La república fue consciente en todo momento que el analfabetismo y la ignorancia es lo que más puede marginar al hombre y no se podía construir un nuevo estado con este problema. El triunfo del nuevo sistema dependería de la capacidad de los españoles de adoptar los valores y comportamientos políticos desconocidos hasta entonces, una revolución que únicamente sobreviviría si iba acompañada de una transformación cultural. Educar a la población en estos valores fue un eje clave en la política del gobierno republicano. Una tarea difícil porque el alto nivel de analfabetismo y de ignorancia cultural hacían de esta una ardua tarea.

El primer paso fue dignificar la figura del maestro, tomándose entre otras medidas subir el sueldo a los maestros de forma que éstos pudieran vivir dignamente y no tuvieran que soportar aquel dicho tan comúnmente conocido como “Pasas más hambre que un maestro de escuela”.

Para hacerse una idea del interés de la república por solucionar el problema mostramos varios datos: El último presupuesto de la Monarquía para construcciones escolares fue de 8 millones de pesetas. La ley aprobada en las cortes republicanas en septiembre de 1932 autoriza al gobierno para concertar un empréstito de 400 millones para el mismo fin. El objetivo era construir 28.000 escuelas en cinco años, pero las dificultades que surgieron no permitieron llevar a cabo todo este plan en su totalidad. De todas maneras desde 1932 hasta febrero de 1939 se construyeron más de 16.000 escuelas.

En Cantoria se crearon 13 escuelas. Cuatro en el casco urbano de Cantoria, en la Hoya, en la Hojilla, en Oraivique, en Almanzora dos, una de niños y otra de niñas, en el Púlpito otras dos, una en el Arroyo Albanchez, y una en la carretera de Almanzora-Albox por encima del Barrio.

Algunos de los decretos educativos de la República buscaban establecer el bilingüismo, suprimir el carácter obligatorio de la religión (se dejó de rezar en las escuelas), la creación de clases de adultos (el primer maestro de adultos, creación de las escuelas mixtas, la obligatoriedad y la gratuidad de la enseñanza (antes la mayor parte de la enseñanza se impartía en colegios privados los cuales eran propiedad de la iglesia).

El material que se utilizaba (plumas, tinta, tizas, etc.) era gratuito para el alumnado, y únicamente tenían que comprar una Enciclopedia de grado medio editada en el año 34 que no contenía historia sagrada. Se utilizaban en la enseñanza libros como Don Quijote, El corazón de Edimundo de Amicis, Biografías de personas ilustres, etc. Todo ello costeado por el estado.

Las clases de adultos fue un gran paso, gracias a éstas podían acceder a todos los mayores que lo desearan de forma gratuita, siendo el primer maestro Cesar Viseras Matrán.

Proporcionalmente en el tiempo la enseñanza se incrementó durante la república más que en ninguna otra época. Las clases se impartían todos los días, incluido el sábado por la mañana. Además a las niñas se les enseñaba a coser y bordar y a los niños algunas labores del campo.

Por los problemas políticos anteriores a 1936 en que vivía el país resulta especialmente dramático el contraste ente la escuela y la vida, pues la institución escolástica fue un espacio lleno de esperanza, afecto y progreso comunitario. Después de la guerra los sublevados franquistas acabaron con un modelo de escuela luminoso y con un carácter renovado. Estaba inspirada en los principios de la actividad, en el trabajo crítico, la formación científica, la coeducación, el laicismo, la ausencia de castigo físico y la vida en la naturaleza. 

Durante muchos años de dictadura la enseñanza en las escuelas públicas sufrió un terrible estancamiento. Tal vez debido a la represión que sufrieron los maestros por parte del nuevo régimen, la escuela se vio privada de maestros auténticamente cualificados para ejercer la enseñanza.

Según la convocatoria para la provisión de plazas del 25 de marzo del 39 en el bando sublevado, los motivos preferentes para conseguir plazas eran los siguientes:

- Ser mutilado como consecuencia de la actual guerra, siempre que la mutilación no impidiera el ejercicio de la enseñanza.

- Ser herido en la actual campaña, siendo preferente, el que más heridas demuestre haber sufrido.

- Haber prestado servicios militares como combatiente en la actual guerra.

- Haber sufrido vejámenes graves en la persona del solicitante, por parte de los “Rojos”.

- Ser familiar de un muerto o mutilado en esta campaña hasta el segundo grado de parentesco por consaguinidad o afinidad. Dentro de este orden se prefiere al que haya perdido mayor número de familiares.

- Dentro de los mismos grados de parentesco, haber perdido mayor número de familiares por asesinato de rojos o a consecuencia de su barbarie.

- Tener actualmente prisionero o mutilado por los rojos algún familiar dentro del parentesco señalado.

Siendo éstas las  pruebas que tenían que superar los aspirantes a la docencia, nos podemos formar una idea de cómo sería la enseñanza impartida.

El nuevo régimen, referente a la enseñanza solamente tenía una idea fija: inculcar a los escolares, por un lado, la doctrina del Nacional-Catolicismo y, por otro, la doctrina del Nacional-Sindicalismo.

Sirva de ejemplo estas lecciones sacadas del libro “Enciclopedia”, 2º grado correspondientes al 3er y 4º curso del superior elemental y cuyo autor es D. Antonio Álvarez Pérez. Maestro Director del Centro Educativo “ALVAREZ”. Valladolid. Editado “MIÑON S.A.” La enciclopedia Álvarez se editó por primera vez en el año 1956 y su última edición llego hasta 1966. En la décadas de los 50 y los 60 estudiaron más de 8 millones de niños con este libro escolar. La Enciclopedia Álvarez se dividía en Lengua Española, Geografía, Aritmética, Geometría, Historia de España, Ciencias de la Naturaleza, Historia Sagrada y Evangelios con las fiestas escolares. Pero también incluía entre sus páginas la Formación Política de los niños y de las niñas o las Lecciones conmemorativas y la Higiene. Estos apartados eran necesarios para que los niños de la época tuvieran los conocimientos suficientes en los primeros años escolares.

La enciclopedia Álvarez fue autorizada por el Arzobispo de Valladolid a la editorial Miñón para que la publicara en 1956.

Mientras el nuevo régimen se ocupaba de inculcar en los escolares por todos los medios las grandezas del mismo y en magnificar la figura del vencedor, por otro lado se cuidaba muy bien de ocultar celosamente a los alumnos que en España tuvieron que exiliarse mas de 5.000 intelectuales y artistas, huyendo de las represalias de los vencedores. Los intelectuales que tuvieron la desgracia de estar en la zona de los rebeldes cuando se produjo la sublevación, fueron fusilados después de someterlos a esperpénticos y escandalosos juicios, en los cuáles los acusados carecían de toda clase de defensa y garantías (como el caso de Federico García Lorca, fue uno entre cientos de ellos).

Los que no pudieron, o no quisieron exiliarse, fueron fusilados, o los dejaron morir en prisión por falta de asistencia médica. Después de toda esta represión, España se quedó lo mismo que un cuerpo al que se le extrae toda la sangre. Se quedó anémica intelectualmente.