Símbolos Calcolíticos de la Loma de Almanzora y de la Loma de la Torre en Cantoria. Ídolos de Almanzora y Cantoria. Las influencias de los investigadores extranjeros como Luis Siret, hicieron que estudiosos españoles se lanzaran a realizar estudios arqueológicos. Siret encontró el ídolo de Almanzora en la Loma de Almanzora y Luis Cabré encontró en la Loma de la Torre el de Cantoria. (Ver más información)
Restos argáricos de la Hoya. Los argáricos son una sociedad fuertemente jerarquizada. Los vecinos del municipio han encontrado hachas, molinos de mano y una amplitud de cerámica. Actualmente, el yacimiento se encuentra sepultado por la construcción de un pozo que hizo en su día la empresa pública de aguas Galasa. (Ver más información)
Los celtíberos establecieron el asentamiento que hoy conocemos como el Peñón del Lugar Viejo en una zona estratégica, de difícil acceso para posibles enemigos y cercana a una abundante fuente de agua: la Balsa del Fax. Este nacimiento dio origen al Topónimo de Cantoria. Según los restos arqueológicos hallados, se cree que inicialmente habitaron de forma provisional en la zona conocida como Capanas, antes de levantar definitivamente la población en el Peñón. (Ver más información)
En la villa que se encontraba en las Casicas, se puede ver el gran auge del Imperio Romano, así como su decadencia, mostrándose esto en la reutilización de una lápida romana encontrada en dicha villa. También el imponente macizo rocoso de Piedra Íllora que existió un fortín empleado para el control territorial. (Ver más información)
En el 711 se produce la entrada en la península Ibérica de las tropas musulmanas dirigidas por Tariq y Muza. Sería el comienzo del periodo de dominación árabe de casi 8 siglos.
En la etapa Nazarí se produce el máximo esplendor de Cantoria gracias a su situación geomercantil en el camino Lorca-Baza (luego se conoceria como Camino Real en la época Cristiana). En ese periodo el término municipal contaría con tres castillos: El Peñón del Lugar Viejo, Castillo de Almanzora y la Reutilización de las edificaciones existentes en la Piedra Yllora de época romana.
Jalid al-Balawi, célebre escritor de libros de viajes, político y aventurero, regresa a nuestro pueblo desde el puerto de Mojácar. Nacido en Cantoria, este ilustre personaje llegó a ocupar el cargo de Cadí —una figura que combinaba las funciones de juez y gobernador— en varios pueblos de la comarca. Tras su peregrinación a Tierra Santa, plasmó sus vivencias en un excepcional libro de viajes, en el que narra con detalle sus experiencias en los lugares más sagrados del mundo islámico que duraron varios años. (Más Información)
El rey nazarí de Granada Yusuf I realiza la ruta Serón-Purchena-Cantoria para reforzar y completar la construcción del entramado defensivo (torretas) ante la cercanía con la frontera del reino cristiano de Murcia. (Ver más información)
Alfonso Yáñez Fajardo II, adelantado mayor del Reino de Murcia, conquistó y gobernó hasta su muerte varias plazas del valle del Almanzora, previamente arrebatadas al Reino Nazarí de Granada. Sin embargo, estas plazas volverían temporalmente al control nazarí tras su fallecimiento, debido a la superioridad militar granadina. Posteriormente, tras la Reconquista, dichas localidades fueron reincorporadas al señorío que sus descendientes establecieron en Almería, ya fuera por concesión de los Reyes Católicos o mediante compra. Además, su linaje fue ennoblecido con el título de marqués de los Vélez, otorgado por Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca.
Entrega de llaves de los pueblos del medio y bajo Almanzora en el Real de Vera a los Reyes Católicos y firma de las Capitulaciones. Estas fueron muy benignas para la población morisca pero que luego quedaron en papel mojado. En 1492 se entrega en señorío, junto con Partaloa al duque del Infantado en pago a su ayuda en la reconquista del Reino de Granada. (Ver más información)
El duque del Infantado vende Cantoria y Partaloa al marqués de los Vélez. Estas tierras pertenecerían ya a dicho marquesado hasta la abolición definitiva de los señoríos en 1837.
La tragedia de los moriscos comenzó a tomar forma en 1568, cuando la tensión acumulada durante años explotó en forma de rebelión. Cansados de las crecientes presiones y restricciones impuestas por la Corona, los moriscos se alzaron en armas bajo el liderazgo de Aben Humeya, dando inicio a un conflicto que marcaría el principio del fin para esta comunidad. (Ver más información)
Felipe II da autorización al marqués de los Vélez para trasladar el poblado del Lugar Viejo a la otra orilla del río, en el que ya existía un pequeño arrabal (Calle Alamicos, en la parte conocida como el Barrio), diseñando a cordel las calles en base a dos plazas centrales, la del poder civil y la de la iglesia. (Ver más información)
Cantoria aún no se había repuesto del duro golpe que supuso la expulsión de los moriscos. Antes de la guerra de las Alpujarras, el pueblo contaba con unas 250 familias, pero tras el conflicto, apenas quedaban un centenar. Para 1643, la cifra apenas alcanzaba las 200, a pesar de los repetidos intentos de repoblación, que fracasaban una y otra vez debido al constante peligro de las incursiones piratas en la zona. (Ver más información)
La realización del Catrasto de la Ensenada no muestra la realidad del pueblo, donde la población se había recuperado y contaba ya con unas 544 familias (alrededor de 3000 personas)
Visita de don Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de los Vélez a Cantoria y al resto de su territorio almeriense y murciano. En nuestro pueblo se alojó en casa del Vicario. El recibimiento fue con mosquetes de pólvora, lo que certifica la larga tradición de fabricación de este explosivo que ha perdurado hasta hace unos 14 años. En la imagen superior la mujer de don Antonio pintada por Goya. (Ver más información)
Las tropas de Napoleón que habían invadido España condujo presos a las juntas populares de Cantoria y Albox al castillo de Lorca por negarse a satisfacer las cantidades económicas impuestás por el francés que hubieran supuesto matar de hambre a la población. (Ver mas información)
Abolición de los señoríos. A partir de esta fecha dejamos de ser vasallos del marqués de los Vélez. Fue el tardío final de un feudalismo propio de la edad media que duró más de 300 años.
Se produjo la venta de la gran finca de Almanzora a don Antonio Abellán Peñuela, quien más tarde sería conocido como el marqués de Almanzora. La operación fue realizada por los hijos de doña Tomasa Álvarez de Toledo —hija del marqués de los Vélez y esposa del marqués de la Romana— e incluyó, además, un amplio lote de propiedades familiares en la comarca. Entre ellas se encontraban el Huerto del Administrador, la Casa del Marqués de la Romana y la emblemática almazara conocida como la de Renfe. (Ver más información)
La entrada del cólera en el valle del Almanzora parece ser que fue en Fines a mediados de julio de 1885, con un muchacho procedente de Mula, que al llegar a esta población cayó enfermo y falleció a las pocas horas. Pero el joven tenía parientes en Cantoria, un tío y un sobrino que fueron a Fines a asistirlo, y una vez fallecido, ayudaron a amortajarlo. Después del entierro, llenos de aprensión y con el miedo a que fuera algo contagioso, cada uno se comió una onza de sal de higuera y como eran trabajadores del campo, uno se fue a sacar cáñamo de una balsa, cuyas aguas lógicamente estaban corrompidas y el otro se fue a una era para seguir trillando y en donde se comió una ensalada de pepinos contaminados. A los dos días habían fallecido ambos. En la imagen superior al facultativo don Antonio con su familia. (Ver más información)
Ese año, la iglesia en construcción ya se encontraba lo suficientemente acondicionada para celebrar el culto. Era una obra colosal, casi faraónica, que terminó cobrándose un alto precio: la misma salud del párroco Leonardo López Miras, quien, tras años de esfuerzo y dedicación, enfermó del corazón.
Todo el pueblo se unió en torno a él para sacar adelante el proyecto. Los marqueses de Almanzora aportaron generosas sumas de dinero; Encarnación, conocida como "la Santa", recorrió calles y casas para recaudar hasta la última peseta posible. Incluso se movieron influencias en Madrid para conseguir fondos y enseres. Fue un ejemplo de entrega colectiva y fe compartida que quedó grabado en la historia de Cantoria. (Ver más información)
El desastre fue abrumador. Un estruendoso rugido del río Almanzora advirtió a los vecinos de Cantoria que una crecida descomunal se avecinaba. Presas del pánico, huyeron hacia la ermita, desde donde fueron testigos de la magnitud de la tragedia: el agua, turbia y furiosa, alcanzó casi 15 metros de altura, engullendo por completo los campos y tierras del pueblo.
Desde allí, se vivieron escenas desgarradoras. Algunos observaban impotentes cómo perdían todo: el propietario daba su último adiós a sus bienes, el colono sollozaba por el pan que no tendría en el invierno, y hombres, mujeres y niños elevaban sus lamentos al cielo, pidiendo a Dios un poco de misericordia.
Pero lo peor estaba por venir. Desde la otra orilla, se oían gritos desesperados de vecinos pidiendo auxilio. Nadie podía ayudarlos. La impotencia se sumó al dolor, agrandando aún más el drama de una jornada que quedaría grabada para siempre en la memoria de Cantoria. (Ver mas información)
La llegada del ferrocarril a Cantoria marcó un antes y un después en la historia del municipio y de toda la comarca del Almanzora. Fue el momento en que se abrieron las fronteras de un valle que, hasta entonces, había vivido en relativo aislamiento. El tren no solo trajo progreso, sino que acortó distancias y conectó a Cantoria con el mundo. (Ver mas información)
La Congregación de Esclavas de la Divina Infantita echó raíces en Cantoria gracias a su fundador, el padre Federico Salvador Ramón. En 1906 se celebró la primera novena dedicada a la Divina Infantita, marcando el inicio de una nueva etapa espiritual para el pueblo. A pesar de los obstáculos iniciales, en 1923 se dio un gran paso: se fundaron un colegio y una escuela nocturna para obreros, abriendo las puertas del conocimiento y la educación a toda la comunidad. (Ver mas información)
Aún persistía en la memoria colectiva el impacto de la viruela de 1903, que causó estragos entre la población, cuando en mayo de 1918 la gripe española llegó al valle. Al principio, su avance fue moderado, sin grandes consecuencias. Sin embargo, todo cambió en el último cuatrimestre del año. La enfermedad se volvió especialmente agresiva: solo en septiembre murieron 18 personas. Con la llegada del otoño y el cambio de tiempo, el brote se intensificó aún más, afectando al 40 % de la población. Octubre fue el mes más duro, alcanzándose cifras dramáticas: hasta 18 fallecimientos en un solo día. (Ver mas información)
La dictadura de Primo de Rivera disuelve el Ayuntamiento y convoca una Junta Local, llegando a detener incluso al Alcalde y a 25 exconcejales que serían puesto en libertad al poco tiempo. Un periodo donde la corrupción campa a sus anchas en estos pueblos del valle.
La República iniciaba su camino en Cantoria con el nombramiento de Eduardo Cortés como alcalde, un destacado terrateniente de la zona, propietario de amplias tierras en La Hojilla, Las Mateas y del conocido Huerto del Administrador. Su carrera política no se detuvo en el ámbito local: pronto dio el salto a la escena nacional, donde desempeñó importantes funciones en varios gobiernos republicanos. (Ver mas información)
Con el estallido de la Guerra Civil, se formaron en Cantoria y Almanzora los Comités Revolucionarios. Al frente de ellos estaban, en un primer momento, Francisco Guerra Tripiana, conocido como el Polvorista, y Juan Cazorla, apodado el Gordo. Ese mismo año, la violencia se intensificó: un grupo de milicianos procedentes de Albanchez asesinó al párroco Juan Antonio Pérez y al guardia civil retirado Antonio Martínez. Este último había sido denunciado ante el SIM por Francisco Jiménez Simón, miembro del comité de Almanzora y también responsable directo del asesinato de un matrimonio en la zona de Los Pardos. (Ver mas información)
Con el fin de la Guerra Civil comenzó una nueva etapa en Cantoria, marcada por la incertidumbre y un fuerte deseo de revancha. En este clima tenso, 78 vecinos fueron procesados por el Tribunal Militar de Almería. Las sentencias no se hicieron esperar: seis condenas a cadena perpetua y dos penas de muerte, que más tarde fueron conmutadas por 30 años de prisión. Poco a poco, los antiguos poderes locales y la Iglesia recuperaron su influencia y volvieron a ocupar un lugar central en la vida del municipio. (Ver mas información)
Inauguración del nuevo grupo escolar que se le llamó Urbina Carrera en honor del Gobernador Civil que aprobó el proyecto. Contaba con una sola planta con 8 aulas, 4 para niños y otras 4 para niñas con entradas independientes. En la actualidad se llama CEIP Cerro Castillo. (Ver mas información)
Cantoria estaba a punto de dar un paso decisivo en su historia: garantizar el suministro de agua corriente para toda la localidad. Tras numerosos sondeos en distintas zonas, por fin se encontró un manantial con un caudal lo suficientemente potente para abastecer al pueblo. Esta obra marcó el fin de una época: ya no sería necesario que las bestias recorrieran largas distancias para cargar agua desde las fuentes del extrarradio. En 1966 se completaron los trabajos de canalización por las calles y las acometidas a los hogares, llevando el agua directamente a cada vivienda. (Ver mas información)
Durante el mandato de don Cristino María Sánchez como alcalde, Cantoria vivió un momento histórico: la inauguración de su Instituto de Enseñanza Media, el más pequeño de toda España en su categoría. Los comienzos no fueron fáciles. La falta de alumnado puso en jaque su continuidad, y en un intento por mantenerlo en marcha, incluso se matriculó a las monjas del convento. A pesar de las dificultades, el centro logró echar raíces y convertirse en un pilar educativo para la localidad. (Ver mas información)
El río Almanzora se desbordó con una fuerza descomunal, alcanzando más de 14 metros de altura y llegando a sobrepasar el histórico Puente de Hierro. A su paso, arrasó con 18 kilómetros de fértil vega, anegando fuentes, zanjas y cimbras. El desastre fue total: muchas familias perdieron su único sustento, viendo cómo el agua se llevaba por delante años de trabajo y esfuerzo. (Ver mas información)
Primeras elecciones a los Ayuntamientos. Desde 1975 hasta esa fecha los consistorios estaban constituidos bajo la legalidad franquista a pesar de que en 1977 se celebraron las primeras elecciones generales democráticas. Ganó la UCD liderado por Juan Gea. (Ver mas información)
Aunque la línea férrea del Almanzora nunca fue especialmente rentable, su integración en la Red Nacional de Ferrocarriles (RENFE) parecía garantizar su supervivencia. Sin embargo, a partir de los años 60, comenzó su decadencia definitiva. La caída de la actividad minera en la sierra de Los Filabres, el éxodo masivo hacia el norte de España y otros países europeos, junto con el auge del transporte por carretera —más rápido y cómodo— marcaron el principio del fin.
Finalmente, el 1 de enero de 1985 se cerró para siempre el tramo Almendricos–Baza–Guadix. Una fecha que volvió a sumir a la Comarca del Almanzora en el aislamiento y la falta de infraestructuras que ya había sufrido en el pasado.
En mayo de ese año, Cantoria hizo historia: por primera vez, una mujer fue elegida alcaldesa. Purificación Sánchez, del Partido Socialista, asumió el cargo en medio de una profunda crisis económica, marcando un hito en la vida política del municipio y abriendo una nueva etapa de liderazgo y cambio.