 

Marcos

Como hemos dicho al principio, cuando la familia se estableció en la capital de Bélgica, se fueron a vivir al barrio de St. Gilles, muy cerca de la plaza de La Barriere, donde estaba la parroquia en la que la familia participaba muy activamente. Dori y sus hermanos estudiaron en colegios católicos y cuando terminó el Bachillerato su padre le aconsejó que trabajase en un comercio, pero su madre, que sabía que quería continuar con los estudios superiores, se opuso. Si quería estudiar, lo haría, y no había nada más que hablar. Por esa época fue cuando conoció a Marcos, el que sería su marido, gracias a las actividades y fiestas que organizaba la parroquia.

Logopedia fue la carrera que eligió Dori y aunque Marco estaba estudiando arquitectura, se dejó esta especialidad para unirse a ella. Esta disciplina en ese momento era casi una desconocida en España como la llegó a calificar Gutiérrez Zuloaga con estas palabras: “La historia de la Logopedia puede resultar larga si buscamos sus raíces profundas y corta si pensamos en la autonomía de esta disciplina”.

Estudiaron juntos en Bélgica y se formaron en los principales hospitales universitarios de Bruselas. También hizo un intercambio cultural para aprender el inglés con una chica irlandesa, pasando algunas temporadas in Irlanda y luego esa chica venía a casa de Dori.

En 1972 deciden casarse en Bruselas y allí que se fue parte de la familia, de la que luego contarían miles de anécdotas, especialmente festivas y graciosas. Después decidieron trasladarse a Madrid e instalar una clínica de logopedia. Para ello necesitaban buscarse a un socio español que les ayudase con todo el papeleo y burocracia. Cuando llegaron se dieron cuenta que este personaje los había engañado quedándose sin nada.

Menos mal que su primo Isidoro Alés Gómez vivía allí y, junto con la familia franco-belga de los Lecocq, les ayudó, pudiendo así cumplir su sueño de fundar el centro de logopedia Entender y Hablar que, en 2023, cumplió 50 años de atención a los niños y niñas con dificultades de lenguaje. Los resultados que ha dado este centro han sido extraordinarios, siendo el germen de los éxitos que han llegado después con otros proyectos relacionados con la misma especialidad.

En la capital española fueron llegando también los hijos, Marcos, Isabelle y Guillermo, en ese orden.

Como fue madre joven, también ha tenido la suerte de ser abuela joven para poder disfrutar plenamente de sus nietos: Chloé, Carmela, Leo y Marcos (tercero) que actualmente están terminando Bachillerato o ya cursan carreras  universitarias.

Boda de Juana Juárez y Christian Lahousse celebrada en Bruselas en 1972.

De izquierda a derecha: Dora Tapia, las tres hermanas Sánchez, Isabel, Cruz y Mirla, en la boda de Dori Bruselas 1972.

Hijos de Dori y Juani (Marcos, Isabelle, Guillermo, Martin, Chloe) en la plaza. Cantoria 1982.

Adora y Marcos con sus tres hijos en las jornadas Científicas "Lenguaje y Comunicación" realizadas para conmemorar el 50 aniversario del Centro de Logopedia Entender y Hablar. Colección: Loli Bermejo

Trayectoria Profesional

Pero su carrera profesional no se limitó exclusivamente al centro Entender y Hablar, nada más lejos de la realidad. Lo han sabido compaginar desde 1981 con otras muchas actividades, como la docencia impartiendo clases de logopedia en las universidades Pontificia de Salamanca, en la Autónoma de Madrid, en las primeras promociones de logopedas de la Universidad Complutense de Madrid y en Villanueva. Actualmente transmite sus conocimientos en el Master de Atención Temprana y el de Auditivos en la Universidad de Alcalá de Henares.

Ha impartido cursos sobre Audición y Lenguaje y de Pedadogía Terapéutica por toda España y fuera de ella, como en Francia, Italia y como no, en Bélgica. Fue profesora en la Universidad de Lausanne (Suiza) introduciendo en la facultad de psicología una materia sobre la importancia del Seguimiento familiar de los niños y niñas con trastornos del lenguaje.

Son numerosos sus viajes a países latino-americanos como Guatemala, México, Colombia, Chile, Uruguay, Perú y en especial a Argentina, donde en su capital, Buenos Aires acuden cada curso escolar cientos de audiofonólogas para formarse con ella, con su marido Marcos y, en los últimos años, con su hija Isabelle.

Un hecho relevante que debemos señalar en su trayectoria curricular es la formación impartida al equipo médico y logopédico de Casablanca, que poco a poco y con su  ayuda y la de su equipo terminó creando un colegio de inclusión de alumnos con sordera, replicando dentro de lo posible el colegio Tres Olivos. Sabemos, por estar en continuo contacto, que la inclusión escolar del alumnado sordo en Marruecos ha dado desde entonces un giro positivo importante.

Más de 100 artículos en revistas y publicaciones especializadas, 20 libros editados y materiales profesionales publicados con su marido, que son referencia profesional y con los que se imparten clases en facultades de pedagogía y magisterio de medio mundo.

Fue vice-presidenta y presidenta de la Asociación Española de Logopedia, Fonología y Audiología. Durante su mandato trabajó intensamente para el reconocimiento de la profesión de logopedia que por entonces no existía como tal en nuestro país.

Como presidenta del Bureau International d’Audiophonologie, desempeñó un papel importante para la difusión en Europa de los estudios e investigaciones de las Comisiones de trabajo de dicho organismo.

A nivel europeo, ha ocupado el puesto de vice-presidenta de investigación del Comité Europeo de enlace de las/los logopedas. Este cargo supuso una participación intensa en la unificación de las carreras de logopedia en Europa y la creación de un código ético para todos los profesionales.

Las aportaciones internacionales y europeas se apoyaban en los trabajos que paralelamente realizaba como Presidenta del CEAF (Comité Español de Audio fonología).

Fue en una de esas ocasiones cuando el Real Patronato la invitó a exponer en el Palacio de la Zarzuela, bajo la Presidencia de su Majestad la reina doña Sofia, los trabajos que venía dirigiendo.

Durante 12 años fue evaluadora en la Comisión Europea de los proyectos de la Dirección General XII referentes a las Personas mayores y las personas con Discapacidad.

Dori Juárez en una de sus muchas ponencias sobre su especialidad. Ella, junto con su marido, han sido la generación de especialistas que ha consolidado la Logopedia como una disciplina esencial en el campo del desarrollo infantil.

Invitada en la Comisión Europea en Bruselas. Año 2015. 

Acto de entrega de la Encomienda del 2 de Mayo que le otorgo la Comunidad de Madrid.

En 2023 se celebro el 50 aniversario del Centro de Logopedia Entender y Hablar, del que Adora y su marido Marcos fueron los fundadores y que siguen gestionando en la actualidad. Colección: Loli Bermejo

Colegio Tres Olivos

En todos estos años, fue madurando la idea de crear un modelo de escuela inclusiva, en el que se pudiera concretar todo aquello que durante tantos años había impartido y defendido.

Por eso, en el 1999, junto con su marido y una familia con un hijo con discapacidad auditiva, crearon la Fundación Dales la Palabra.

Se abrió para ella un largo recorrido de búsqueda de apoyos institucionales y financieros que finalmente en el 2000, dieron nacimiento al colegio inclusivo Tres Olivos. Bajo el lema “tres olivos, tres mil colores” persigue el objetivo de una  integración real de niños y adolescentes con discapacidad auditiva en un entorno de oyentes, convirtiendo a este centro en una referencia internacional desde su fundación. Por eso ha sido reconocido con numerosos premios, el último en el curso 2023, el del grupo Siena y su Premio Magisterio que le entregaron el Presidente de la fundación Once y Vicente del Bosque.

Asume la dirección de un centro con 98 profesores y 1200 alumnos, de los cuales un 10% son alumno/as con discapacidad auditiva.

La Fundación y el colegio reciben continuos apoyos, necesarios para  conseguir eliminar las Barreras de Comunicación del alumnado con sordera: dotar las aulas con tecnología de última generación que les permite acceder las enseñanzas en las mejores condiciones acústicas. En agradecimiento a las entidades y empresas solidarias se crean los Premios Fundación Dales la Palabra que se entregan cada 2  años. Las primeras entregas tuvieron lugar  en el hotel Ritz de Madrid y, desde su reciente inauguración, en el Four Seasons.

Después de completar la carrera de psicopedagogía en el 2008, su ilusión era doctorarse por la Universidad de Almería, su tierra, y bajo la dirección del Doctor David Padilla  lo consiguió en 2012, con la calificación Cum lauden.

La Comunidad de Madrid le otorgó la encomienda del 2 de mayo, en reconocimiento a sus méritos profesionales: por ello, tiene derecho a que le llamen ¡Ilustrísima!

Dori con un grupo de alumnos con discapacidad auditiva en su colegio Tres Olivos 2018. Este Colegio Tres Olivos, un modelo de escuela inclusiva en el que persigue la integración real de niños y adolescentes con este tipo de discapacidad.

Visita de la infanta Elena al colegio Tres Olivos en 2014.

Dori dirige un centro escolar con 98 profesores en plantilla y 1200 alumnos.

Visita al colegio Tres Olivos de una delegación de Casablanca. 

Despedida

Como hemos podido comprobar su carrera profesional ha sido muy intensa, y si tuviera que buscar una sola palabra para definirla, sin duda sería de vértigo.

Pero lo que más le gusta resaltar es que desde 1972 a 2019, no ha faltado a ninguna fiesta de San Cayetano (de la que fue reina en 1969 y pregonera en los años 80) y a casi ninguna procesión de Semana Santa. Sigue teniendo su casa, la de Isabelita y de Paco Juárez, en la plaza, atesorando los recuerdos familiares de varias generaciones, en la que ella ha sido fiel transmisora a las siguientes generaciones.

Y si le preguntamos cuál es su mayor alegría, sin dudarlo nos responde que esas tardes de verano en la puerta de su casa, en la plaza de la Constitución, en la que consigue juntar a sus hijos, primos y a esos amigos que consigue convencer para que vengan a conocer su pueblo, actuando como la mejor anfitriona y embajadora de nuestra tierra.

Reunión familiar en la esquina de la plaza junto a su casa. Verano 2016.

Dori con su tio Antonio Alfonso Sanchez. Coleccion: Decarrillo

Francisco, Emilio, Antonio Alfonso, Isabel María, Dori y el Toto, frente a la casa en la plaza de Cantoria Semana Santa de 2023. Colección: Decarrillo

Otra imagen del mismo momento en la que se puede ver a Marcos tomando fotografías de la procesión del Viernes Santo. Colección: Decarrillo

Documentos audiovisuales

Testimonio de profesores y niños del Colegio 3 Olivos sobre la experiencia de utilizar un sistema de campo libre en combinación con sistema de micrófono remoto personal en el aula.

Ponencia “Inclusión, participación y promoción educativa” a cargo de Adoración Juárez enmarcada en el Simposio 4: “El sonido del aprendizaje” dentro del Congreso Científico 40 Aniversario FIAPAS “Sordera Infantil. Del Diagnóstico a la inclusión educativa: retos y futuro”. 

La situación ante el COVID-19 que se vivió en el colegio Tres Olivos.

El colegio concertado Tres Olivos es un centro de integración preferente de deficientes auditivos, donde conviven sordos y oyentes en un entorno normalizado de enseñanza.Los alumnos pueden iniciar su escolaridad desde 0 hasta 18 años. Adoración Juárez nos habla del Día Europeo de las Personas con Discapacidad y del centro educativo 

Los avances médicos y técnicos han cambiado tanto la vida de un niño que nace sordo, que a veces casi no se distingue su habla de la de un oyente. 

Este vídeo forma parte del reportaje sobre implantes cocleares. Se trata del último capítulo, en el que se habla del colegio Tres Olivos, un centro educativo en el que se trabaja la inclusión de personas sordas. 

Testimonios:

Adora Juárez con su prima Dori Sánchez en la Semana Santa de Cantoria de 2018. Colección: Decarrillo