Cristino María Sánchez Giménez

Cristino María Sánchez Giménez nació en Cantoria el 8 de Febrero del 1915, su padre Don Pedro Sánchez Moreno ejercía de Notario en Baza y su madre doña Encarnación Giménez Molina sus labores. Sus primeros años los pasó entre Cantoria y Baza. Estudio en el Colegio de los Jesuitas  de San Estanislao de Kostka en el barrio del Palo de Málaga hasta el Bachiller, continuando sus estudios en la rama de Derecho en la Facultad de Granada hasta que estalló la guerra civil. Entonces contaba con 21 años y tres asignaturas para terminar la carrera. Dichas asignaturas las terminaría en la Universidad de Murcia al finalizar la contienda.

En el año 1945 murió su padre y en 1950 su madre, recibiendo una gran herencia que consistía en una gran finca en Baza, 6 cortijos con sus tierras correspondientes que las tenía arrendadas, muchas parcelas sueltas por todos los pagos de Cantoria, además de una gran casa en la calle que hoy lleva su nombre donde llegaron a trabajar de forma permanente una cuadrilla de obreros. A partir de ese momento se trasladó definitivamente a Cantoria, donde se casó y tuvo a sus 3 hijos.

En 1957 es nombrado alcalde. Empezaría así una de las etapas más brillantes de Cantoria, donde se pasó de un pueblo tercermundista a uno preparado para iniciar el camino a la modernidad, renovando el alumbrado público, llevó la electricidad  a las principales pedanías, reformó el Ayuntamiento, se instaló la gran antena de televisión en el cerro de los Morrones, se construyeron escuelas rurales, arregló caminos, diseñó la ampliación de Almanzora desde las vías del ferrocarril hacia la parte superior, trajo el agua corriente al pueblo, empezó con los preparativos para construir el Parque de Andalucía, dejando listo el solar pero no pudo realizarlo. 

También fue diputado provincial durante 10 años y entre otros logros que consiguió para su pueblo, fue la construcción de un instituto de Bachillerato, siendo Cantoria el más pequeño de España que contaba con un instituto de segundaria (Ver artículo del Instituto)

A finales de los años 50 contrató a unos ingenieros alemanes que estuvieron un mes recorriendo Cantoria haciendo prospecciones hasta que dieron con una gran bolsa de agua, con suficiente abundancia para regar las tierras de cultivo y que no faltase en ninguna casa del pueblo. Al inicio del proyecto hubo un considerable retraso porque la maquinaria necesaria para ejecutar la obra no llegaba, hasta que él en persona fue y se las trajo. 

No sólo destacó en el terreno de la política, sino también como ponente y contertuliano, realizando varias ponencias en Almería, Murcia y Madrid sobre el trasvase del río Ebro al río Tajo y de este, al río Segura. Y como ánecdota de su buena labia ocurrió cuando visitó la localidad el Gobernador Civil para inagurar los pozos y cuando don Cristino subió a decir las palabras oportunas a la tribuna, de tantas cosas habló, que cuando el alcalde le cedió la palabra, el gobernador dijo “señores, que quieren ustedes que les diga, que ya don Cristino lo ha dicho todo”.

Este hombre que tanto hizo por Cantoria, integrantes de su mismo equipo de gobierno urdieron una trama para echarlo del cargo. Envidias o rencillas internas que desembocó en su dimisión en 1969, no sin antes realizar una visita al Gobernador Civil, donde consiguió que nombrara como alcalde a Domingo Ais Rodríguez, persona de su plena confianza. Nos hubiera gustado ver la cara que se le quedaría a sus conspiradores cuando se enteraron de la noticia, quedándose a cuadros el canditado que ya tenían elegido. 

Ya a finales de los 60 su estado de salud era delicado, centrándose desde entonces a su familia y sus negocios. 

La muerte le llegó por sorpresa un 1 de marzo de 1980 en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Cantoria cuando asistía a los oficios.

Entre las muchas condecoraciones que recibió cabe destacar la Cruz al Mérito Civil.

D. Cristino en las ponencias sobre el trasvase del río Ebro al Tajo y de este, al Segura. Colección: Familia Sánchez

Colegio Kostka en málaga donde cursó hasta bachillerato.

Universidad de Murcia, donde terminó la carrera de Derecho.

En abril de 1964 La Voz de Almería cubre la noticia de la concesión de 30 millones de las antiguas pesetas para la construcción del Instituto de Enseñanza Media (actual IES Valle del Almanzora). Aparte de las mejoras que se han venido produciendo en los últimos años en el municipio como la unificación del colegio en un sólo edificio, la urbanización de las calles, el tendido eléctrico para llevar la electricidad también a las pedanías, llevar el teléfono a Almanzora, saneamiento y alcantarillado, la inminente inaguración del mercado de abastos etc. En ese momento se trabajaba en el sondeo para obtener agua que abastezca a la población.

Y como proyectos de futuro, unas instalaciones deportivas, la construcción de la carretera a Almanzora, contrucción del matadero municipal, etc.

D. Cristino en la inauguración de los Pozos. Colección: Familia Sánchez

Don Cristino con otras personalidades de Cantoria en la Feria de mediados de los 50. Colección: Pedro M. Llamas

D. Cristino con Juan Chacón el retratista en su estudio. Colección: Juan Chacón

Don Cristino en la inauguración del club de Tenis Araucaria. Colección: Pedro M. Llamas

Enrique R. Urrea con María Dolores Carreño y Juana Juárez. Colección: Decarrillo

Etiqueta que acompañaba la mercancía cuando se transportaba via ferrocarril de la industria licorera de don Cristino. En este caso a Alicante de un bulto de botellas de Anisete. Colección: Encarnita Jiménez

Dedicatoria a D. Cristino. Por Enrique R. Urrea

Un nombre que nos honraba

a los hijos de Cantoria

por su limpia trayectoria;

que a su pueblo consagraba

fortuna, fama, energía,

y que en cualquier emergencia

sin dudarlo procedía

usando de su influencia

y su generosidad

a resolver los litigios

de toda la vecindad

Si a sus oídos llegaba

algún rumor u otro indicio

de cuitas, pleitos, o disputas,

el actuaba de oficio

con eficacia absoluta

dirimiendo con justicia,

con absoluta equidad

atropellos y estulticias

con su altruismo ejemplar.

Cristino un mono compró

color azul ultramar

y a todos nos convenció

que le agobiaba el trabajo;

también quería demostrar,

-y bien que lo consiguió-

con tal que hubiera ganancia,

que le importaba un carajo,

no vestir con elegancia,

El era un tipo simpático,

amable, acogedor,

perfecto conseguidor,

espectacular, enfático;

ciclotímico expresivo,

altivo, paradigmático,

bulímico compulsivo;

paladín de la amistad,

hipocondríaco excesivo,

un mecenas ideal,

generoso y compasivo,

un católico ejemplar;

era un asiduo lector,

grandilocuente genial,

con gestos de gran señor,

de cultura universal,

sencillo en los de su igual,

altivo, ceremonial,

utópico y soñador,

el altruista ideal,

ferviente conciliador,

con vocación de industrial;

kamikaze emprendedor,

que nada pudo lograr;

era un experto granjero

de la cría del castor;

manitas, bricolajero

de ingenio y habilidad,

y un político fatal

que gastaba su dinero

si no había del municipal;

un perfecto caballero,

un luchador frente al mal,

su figura inconfundible,

su garbo y marcialidad,

tic nerviosos compulsivos,

muletillas y demás,

componían los incentivos,

de su personalidad.

- Belfo en “seña del caballo”

- cejas en “seña del as”

- un chasquido de sus dientes

- leve gruñido emergente

- y una enorme cabezá

con movimiento envolvente:

ese era el escandallo

de ese tic tan peculiar.

Las mozuelas divisaban

a Cristino allá a lo lejos,

cuando en escorzo iniciaba

ese tic con su gracejo;

y las mocitas pensaban

-- ¿me hará don Cristino  cortejo?

-- ¿me está tirando “los tejos”?

pero no se barruntaban

que era un asunto complejo

que no se puede evitar

pues la gente no imagina

que el libera Adrenalina

buscando serenidad.

Observad, los cantorianos

la pasión con que describo

a nuestro ilustre paisano

con tantísimo adjetivo.

Limpio, devoto y muy sano.

Permitidme esta licencia,

tributo de mi amistad,

cantando sus excelencias,

sus virtudes y bondad.

Me recreo en su memoria;

lo guardo intacto en mi mente

y afirmo rotundamente,

que su limpia ejecutoria,

su vocación de servicio,

a los hijos de Cantoria,

le otorgan el beneficio,

de estar con Dios en la Gloria.

"pues murió como él quería,

en olor de santidad,

inundado de alegría

y con su conciencia en paz".

¿Os hago una confidencia?

Mis asuntos trascendentes,

mis cuestiones de conciencia,

los anilizo en presente

como antaño yo lo hacía,

Su honradez era patente,

su lealtad me convencía.

 

Destilerias SACOJER

 

Merece especial mención

en aquel tiempo tan duro

las “Destilerías Sacojer”

buen negocio para un prócer

con gran visión de futuro.

Cristino lo fabricaba,

Agapito lo vendía

Radio Andorra lo anunciaba

mas, El Anis no salia

pero Ignacio Lo Cobraba,

así pues, Cristino tenía

la producción estancada

 

Las Majadoras de Esparto

 

Otros negocios de infarto:

“Las Majadoras De Esparto”.

unas mazas imponentes

que daban exactamente

en el centro del manojo

con certera precisión

sin tener que echarle un ojo

ni dedicarle atención

por parte de Don Cristino

ni de Don Joaquín, su primo.