Jaime Jiménez Rodríguez

Una lección de vida

Si tuviera que definir en pocas palabras a Jaime Jiménez Rodríguez no tendría ninguna duda, “Espíritu de Superación”. Hijo de Joaquín Jiménez, cantoriano hasta la médula, que un día  dejó su pueblo en busca de un futuro laboral y familiar. Estuvo casado con Juana Rodríguez, estableciendo su domicilio en Madrid. Junto a ellos sus hijos Joaquín, Juan Pedro y Jaime, el menor de los tres hermanos. Sin temor a equivocarme, éste último fue un auténtico líder y alma sobre la que giraba esta familia.

La vida de Jaime Jiménez no fue fácil, unida desde pequeño a una terrible enfermedad degenerativa, la Distrofia Muscular de Duchenne. Unos duros resultados que aparecen en unos análisis durante sus primeros años de vida, certifican los motivos por los que se desplaza con dificultad y el comienzo de una dura fase de asimilación y aceptación de la nueva realidad. Desde los 4 a los 8 años realiza una vida aparentemente normal, escolarizado y federado en la práctica de una de sus grandes pasiones, el fútbol. Poco a poco la fuerza de sus piernas comienza a flaquear, limitando de forma importante su autonomía a nivel motriz, necesitando ya a los 9 años una silla eléctrica en sus desplazamientos. Época también en la que experimenta cierto rechazo desde ciertos sectores educativos derivados de su enfermedad, motivo por el cual debe cambiar de colegio. Su etapa académica finaliza a los 17 años, debido a un evidente deterioro físico y a las continuas intervenciones quirúrgicas a las que ya está siendo sometido. Realizados sus estudios obligatorios, y ante la dificultad de su ingreso en un centro especializado, son duros años de soledad en casa, siempre con el incondicional apoyo su familia y allegados.

Duros momentos en los que la familia tiene que remar con todas sus fuerzas en una única dirección, mirando siempre al frente con tesón, voluntad y coraje. Época en la que sus padres se acogen a una prejubilación en Telefónica, con la firme intención de apoyar todo el tiempo en casa, y eliminar en Jaime ese temor al rechazo y aislamiento. Digna de alabar la actitud de sus hermanos Joaquín y Juan Pedro, verdaderos confidentes y las vitaminas que Jaime necesita. Y su madre, Juana, su enfermera, psicóloga, maestra, sus pies y sus manos, con una fuerza interior que mueve montañas y con esas ganas de vivir que contagia al resto de la familia y que les impulsa a mirar más allá del presente. Y qué decir de Joaquín, su padre, su referente y  modelo a seguir, una persona llena de vida que rebosa generosidad allá donde va, y que desde el primer día ha querido transmitir en sus hijos esos valores. Para él, su objetivo principal con Jaime siempre se han orientado en una sola dirección: salir, salir y salir de la rutina, siendo la única estrategia para derrotar la soledad y darle un nuevo impulso a la vida de Jaime en particular, y de la familia en general. No obstante, entre otras actividades, es el mejor de los taxistas cuando Jaime sale de fiesta con los amigos, cuando asiste al campo del Atlético de Madrid en partidos de Liga, o en cualquier tarea cotidiana que realiza a diario. Siempre dispuesto a colaborar en todo mostrando a la vez una sonrisa contagiosa que transmite predisposición y bondad en sus acciones.

A través de ese apoyo familiar incondicional va forjándose durante estos años su auténtica personalidad, representando como nadie valores como la fortaleza, la lucha y una positividad explosiva y contagiosa. En palabras de sus amigos, Ximo (así es como le llaman sus colegas) “es uno de esos que se cuentan con los dedos de una mano”, “un tipo genial, leal y gracioso”.

 

Ejemplo de superación

Esa fortaleza mental y esas ganas de vivir las demuestra en todo lo que realiza. Persona inquieta, inconformista e incansable. A finales del año 2009 y hasta pocos días antes de morir en 2014 comenzó a escribir un blog: http://departamentodeximo.blogspot.com.es, un diario personal donde cada cierto tiempo plasmaba sus vivencias, inquietudes y reflexiones. Son innumerables las experiencias que nos dejó Jaime durante estos años, bien con el centro de estancias diurnas de la que formó parte, bien con la familia: excursiones a los Pirineos, Pontevedra, Jaén, Asturias, Chiclana (Cádiz), Sevilla, Burgos, Portugal, a Mónaco para apoyar al Atlético de Madrid en la Final Supercopa de Europa de 2010…, viajes frecuentes a Valdeverdeja (Toledo, localidad natal de su madre) y Cantoria, donde nunca falló cuando llegaba el calor del verano.

Frecuentes fueron sus charlas en Colegios, Institutos y Universidades, como colaborador de la Fundación Isabel Gemio para la lucha contra las Enfermedades Neuromusculares (www.fundaciónisabelgemio.com),  y de asociaciones como ASEM (Asociación Española de Enfermedades Neuromusculares) y Duchenne Parent Project España (esta última asociación de padres que tienen niños recién diagnosticados con la enfermedad), en la búsqueda de una mayor concienciación social, apoyo a la integración de personas con alguna discapacidad, e incansable e implacable ante una reflexión profunda, la lucha por conseguir un mayor apoyo presupuestario y social desde las distintas Administraciones para la investigación científica, única esperanza y salida para combatir el monstruo de las mal llamadas “enfermedades raras”. En palabras de Jaime, “si yo no llego a conseguir la curación, que llegue para los que vienen detrás. Voy a luchar para que todos aquellos niños no pasen lo que he pasado yo. Los pequeños para mí son sagrados”.

Las fronteras para Jaime podrían ser físicas, pero nunca las concibió en su mente. fue encomiable su participación en carreras solidarias a beneficio de la Fundación, como el III Duatlon Benéfico San Sebastián de los Reyes (2011), la I Carrera Popular contra las Enfermedades Neuromusculares (San Sebastián de los Reyes, 2012) o fundando la Carrera Popular Benéfica de Cantoria (2012), que después de su muerte llevaría el nombre de Carrera Solidaria Jaime Jiménez, siendo ésta última un gran acontecimiento para nuestro pueblo en vísperas a las Fiestas Patronales de San Cayetano, y que en cada edición ha contado con más de 200 participantes, en varias modalidades deportivas. Actualmente, en 2022 podemos afirmar si miedo a equivocarnos, que es la decana de todas las carreras solidarias que se celebran en el Centro-Norte de la provincia de Almería. Y si tenemos que definir la misma en pocas palabras, es una competición para disfrutar en familia.

Hasta el final, sus ganas de luchar por la vida también las hizo compatibles con sus ganas de disfrutar como cualquier chaval joven de su edad. Junto a sus amigos y familiares es fiel representante de los colores rojiblancos de su equipo del alma, el Atlético de Madrid. Creo que no han pasado en el siglo XXI ningún futbolista de este equipo que no haya sido colega de Jaime. Pienso que han llegado a profesar una admiración mutua, por un lado el de Jaime hacia sus ídolos, y por otro los futbolistas, asimilando e interiorizando las lecciones que Jaime imparte a diario. Una pequeña parte de su corazón rojiblanco también lo comparte con su otro equipo, la U.D. Almería, al que siguió y apoyó hasta el final para conseguir el ansiado ascenso a Primera División. Conciertos, salidas, celebraciones, su propio perfil en Facebook…, no hacen sino confirmar que fue un chico normal al que le gusta divertirse y ser uno más, con limitaciones físicas, pero con una voluntad que le hace mover la más alta de las montañas.

Sí, un chico normal, de acuerdo. Pero si me dan la oportunidad de finalizar con una pequeña reflexión personal, esa definición de normalidad le queda pequeña. Jaime fue una persona única, irrepetible y extraordinaria, capaz de hacer girar el mundo alrededor de él, de levantar conciencias, luchar por metas lejanas, aprender de los errores, relativizar los problemas de la vida y reírse de ellos, disfrutar de cada momento como si fuese el último o de compartir los sentimientos con los demás como el que reparte besos y abrazos. Este es Jaime Jiménez Rodríguez, todo un crack, genio y figura, una Lección de Vida.

Nunca te duermas sin un sueño, ni te levantes sin un motivo, tampoco vivas por nadie que no esté dispuesto a vivir por ti, recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que sólo hay una persona capaz de hacerte feliz para toda la vida, y esa persona eres tú mismo. Si hay gente que quiere entrar en tu vida, que entre, si  hay gente que quiere salir de ella…, pero que no se queden en la puerta, porque molestan a los que quieren entrar y quedarse.

J.J.R.

Jaime con Isabel Gemio, de cuya fundación fue ferviente colaborador.

Jaime con la directiva de la Fundación Isabel Gemio

I carrera solidaria que se celebró en 2012 en el recinto ferial. Después se trasladó a la plaza y este último año, devido a la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, se trasladó al campo de fútbol. 

Esta carrera destaca por muchas cosas, pero si nos tenemos que quedar con una sólo, esta sería el ambiente familiar que se ha creado, y la ilusión de los niños porque llegue ese día. Y aunque la mayoría de los peques no llegó a conocer a Jaime, lo sienten como de su familia. Colección: Decarrillo

Joaquín Jiménez, que cogió el testigo de Jaime para que cada año su memoria permanezca y sea más fuerte. Colección: Decarrillo

Y quien mejor que impregnar el espíritu de jaime a las nuevas generaciones, "de pequeñico hay que regar al arbolico". Su sobrino Marco será sin duda la generación que impulsará esa lucha que durante tantos años liderara Jaime. Colección: Decarrillo

Mis vacaciones en Cantoria

Recuerdo muchos aquellos veranos, lleno de anécdotas que contar, sobre todo en el Cortijo de mis abuelos. Desde muy pequeño siempre quería ir al pueblo y estar con los animales, en el campo.

En aquella época tenían cabras, cerdos, conejos, gallinas, y también una mula. Menudos paseos que nos dábamos con ella. Y esos baños en la acequia, con esas aguas casi verdes y lleno de algas, madre mía, que mal lo pasaba.

Cuando íbamos a los bancales a ayudar a las faenas propias de la tierra, y sobre todo si era a recoger los productos que daban las cosechas, se pasaba muy bien porque era algo diferente a lo que hacía en Madrid. En cuanto llegábamos a casa nos teníamos que cambiar de ropa, porque parecíamos vagabundos de lo sucios que íbamos. Con especial cariño recuerdo aquellos paseos en la moto de mi abuelo y que siempre estaba expectante por si escuchaba el ronroneo de su motor para bajar corriendo por si caía alguna vuelta.

Luego cuando me iba haciendo más mayor, siempre estaba con mis primos (Isabel María, Jaime, etc.). La verdad que han sido muy buenos apoyos los dos, desde ahí hasta prácticamente ahora siempre hemos estado los dos Jaimes, siempre jugando con los niños del pueblo al escondite, al fútbol, en el parque, en los recreativos de la Fina, (donde pasamos horas y horas). Muchas veces cuando se iban mis padres con sus amigos, yo me quedaba casi todas las noches jugando a las máquinas. En esa época parecía mi segunda casa.

Cuando ya me iba haciendo más mayor iba teniendo más problemas. La mayoría de los chicos con los que jugaba ya no me hacían caso y me dejaban de lado…, todos menos mi primo Jaime.

Cada vez más me iba aburriendo en el pueblo, porque también pasaba mucho tiempo con gente mayor, estando siempre con mis padres y sus amigos. Al principio se pasará bien, pero cuando te vas haciendo mayor es un poco aburrido.

Después empezaron mis hermanos a llevarme con sus amigos de la pandilla. Me gustaba mucho estar con ellos, sobre todo con los de mi hermano mayor Joaquín (Antonio Luís, Juan Francisco, Peña, Alberto, Kiki, Rana,...). Recuerdo que decían que era la mascota del grupo.

Me iba repartiendo también con los amigos de mi hermano Juan Pedro (Javier de la Patro, Pelele, Kiko, Finidi, Antonio Segovia, el Negro, el Orejas,…).

Pero después tuve que dejar de utilizar la silla eléctrica y tener que utilizar una manual, y unos años después utilizar una mascarilla con un aparato para poder respirar.

Ahí fue un cambio totalmente radical, la gente ya no me trataba igual, se pensaban que me había dado algo en la cabeza, no me saludaban ni me hablaban. Esto me molestaba bastante, aunque por suerte puedo decir que fueron los primeros dos años, luego después se fueron dando cuenta que era el mismo.

Actualmente me gusta mucho ir, sobre todo en verano, porque estoy con muchas personas más, y no sólo de Cantoria, porque también hace tres años conocí a un grupo de chicas de Macael.

TAL COMO ERES

Hoy me siento tan grande,

por tenerte a mi lado,

me regalas la vida,

que sin ti yo no valgo.

Tienes ese silencio

y esos ojos tan magos,

el hermano pequeño

el que quiero y extraño.

El Canto del Loco

Juan Pedro, Jaime y la prima isabel en el cortijo de la Hojilla

Juana y Sergia con sus hijos en el mirador de la ermita esperando a la procesión de San Cayetano.

Juana y Jaime en la Plaza de la Contitución en la víspera de las fiestas de San Cayetano.

Los hermanos Jiménez con su prima isa y Dani García en el maletero de un coche ataviado como carroza de fiestas.

La Huella de Jaime. El documental

Documental "La Huella de Jaime" en el que Jaime desarrolla el guión de su día a día conviviendo con la DMD (Distrofia Muscular de Duchenne). Contaba con 28 años consiguiendo burlar a su "enemigo" con un documental que inspira y ayuda a todos los que, como él, son víctimas de crueles enfermedades.