La Economía del Esparto

Por Pedro Sánchez Contreras

Historia de la Industria del Esparto

Tradicionalmente las mayores productoras de esparto de Europa han sido las provincias de Almería, Murcia y Albacete. Esta industria ha sido un motor esencial para su economía y que tuvo su máximo apogeo en el siglo XIX y principios del XX, al generarse una potente industria artesana para abastecer a buques de cabotaje y de pesca. Al constituirse la línea del ferrocarril Lorca-Baza-Águilas se crea una importante válvula de salida a este producto hacia el puerto de águilas. El destino principal era Gran Bretaña que era el gran mercado mundial del esparto y el que fijaba los precios. Esta línea férrea, después del mineral, el esparto era su principal mercancía a transportar (en 1928, el año de máximo apogeo de las minas de la cuenca del Almanzora, se transportaron 778.515 toneladas de mineral y 11.930 toneladas de esparto). Esta etapa dorada llega hasta la I Guerra Mundial donde nuestro producto no tenía competencia y los precios y la producción eran estables. A raíz de la Gran Guerra se cierra el mercado de Gran Bretaña hasta el final de la contienda, hay escasez de vapores que se utilizan para el transporte de tropas, encareciendo el transporte y a su vez, el producto y sobre todo la entrada del esparto de Argelia en el mercado europeo hacen que entre en un lento declive.

Durante los años de la I Guerra Mundial, al no poder exportar producto, es asimilado en parte por el mercado nacional, principalmente como fibra en la industria papelera, la pleita y la producción de cordón. Pero no es suficiente y a los cosecheros se le acumulan varias cosechas en las colinas sin recoger. Una vez finalizada la contienda se abren los mercados, y aunque se mantiene la demanda de los años previos, los precios se estancan por la entrada de producto argelino, a pesar de que el esparto español supera en calidad al de todos los países mediterráneos, ya que contienen un mayor porcentaje de celulosa, y su fibra es mucho más fina que el producto argelino, el segundo en calidad.

Ya en el año 1940 la producción baja hasta que llega a ser sustituido por la goma, el plástico o la fibra sintética, en definitiva, derivados del petróleo. La producción de esparto hoy en día se destina ya única y exclusivamente a la artesanía, al calzado y a los montajes de escayola.

Las exportaciones de Cantoria a finales del siglo XIX y principios del XX se limitaban casi exclusivamente a esparto. Al constituirse la línea del ferrocarril las exportaciones pasaron de 429 toneladas en 1909 a 2.354 en 1931. Aún así era la estación que menos mercancías facturaba de toda la línea férrea, sólo por delante de Hijate con 1.740 toneladas ese mismo año. La producción era esparto en más de la mitad, luego productos alimenticios, y a partir de los años 20 el arte funerario (cruces y lápidas de mármol y ataúdes), irá en aumento y a partir de los años 50 serán casi las únicas exportaciones.

Obreros de una fábrica de esparto en 1902. Colección: Miguel Ángel Alonso

Proceso desde la Recogida hasta el embarque del esparto en Águilas

Carros Cargados de Esparto esperando en la estación de Serón para pesar su carga y subirla al ferrocarril. Año 1894. Legado: Gustavo Gillman

Grupo de hombres pesando esparto en la estación de Baza. Se aprecia parte de la báscula, sostenida por dos operarios, y los haces de esparto alrededor de 1904. Legado: Gustavo Gillman

Una vez pesado, el esparto se transporta en el ferrocarril dirección a Águilas donde se encontrabas las fábricas de transformación. Año 1904. Legado: Gustavo Gillman

Fábrica de Esparto en Águilas. Todo el esparto que se facturaba por el ferrocarril en las estaciones de la comarca, llegaba a Aguilas donde se trataba y se preparaba para embarcar en algún barco, rumbo principalmente a Inglaterra. Colección: Legado Gustavo Gillman

Fábrica de cuerdad de esparto de Águilas alrededor del año 1905. Legado: Gustavo Gillman

Cargando esparto en la playa de Levante de Águilas. Varios hombres cargan, desde un pequeño muelle de madera, una barcaza con balas prensadas de esparto alrededor de 1905. Legado: Gustavo Gillman

Planos de la estación Fines-Olula con un muelle de esparto. Colección: Miguel Ángel Alonso

Caracteres Generales de la Planta

El clima seco y de paisajes áridos es típico del sudeste español, donde abundan las plantas herbáceas y arbustivas como el esparto, que pertenece a la familia de las gramíneas, igual que el trigo y la cebada. Su nombre vulgar del esparto proviene de la palabra latina “Spartum”, de donde se han originado una serie de topónimos como “Campus Spartarium” que llamaban los romanos a la zona de Cartagena, territorio bastan árido y en el cual se cría muy bien la mencionada planta. Se caracteriza por sus hojas largas y enrolladas, que pueden medir más de 60 cms. Tiene un porte “amacollado” con muchas hojas, unas secas pertenecientes a años anteriores y otras verdes. Al principio crece muy lentamente, alcanzando su pleno desarrollo entorno a los 12 ó 15 años. Cuando joven es muy delicada, no soporta bien el frío ni las heladas. Suele crecer bastante mal cuando está a la sombra. Su época de floración es abril y mayo, durante este tiempo la planta va a desarrollar un largo vástago con un racimo de flores de largas aristas o “raspas”, sus semillas maduran durante el mes de junio y posteriormente serán diseminadas. Los meses más idóneos para que las semillas fructifiquen suelen ser finales de Julio y Agosto, siempre que las condiciones de humedad reúnan un mínimo adecuado. El nombre de esparto se suele reservar para nombrar a las hojas; a la planta en general se suele denominar Atocha o Espartera.

Planta de Esparto que pertenece a la familia de las Gramíneas, al igual que el trigo y la cebada. Colección: Decarrillo

Recolección

La recolección ha sido una labor que se ha realizado a mano, trabajo duro y penoso, apenas existe una mecanización, y junto con la carestía de la mano de obra han hecho de su recolección una actividad obsoleta en España.

Lugares de Recolección

Si observamos el mapa de recolección del esparto, nos podemos dar una idea de los tipos de suelos que hay, pues el esparto es un buen indicador geológico. Vemos perfectamente cómo quedan delimitadas las zonas calcáreas sólo con la presencia de dicha planta. En aquellos lugares en que aparecen las pizarras (esquistos micacíticos fundamentalmente) la planta desaparece casi por completo. En aquellos otros lugares en que aparecen las arcillas cargadas en sal, el esparto va desapareciendo y hace su presencia el “albardín”  o falso esparto. Sólo con la presencia o ausencia de estas dos plantas: esparto y falso esparto podemos tener una visión de las tres grandes áreas en que se dividen los tipos de suelos a grandes rasgos y en cuanto a su composición química: calcáreas, silícias y salinas.

Esta actividad,  la recolección, se lleva a cabo durante los meses finales de otoño y principio de invierno, según las zonas, es la época en que las hojas están maduras, tienen la vaina dura y esto hace que se desprenda mejor al tirar de las mismas.

El procedimiento que se realiza es el siguiente:

La recolección se realiza a mano, ya que apenas existe mecanizacion. 

Tipos de Esparto

Para la realización de utensilios, el esparto a veces se somete a diferentes tratamientos, otras se emplea directamente sin ningún proceso previo, en cada caso tendríamos;

Esparto Verde: se coge y antes de que se seque, cuando aún está fresco, se trenza. Con este tipo de esparto se suelen hacer:

Ramales, cuerdas trenzadas con tres hilos y que después se utilizaban para amarrar los haces de trigo, cebada, etc., es decir, las mieses del campo.

Esparto cocido: el tratamiento de dicho esparto es el siguiente, una vez cogidos los manojos se dejan secar, para ello se atan los espartos, se abren los manos para que se aireen bien, se ponen a la sombra, aunque después se pueden poner al sol, cuando están secos se introducen en agua, en una balsa, los cocedores que a tal efecto había en la playa de dicho nombre, etc.  En el agua se tenían durante tres semanas, después se sacan y se ponen al sol para secarlos bien y que no tengan humedad, de lo contrario se podían pudrir.

Terminado este proceso de cocimiento y secado se majaba, para lo cual se utilizaba una maza y una “picaera”, la maza suele ser un utensilio de madera de unos 20 cm. De diámetro por 30 cm. De largo y con un mango para cogerlo, con ella se golpeaba el manojo de esparto apoyado sobre la “picaera”, losa plana, generalmente de piedra o bien el tronco o tocón de un árbol.

Trabajando el esparto verde sin ningún tratamiento. Colección: Decarrillo

Utensilios de Esparto

Aguaderas o “agüeras”.- Utensilio de esparto seco, de pleita, con varios senos o cavidades de diferentes tamaños, según la finalidad, aunque todas ellas tenían como misión el poner un cántaro o botijo con agua en sus cavidades para poder ser transportados, bien cuando se iba a coger agua y llevar al vivienda, bien cuando se quería llevar algún cántaro pequeño (cántara)  o botijo en los carro y tener agua para beber, hacían la función de las cantimploras actuales.

Albarda.- Aparejo o montura para las caballerías con el fin de evitar que la carga descanse directamente sobre el cuerpo del animal. Debajo de la misma se ponía un trozo de manta vieja, unos lomillos (especie de almohadillas) para que el esparto o albarda no rozase e hieres al asno o mulo.

Asiento de las sillas.- hacer el asiento de una silla se denomina “enguitar”, técnica que consistía en hacer un tipo de trenzado llamado “guita” (soga fina de Esparto picado) , con este tipo de cuerda se entretejía el asiento.

Baleo.- Estera circular hecha de pleita, con esparto seco, con dos asas colocadas simétricamente una enfrente de la otra y que se utilizaba con las mismas funciones que hoy en día hacemos con el recogedor, al barrer la vivienda.

Barja o balija.- Especie de cesto de forma prismática, con una tapadera hecha también de esparto y que servía para llevar la merienda cuando se iba al campo, este tipo de capazo era muy frecuente entre los muleros, arrieros, etc.

Bozo o bozal.- Utensilio en forma de cesto con dos orificios, se aplicaba en la boca de las caballerías y se ataba con un ramal por encima de las orejas para que no pudiesen comer; el bozo se utilizaba cuando las caballerías iban por los caminos, se amarraban junto a algún árbol, etc… eran casos en los que había que evitar que  pudiesen ramonear alguna planta,  se distrajesen en las labores, etc.

Cabestro.- Especie de “cabezá”, trenzado de cuerda o soga que se ponía en la cabeza de los mulos y los que se ataban los ronzales, bridas, etc. que servían para guiar o conducir al animal. Esta palabra polisémica la podemos localizar en cualquier diccionario con otros significados como: Cabestro, toros mansos que sirven para guiar a los toros bravos; sinónimo de bruto, etc.

Cachulero.- Especie de cesto elaborado con esparto verde, acanalado para facilitar la transpiración, con pasador del mismo material en la boca que al tirar de él cierra el cesto. Dicho cesto se utilizaba para la recolección de caracoles.

Capazo o capacho.- Recipientes de gran tamaño que se utilizaban en las faenas del campo, la trilla, etc. servían para transportar cereales, paja, fruta, etc. todos estos utensilios, hoy en día, se siguen utilizando, eso sí, los materiales con los que se fabrican han sido sustituidos por la goma, plástico, etc. Existía un recipiente llamado “capaza” y que no se debe confundir con el capazo, mientras este era de esparto, la capaza se trenzaba con rafia, anea o, incluso con hojas de palmera. Los tamaños de los capazos dependían de la finalidad que tuviesen, de los materiales que se fueran a transportar.

Capuzo.- Era una especie de capazo bastante alto y estrecho, cilíndrico, con cuatro asas, utilizado en la recolección de la aceituna, una vez lleno se utilizaba como “harpil” o “jarpil” en las caballerías y así poder transportar la mercancía.

Cesto.- Capazo de tamaño pequeño, utilizado para guardar alimentos, frutas, etc. Palabra polisémica, también se utilizaba para nombrar una estera pequeña y que los pastores colocaban en el vientre de los carneros o machos cabríos con el fin de impedir el apareamiento en fechas no deseadas.

Cincha.- Especie de cinto o cuerda ancha, hecha de pleita y que servía para amarrar el aparejo de la caballería, en ambos extremos se ponía una “cejá”, son como anillas hechas con ramas de sabina, cuando están verdes se doblan para darles la forma; también las había de hierro.

Cojín.- Especie de estera circular con un orificio en el centro, utilizada en las almazaras o molinos de aceite para prensar la aceituna, el orificio era para pasarla por el usillo de la prensa.

Colmena o corcho.- Especie de cesto para las abejas, elaborado con el esparto seco que se encuentra en las atochas. En otros tiempos eran más apreciadas que las de madera por ser más cálidas que éstas.

Cordel.- Cuerda muy fina realizada generalmente con dos hebras nada más, una hebra se retorcía sobre la otra, se solía utilizar como hilo para coser esteras, espuertas, alpargatas, etc. cuando se quería hacer más gruesa se aumentaba el número de hebras.

Cuerda.- Útil elaborado a base de ir enrollando hebras unas sobre otras, según el número de hilo empleados daba origen a mayor o menor grosor de la cuerda, cuando sólo se utilizaban dos hilos se conseguía una cuerda muy fina, en este caso se llamaba, como hemos dicho anteriormente, cordel.

Crizneja o jarcia.- Una variedad de trenzado realizada con cinco ramales, una especie de pleita fina, se suele realizar con esparto picado y es frecuente para hacer asas de capazos, etc.

Escobillos o escobillas.- Penacho de esparto atado a modo de escobilla que se empleaba para limpiar las artesas, recipientes en los que se amasaba el pan, barrer la harina, etc.

Esparteña o espardeña.- Calzado muy utilizado entre los pastores y arrieros, se solía hacer todo él de esparto, aunque a veces se reforzaba con alambre las punteras, lados, etc. aquellas de mayor rozamiento y que estaban sometidas a un mayor desgaste, también se protegía la zona del talón con trapos o badanas para evitar las heridas que podían producirse con el roce en los tobillos, etc.

Espuerta o capazo.- Recipiente de pleita a modo de capaza y con dos asas. Las asas se suelen hacer con esparto picado por dos razones: por su dureza o resistencia y por ser más suaves al tacto a la hora de asirlas. Las espuertas eran muy utilizadas en todas aquellas faenas en que había que transportar materiales. Hoy en día se hacen de goma.

Estera.- Especie de alfombra realizada con pleita. El tamaño suele variar dependiendo de la finalidad para la que se pretenda.

Estropajo.- Puñado de fibras de esparto (hojas), majadas y que a veces se obtenían del desilachado de cuerdas o sogas; se utilizaban para fregar los utensilios de cocina. Sobre el estropajo se han hecho multitud de chistes.

Guita.- Soga de tres ramales entrelazados a modo de trenza, diferenciable de la soga sólo por su grosor, la guita es más fina y se suele  hacer con esparto picado.

Harpiles o jarpiles.- Recipientes elaborados a modo de red y que se utilizaba fundamentalmente para el transporte de paja a lomo de las caballerías o cualquier otro producto de fibra larga: espliego, tomillo, etc.

Honda.- Utensilio construido con trenzado en forma de soga y que en el centro se divide en dos ramales para poner el guijarro o piedra que se iba a lanzar. El procedimiento era: una vez colocada la piedra se le daba vueltas en bandolera y se  suelta uno de los extremos, con lo que el guijarro salía disparado como consecuencia de la fuerza centrífuga. (Según la Historia los honderos de Mallorca eran famosos por su destreza en la utilización de estos instrumentos como armas defensivas).

Mabral.- Especie de estera pequeña, bien circular u ovalada que se ponía a la entrada de la vivienda a modo de felpudo o esterilla y que servía para sacudirse los pies, limpiar el barro de la suela del calzado, etc. 

Mosquero.- Utensilio elaborado con un trenzado de esparto y en el que se dejaban como una cortinilla de fibras (esparto) colgando. Este artilugio se colocaba en el hocico o morro del animal, unas veces se unía a la “cabezá” o cabestro, se ataba al bozo, etc. Como su nombre indica “mosquero” se empleaba para que las caballerías espantasen o ahuyentasen a las moscas. Muy útil en verano.

Posete.- Asiento de forma circular, pequeño, de un par de vueltas de pleita y que se rellenaba por dentro de trozos de tela, trapos, lana, etc. y la parte superior se cubría con una piel de cordero o cabra fundamentalmente, y que servía para sentarse, aunque, bien es verdad que este tipo de asiento se solía reservar para los niños, casi de forma exclusiva.

Quesera.- Pleita de un metro aproximadamente de longitud y terminado en una soga, dicha pleita se enrollaba y ataba a la vez que se llenaba de queso aún fresco con el fin de darle la forma circular. Si se observa el borde de un queso veremos las señales de esparto, pues aún hoy en día se suele utilizar en muchos sitios.

Roete.- Especie de salvamanteles, construido con una pleita circular y una pequeña asa en uno de dos costados; cuando se sacaba la sartén del fuego se ponía sobre este artilugio, el cual desempeñaba una doble función: proteger la mesa del calor de la olla o sartén y favorecer el que se enfriase la comida, su función era similar a las trebes o trebedes, sin ponerlas en el fuego es lógico.

Sarrieta.- Una de las muchas variedades de cestos que se hacían y que algunos de ellos sólo se diferenciaban en cuanto a la finalidad o utilidad que de ellos se hacía, lo que conllevaba ciertas modificaciones o peculiaridades. Éste en concreto era de un tamaño grande, de base ancha y que se utilizaba para echar de comer a los mulos,  sobre todo cuando estaban uncidos bien en trilla o bien en yuntas de arados, etc. era más cómodo que no estar soltando a los mulos y  luego uncirlos otra vez.

Sembraera.- Especie de espuerta o capazo con un asa en un lado y en el otro una soga, a modo de hombrera para poder engancharse en bandolera. El capazo se llenaba de trigo, cebada, etc.  Te permitía tener una mano libre para ir cogiendo puñados de cereal y esparcirlos por el campo en los momentos de la siembra.

Sera.- Especie de cesto circular y de pequeña altura, utilizado sobre todo para guardar los higos secos.

Serón.- Cesto de gran tamaño, de una sola cavidad y que atravesado en la albarda de las caballerías formaban como dos oquedades cónicas invertidas a ambos lados cada una del aparejo de los mulos. Su finalidad era para poder transportar estiércol a los bancales, tierra de un lugar a otro, etc. (de aquí que se le conozca también como serón terrero).

Soga.- Especie de cuerda elaborada con tres ramales trenzados entre sí, dichas sogas dependían de la finalidad que fuesen a tener, de ello dependía el grosor, la longitud, el que se hiciese con esparto verde o picado, etc. Incluso el nombre podía cambiar: sobrecarga, soga muy larga.

Soplillo o panero.- Utensilio de forma circular de unos 20 cm. Aproximadamente de diámetro, con un mango para asirlo y que se utilizaba para avivar el fuego de la lumbre.

Traba.- Cuerda bastante recia con un hojal o asa en un extremo y un nudo o engrosamiento en el otro. Dicha cuerda se enredaban en las patas delanteras o manos de las caballerías para impedir que los animales pudiesen andar cómodamente puesto que en sus desplazamientos necesitaban dar pequeños saltos.

Una madre y su hijo con un burro que lleva un serón de esparto cargado posiblemente con verduras, para su venta el mercado de Cantoria alrededor de 1899. Legado Gustavo Gillman 

Pequeña locomotora, con el vagón salón, abasteciéndose de agua en la estación de Tíjola. Varios operarios rellenan el tanque de agua de la máquina 101, que arrastra el vagón que utilizaban los directivos de la empresa del ferrocarril Lorca-Baza. En la parte delantera podemos apreciar la cantidad de espuertas de esparto con algún tipo de mercancía. Año 1906. Legado: Gustavo Gillman 

Pepe Fernandez de las casas nuevas, uno de los pocos artesanos del esparto que quedan en Cantoria. Un oficio que se resiste a desaparecer y por eso enseña la labor a sus nietas Davinia y Sole. Colección: Decarrillo

Taller de Esparto.

Herramientas Utilizadas

Entre las herramientas utilizadas para trabajar el esparto, además de las manos, cabe destacar los siguientes útiles o instrumentos:

Aguja.-  La aguja de coser pleita, útil elaborado de hierro, de unos 12 ó 14 cm. Aproximadamente de largo por 1 cm. de ancho y con orificio para pasar la hebra, no suele ser totalmente recta, sino un poco arqueada.

Aguja alpargatera.- Parecida a una aguja normal de coser, sólo que es más recia y fuerte, de unos 5 cm. de larga más o menos.

Almará.- Utensilio muy parecido a un punzón, con un mango de madera y periforme, orificio en su extremo, siendo esta la característica que lo diferencia, no sólo se empleaba para trabajar el esparto, sino también en todo tipo de talabartería, era una pieza imprescindible para coser las suelas de las esparteñas.

Maza.- Cilindro de madera de unos 20 cm. de longuitud, por unos 10 ó 12 cm. de diámetro y rematado en un mango para cogerlo; este cilindro servía para golpear el esparto una vez cocido, con lo que se obtenía una fibra más suave.

Picaera.- Cilindro de madera de unos 30 ó 40 cm. de diámetro, o bien una losa de piedra plana sobre la que se apoyaba el manojo de esparto para ser golpeado o majado.

Punzón.- Agujas recias y fuertes con un puño o mango de madera utilizado para perforar y así facilitar el cosido de agujas.

Diferentes uttensilios para tratar y trabajar el esparto

Vocablos y Expresiones

A lo largo de los años, el hombre ha vivido tan ligado al mundo del esparto que en sus expresiones y conversaciones con los demás, ha quedado reflejado en multitudes de dichos y refranes en las que aparecen los vocablos, bien de útiles, bien de objetos, relacionados con el esparto, todos ellos en un sentido figurado e indicando un cierto pleonasmo o exageración, por ejemplo:

Albarda sobre albarda: repetir

Cortar la soga: romper las amistades con una persona

Dar un esparteñazo: responder de una manera brusca, poco agradable.

Echarse la albarda: ponerse la pelliza (especie de abrigo corto y grueso).

Estar con la soga al cuello: estar muy apurado, verse en un gran aprieto.

Hacer guita: hacer dinero, acumular o atesorar cierta fortuna.

Harpilá o jarpillá: echar un jarpil de...... indica una gran cantidad

Harpillera o arpillera: tejido realizado con esparto.

La soga se rompe por lo más débil: en las disputas siempre pierde el más débil.

Llevar más palos que una estera: recibir una paliza.

Llover a espuertas: llover a cántaros, aguacero fuerte.

Meter la pata en las agüeras: equivocarse.

No dar la soga larga: no dar confianza.

No tocar una pleita: no tocar nada, ni un duro.

Poner trabas: poner dificultades en la realización de algo.

Poner el bozal: no dejar que alguien hable.

Ser como granizo en albarda: no poder estarse quieto.

Ser más basto que una soga de esparto verde.

Tener cuerda para rato: que no se calla ni bajo el agua.

Un esparto de agua: caudal pequeño, “un esparto”.

María Pérez Pérez, una artesana del esparto que participa en todas las demostraciones en las ferias tradicionales de Almería, Murcia y Granada. Colección: Decarrillo

Bibliografía

Fuente.- “Esparto, una planta en el olvido”. Luis Revelles Guillén y Pedro Sánchez Contreras. Edt. Asociación Juvenil Amigos de la historia.

Anuario estadístico de la Región de Murcia (Años de 1.986 a 1.997)Tomo I.- Datos Regionales

Tomo II.- Datos Municipales

Edt. Consejería de Economía y Hacienda

 

Datos y series estadísticas (Años 1.987 al 1.989)

Edt. C.A.M.


Historia de la Región de Murcia

Tomo I   (Autores varios)

Edt. Mediterráneo

 

El maravilloso mundo de las hierbas (10 volúmenes)

Autores varios

Edt. Editors S.A.

 

The Great Southern of Spain Railway Company Limited 1887-1936. Ferrocarriles de Lorca a Baza y Águilas.

Juan Gris Martínez

Edt, Asociación Cultural Amigos del Ferrocarril “El Labrardorcico de Águilas”

Imagen tomada en Terracultura (Chirivel) en 2019. Colección: Decarrillo